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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 08/05/2025 15:23
Los que trabajen en hospitales nacionales fuera de Capital ya no deberán abonar mensualmente la matrícula provincial. La medida alcanza también a los residentes, que según el Gobierno podrían cobrar en entre un 7% y un 15% más. En la práctica ya ocurría, pero desde ahora, los médicos y odontólogos que trabajen únicamente en establecimientos de salud dependientes de Nación podrán hacerlo -formalmente- con su matrícula nacional, sin obligación de tramitar y abonar mensualmente la matrícula provincial, informó el Gobierno este miércoles, adelantando el contenido de una resolución que firmará esta tarde el ministro de Salud, Mario Lugones, y que saldrá publicado en el Boletín Oficial este jueves. Al cierre de estas líneas, el Ministerio de Salud no había informado a Clarín el número de personas que quedarán impactadas por esta medida, otra de las que la actual gestión presenta como parte de la impronta general de eliminar aportes o pagos duplicados y sumar transparencia al sector, como la eliminación del vencimiento, digitalización y gratuidad de las matrículas. Por lo pronto, se pudo averiguar que, en esta primera etapa, no estarán incluidos los psicólogos y tampoco otros profesionales de la salud, como los bioquímicos o los farmacéuticos que hagan tareas en centros de salud nacionales. Si bien es claro que se ordena una cuestión necesaria (los hospitales nacionales, incluyendo los de las fuerzas armadas, los de las universidades y el PAMI son como pequeñas «embajadas» de Nación), el impacto numérico de la medida será chico, considerando la innegable tendencia del sector al pluriempleo. Esto es, médicos y odontólogos que además de trabajar en un hospital nacional, por ejemplo, precisan sumar horas de trabajo en consultorios propios, en centros privados de salud o en efectores públicos provinciales. Pero quienes no lo hacen y en cambio trabajan full time en un establecimiento nacional (grupo que -hay que destacar- incluye a los residentes de Medicina y Odontología que transitan esa etapa de su carrera en centros de salud nacionales), podrán decidir, desde ahora, dejar de derivar los aportes mensuales que les toca enviar a la provincia en la que residen. Esto es, tanto el aporte jubilatorio (que de hecho hacen por duplicado, tanto a la caja provincial como a la ANSES, subraya el Gobierno) como la cuota mensual para sostener una matrícula provincial que en la práctica no utilizan. Como cada provincia define de qué manera matricula a sus médicos, ese dinero se deriva a distintos organismos, según el caso. En 13 provincias, va a parar a los colegios provinciales o “consejos de médicos”, pudo confirmar Clarín con datos de la Confederación Médica Argentina. En el resto del país, los pagos van a parar el Ministerio de Salud provincial. Salvo -vale recordar- la ciudad de Buenos Aires, que (aunque lo reclama históricamente) nunca logró tener para sí la matriculación de los profesionales que ejercen en su radio territorial. Todos profesionales a los que se les exige únicamente la matrícula nacional. El Registro Federal de Establecimientos de Salud (REFES, dependiente del Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino, o SISA) informa que son 334 los establecimientos nacionales, pero es un dato para tomar con pinzas, ya que en pocos de esos lugares se hacen tareas asistenciales. Y donde no hay asistencia a pacientes, no se puede exigir el pago de ninguna matrícula. Además, de esos 334, 109 están en CABA, de modo que no exigen matrícula provincial (sería el caso del Hospital de Clínicas, por ejemplo, que depende de la UBA). Y de los 225 restantes, 81 están en la provincia de Buenos Aires, pero, de ellos, solo 47 figuran como establecimientos de salud. Algunos ejemplos de estos últimos son los hospitales Posadas o el del El Cruce, que dependen de Nación. Los pro y contra de las matrículas provinciales de salud El Gobierno informa la decisión con el tono de que es un paso adelante en cuanto a las mayores facilidades que se ofrecerán desde lo burocrático, sin contar el beneficio económico asociado. De lo último dan algunos ejemplos. Uno de ellos es el caso hipotético de un médico de 33 años que trabaja en territorio bonaerense. Además de pagar el registro de la matrícula provincial, con el sistema instalado hasta ahora debe derivar $ 26.500 mensuales al Colegio local. También, aportar $ 190.000 a la Caja de Previsión y Seguro Médico. En el caso de un odontólogo, el monto es menor, ya que, luego de pagar el registro de alrededor de $ 80.000, abona anualmente $ 260.000, hasta en tres cuotas. Si bien reconocieron que en el caso de los residentes de Medicina, el aporte previsional puede ser del 50% (por la llamada “escala reducida”), la retención mensual de $ 26.000 que van a parar al Colegio vino siendo obligatoria. “Con la implementación de esta medida, un residente podría cobrar, de bolsillo, entre un 7% y un 15% más, dependiendo de su edad”, aseguraron desde el entorno del ministro Lugones, luego de ejemplificar con el caso de un residente de primer año en un hospital bonaerense: percibe $ 1 millón de beca, de los cuales se le restan $ 26.000 y aproximadamente $ 70.000, por el aporte previsional, cada mes. Consultado para estas líneas, Jorge Iapichino, presidente de la Confederación Médica Argentina, matizó las supuestas ventajas de la medida anunciada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, este miércoles. Por un lado, remarcó que recaerá en un número muy reducido de personas, ya que “la mayoría tiene más de un trabajo”. Pero además remarcó un dato que no es menor: “Si uno deja de hacer el aporte provincial, no tendrá la doble jubilación en el futuro. A los más jóvenes no les importa, prefieren no aportar a las cajas provinciales. Sin embargo, los médicos adultos, más cerca de jubilarse, tienen una mirada distinta de la cuestión”. Fuente: Clarín
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