08/05/2025 16:52
08/05/2025 16:52
08/05/2025 16:51
08/05/2025 16:51
08/05/2025 16:50
08/05/2025 16:50
08/05/2025 16:50
08/05/2025 16:49
08/05/2025 16:49
08/05/2025 16:48
» Elterritorio
Fecha: 08/05/2025 13:19
Antes de iniciar una construcción es necesario contar con asesoramiento técnico, registrar la obra, aplicar medidas de seguridad y concientizar a los trabajadores. En el ámbito domiciliario, la electricidad representa uno de los mayores riesgos. jueves 08 de mayo de 2025 | 12:30hs. El uso correcto del casco, arneses y calzado adecuado es fundamental para prevenir accidentes en obras. En un contexto de crecimiento urbano, muchas obras en construcción se desarrollan sin cumplir con las condiciones mínimas de seguridad. Aunque existen normativas, supervisión estatal y protocolos establecidos, los siniestros persisten debido a conductas negligentes y la falta de compromiso individual con los cuidados. La seguridad en el ámbito laboral requiere tanto de recursos técnicos como de decisiones responsables. “Por más que te cuides al cien por ciento, cuando no conocés el riesgo ni tenés idea de lo que puede pasar, los accidentes igual ocurren. Lo que cambia es la gravedad. Si contás con elementos de protección, quizás tengas un incidente. Si no los usás, ese mismo hecho puede ser mortal”, sostuvo Diego Fontana, presidente del Colegio Profesional de Higiene y Seguridad de Misiones. Asimismo, detalló que el rubro de la construcción lidera la siniestralidad en la provincia. Ante eso, muchas empresas implementan charlas diarias de cinco minutos para reforzar los cuidados en cada tarea, pero aún así los trabajadores suelen sacarse el casco o el arnés cuando creen que “ya están por terminar”. A su vez, el referente advirtió que el entorno de trabajo determina qué elementos deben usarse, y aclaró que el casco, los protectores auditivos u oculares no se colocan “por las dudas”, sino tras una evaluación técnica del riesgo. “Las medidas de seguridad no son una sugerencia ni un accesorio. Hay que evaluar el entorno de trabajo y aplicar todas las estrategias posibles antes de llegar a exigir el uso de un elemento de protección”, remarcó. Por otro lado, Fontana explicó que aunque muchas empresas hoy invierten en insumos adecuados, muchas veces los accidentes se deben a que los trabajadores no los utilizan. En ese sentido, consideró que el gran desafío actual es lograr una verdadera concientización del riesgo. Los accidentes más graves suelen producirse por caídas desde altura, contactos eléctricos o manipulación de máquinas en movimiento, con correas o poleas. En relación con el control estatal, comentó que las aseguradoras de riesgo de trabajo visitan regularmente las obras registradas. Si detectan incumplimientos, dan aviso al Ministerio de Trabajo y a la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. También señaló que la municipalidad tiene responsabilidad al autorizar las construcciones, ya que ninguna obra puede realizarse sin presentar la documentación correspondiente ni sin contar con un asesor de seguridad e higiene. “Cada ART tiene un 0800 para denunciar irregularidades. Si como transeúnte no sabés cuál es, podés llamar a la Superintendencia de Riesgo de Trabajo o al Ministerio de Trabajo de Misiones. También se pueden hacer denuncias en el municipio. La municipalidad tiene inspectores que intervienen especialmente cuando la obra obstruye la vereda o fuerza al peatón a bajar a la calle, lo cual está prohibido”, explicó Fontana. Del mismo modo, advirtió que cuando llegan los inspectores, muchas veces los obreros “desaparecen” del frente de obra y reaparecen con casco y equipo completo. Para Fontana, esto demuestra que los trabajadores conocen las normas, pero no siempre las aplican si no hay control. “La persona tiene que entender que va a trabajar para sostenerse. Y si su cuerpo no está bien, ya no va a poder seguir trabajando”, expresó. Accidentes domiciliarios En cuanto a los accidentes domiciliarios, el especialista identificó a la electricidad como el principal factor de riesgo. Cambiar un portalámparas, manipular el tablero eléctrico o reemplazar una térmica sin conocimientos adecuados puede provocar una descarga o incluso un incendio. A su vez, alertó sobre el uso de zapatillas múltiples: “no están homologadas y no son para un uso cotidiano en viviendas”. Además, recomendó evitar improvisaciones al momento de adquirir materiales eléctricos. Muchas personas compran e instalan térmicas sin asesoramiento y eligen modelos que no se corresponden con el consumo real del hogar, lo que aumenta el riesgo de fallas o cortocircuitos. “La electricidad es silenciosa y es mortal. Vos no vas a meter la mano debajo de un martillo en movimiento porque lo estás viendo. Pero sí la ponés donde no sabés qué hay detrás. Mi consejo es que no pongas la mano donde no sabés qué hay. Así nos vamos a cuidar, vamos a cuidar a los demás y vamos a llegar a la jubilación sanos y seguros”, concluyó Fontana.
Ver noticia original