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» El litoral Corrientes
Fecha: 08/05/2025 15:28
El que comenzó este miércoles es el undécimo cónclave desde principios del siglo XX y los diez primeros se destacaron por su brevedad, de entre dos y cinco días. En la historia de los cónclaves, el récord del más largo corresponde al de Viterbo en 1268, cuando se necesitaron 33 meses para elegir a Gregorio X. El más corto, de diez horas de duración, fue el de 1503 y en solo una noche, entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre, para elegir a Julio II. En los primeros 12 siglos de la historia de la Iglesia no existía el cónclave, aunque ya se habían celebrado reuniones electorales a puerta cerrada al menos en cinco ocasiones. La entrada de los cardenales en el cónclave, es decir, el tener que permanecer “encerrados” para elegir al sucesor de Pedro, deriva de una regla escrita justo después de la larga asamblea electiva de Viterbo, que duró casi tres años: del 29 de noviembre de 1268 al 1 de septiembre de 1271, lo que representa el período más largo de sede vacante de la historia. Pero ya había habido episodios sensacionales en el pasado, como el cónclave de 1241, en el que los diez cardenales participantes fueron literalmente excluidos durante dos meses para obligarlos a tomar una decisión. Se dice que la población de Viterbo, exasperada por la falta de elección, quitó el techo de la sala gótica del palacio papal para que los 19 cardenales (dos de los cuales murieron durante el cónclave) allí reunidos, dejados a la intemperie, pudieran decidir elegir al sucesor de Clemente IV, muerto casi tres años antes. El entonces papa electo, Gregorio X, estableció formalmente el cónclave en el Concilio de Lyon en 1274 e impuso una serie de restricciones para evitar tiempos de espera excesivamente largos. Así, después de tres días, a los cardenales se les daba sólo una comida al día y después de otros cinco días se les daba pan y agua y sus ingresos durante el cónclave eran donados al futuro Papa. El siguiente cónclave duró sólo un día, el 21 de enero de 1276. Las reglas de Gregorio X, que luego fueron suspendidas y restablecidas y suspendidas nuevamente, tuvieron un precedente importante en 1198, cuando los cardenales decidieron encerrarse en un edificio. Se considera el primer cónclave auténtico de la historia, entre otras cosas hubo voto escrito y cardenales que actuaron como escrutadores. Volviendo al siglo XX, Pío X, o Giuseppe Sarto, Patriarca de Venecia, necesitó cuatro días y siete votaciones para ser elegido papa el 4 de agosto de 1903. Menos aún, tres días y diez votaciones fueron suficientes para elegir a Benedicto XV: el 3 de septiembre de 1914 la elección recayó en Giacomo Della Chiesa, arzobispo de Bolonia y cardenal durante sólo tres meses. Más conflictivo, y también el más largo del siglo XX, fue el cónclave que eligió a Pío XI, cardenal Achille Ratti, arzobispo de Milán, el 6 de febrero de 1922, con 14 escrutinios en 5 días. Pero en vísperas de la Segunda Guerra Mundial se produjo el cónclave más breve del siglo pasado: tres escrutinios en dos días bastaron para que el cardenal Eugenio Pacelli, secretario de Estado de Pío XI, ascendiera al trono papal con el nombre de Pío XII, el 2 de marzo de 1939. Juan XXIII fue elegido en cuatro días y 11 votos, el Patriarca de Venecia Angelo Giuseppe Roncalli se convirtió en Papa el 28 de octubre de 1958. Para Pablo VI, elegido el 21 de junio de 1963, bastaron tres días y seis votaciones. Para Juan Pablo I, elegido el 26 de agosto de 1978: Albino Luciani, Patriarca de Venecia, alcanzó el quórum en dos días y cuatro escrutinios. Y le sucedió el cardenal polaco Karol Wojtyla, arzobispo de Cracovia, Juan Pablo II, elegido en la octava votación el tercer día del cónclave, el 16 de octubre de 1978. El cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, primer papa del Tercer Milenio con el nombre de Benedicto XVI, fue elegido en dos días con cuatro escrutinios, el 19 de abril de 2005. Para elegir al papa Francisco en 2013 bastaron cinco escrutinios en dos días. Fuente: La Nación.
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