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  • Un grupo de cientificos investiga un «volcán zombie» que presenta señales de actividad en Bolivia

    Concordia » Despertar Entrerriano

    Fecha: 08/05/2025 15:16

    Un grupo de científicos investiga el Uturuncu, un imponente pico de los Andes Centrales en Bolivia, conocido como “volcán zombi”: no entra en erupción desde hace 250.000 años, pero sigue dando señales de vida. A pesar de su largo silencio, el volcán mostró columnas de gas, actividad sísmica y deformaciones en su superficie, similares a los de volcanes activos. Imágenes satelitales revelaron hace más de 20 años que la montaña subía y bajaba en diferentes zonas, formando una especie de sombrero de 150 km de ancho cerca de la cima. ¿Puede un volcán resucitar de entre los muertos? El Uturuncu, un alto pico en la cordillera de los Andes Centrales es lo que se conoce como un “volcán zombi”. No ha entrado en erupción desde hace más de 250.000 años, pero muestra signos de actividad similares a los que se observan en los volcanes activos, como las columnas de gas y los temblores. Imágenes de radar satelitales tomadas hace más de dos décadas del Uturunucu, la montaña más alta en el suroeste de Bolivia, mostraron que las fuerzas dentro del volcán habían subido en ciertas áreas y bajado en otras de una región cerca de la cumbre de unos 150 kilómetros de ancho, dejando una forma similar a la de un sombrero. Recientemente, los científicos observaron más de cerca a Uturuncu, para ver si la deformación que se está desarrollando y otras actividades eran signos de que el volcán dormido podría estar despertando. Al combinar datos satelitales con el análisis de la actividad sísmica y los modelos informáticos de cómo las rocas responden a diferentes presiones, los investigadores reconstruyeron una imagen más clara de la “anatomía” interna de Uturuncu y descubrieron la causa de su agitación. Reportaron sus hallazgos en la edición del 28 de abril de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Las erupciones volcánicas suelen ocurrir cuando el magma debajo de un volcán sufre un aumento repentino y ocupa los espacios huecos subsuperficiales llamadas cámaras de magma, y luego escapa a la superficie a través de respiraderos y fisuras. Las erupciones son más explosivas cuando el magma es más espeso, atrapando gases lo que provoca que la presión se acumule y luego se libere repentinamente, expulsando con fuerza el magma en forma de lava. Pero ese no fue el caso con Uturuncu, según el estudio. Más bien, el magma, los gases y los fluidos salobres interactuaban en una red hidrotermal, un sistema con actividades que no se entendieron completamente, para producir los estruendos zombis del volcán. “Liberar tensiones” Debajo del Uturunu, a una profundidad de aproximadamente 10 a 20 kilómetros, se encuentra un vasto depósito de magma llamado Cuerpo de Magma Altiplano-Puna. Con una extensión aproximada de 200 kilómetros es el cuerpo de magma activo más grande que se conoce en la corteza del planeta. Estudios anteriores insinuaban que existía un sistema hidrotermal activo que vinculaba el depósito de magma y la cadena montañosa de la superficie, pero se desconocía cómo interactuaban el magma y los fluidos dentro de esta red. Utilizando las señales de más de 1.700 eventos sísmicos entre 2009 y 2012, los científicos produjeron imágenes de alta resolución de la corteza poco profunda debajo de Uturuncu. También registraron cambios eléctricos y gravitacionales bajo tierra, y cambios en la química de las rocas, revelando detalles nunca vistos del sistema de canales debajo y dentro del volcán a medida que circulaba fluido calentado geotérmicamente. Los investigadores descubrieron que a medida que el cuerpo de magma calentaba el líquido subterráneo y liberaba gases, el gas y el líquido migraban hacia arriba y se acumulaban en cámaras debajo del cráter volcánico. Su movimiento a través del Uturuncu generó terremotos, liberó vapor y deformó la roca del volcán, causando una subida de la superficie de aproximadamente 1 centímetro por año. La dinámica interna de Uturuncu no solo explica su actividad, sino que también sugiere que este “zombi” no revivirá pronto, dijo el coautor del estudio, el Dr. Mike Kendall, profesor y jefe del departamento de ciencias de la tierra de la Universidad de Oxford. “No estamos viendo un aumento rápido en la sismicidad. Sería una mala señal, y luego una sismicidad que comienza a migrar de una gran profundidad a profundidades mucho menores, lo que generalmente indica de que el magma está en movimiento”, le dijo Kendall a CNN. “No estamos viendo nada de eso”, añadió. “Parece que es solo el volcán desgasificándose, liberando tensiones y calmándose, en todo caso”. El uso de múltiples técnicas fue una parte clave para enfocar la estructura del subsuelo de Uturuncu, según el geólogo Dr. Benjamin Andrews, director del Programa de Vulcanismo Global en el Museo Nacional de Historia Natural de la Institución Smithsonian en Washington. De forma aislada, los métodos que investigan la actividad sísmica, la química de las rocas y la física “nos daban resultados interesantes, pero algo ambiguos”, dijo Andrews, que no participó en el estudio. Juntos, estos métodos apuntan a un sistema hidrotermal en lugar de un aumento de magma como la causa de la actividad de Uturuncu, y a la vez proporcionan una instantánea de la interacción entre el magma, la roca y el fluido debajo de los volcanes. “Esta (investigación) tiene importancia para comprender los volcanes, las rocas graníticas, los cuerpos minerales y la formación de la corteza continental”, dijo Andrews en un correo electrónico. También es importante reconocer que algunos volcanes pueden estar bastante activos “pero no necesariamente estar preparados para la erupción”. Decenas de zombis A lo largo de décadas, el Programa Global de Vulcanismo ha registrado unos 50 volcanes zombis de más de 12.000 años de antigüedad, pero de menos de 2,6 millones de años. Sus señales de actividad son “en su mayoría características geotérmicas como aguas termales y fumarolas (abertura por donde escapan los gases calientes)”, dijo el coautor del estudio, el Dr. Matthew Pritchard, profesor de geofísica de la Universidad de Cornell, en Nueva York. Dado que el Uturuncu es una de las muchas docenas de volcanes zombis que los científicos rastrean en todo el mundo, los nuevos hallazgos podrían ayudar a identificar qué zombis corren el riesgo de entrar en erupción. Algunos zombis muestran temperaturas superficiales elevadas y ya están siendo explorados como posibles fuentes de energía geotérmica, así como por sus depósitos minerales, “pero muchos están listos para que se investiguen más”, dijo Pritchard a CNN en un correo electrónico. “Algunos podrían estar en un declive largo y lento, simplemente enfriándose en comparación con los tiempos más cálidos anteriores. Otros podrían eventualmente tener algún aumento en la actividad”, dijo. “Pero todavía no sabemos cómo distinguirlos”. Observar las “tuberías internas” de un volcán podría revelar posibles objetivos para aprovechar la energía geotérmica y acceder a metales que son esenciales para las tecnologías, como el cobre, el níquel y el platino, agregó Kendall. Y esta combinación de métodos podría ser útil para analizar cualquier tipo de volcán, no solo zombis. “Es una muy buena manera de comprender mejor la anatomía de un volcán, en qué etapa de desarrollo se encuentra”, dijo. “Eso es muy importante para la evaluación de riesgos y peligros”. Fuente: CNN Español

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