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Chajari » Elespejorevista
Fecha: 08/05/2025 06:30
7 mayo, 2025 Nacieron el mismo día, en la misma casa humilde de Entre Ríos. Hoy, las trillizas Reina recuerdan una vida marcada por el esfuerzo, el amor y la fe heredada de su madre. ADRIANA, MARGARITA Y CLAUDIA REINA HOY, JUNTO A SU PAPÁ LUIS. LUEGO DE LA NOTA EN EL ESPEJO. Por Claudia Cagigas Adriana, Margarita y Claudia Reina nacieron hace 47 años en Villa del Rosario, un pueblo del norte entrerriano. Llegaron al mundo el mismo día, en el mismo hogar humilde, sorprendiendo a toda la comunidad: sus padres esperaban mellizos, pero fueron tres. Desde entonces, su historia de vida —marcada por la sencillez, el trabajo y el valor de la familia— dejó huella en el corazón del pueblo. Un nacimiento inesperado en el corazón de Entre Ríos Todo comenzó en el Hospital Santa Rosa de Chajarí. Luis Reina había acompañado a su esposa, Antonia, para dar a luz. Luego se fue a trabajar al municipio, sin saber que casi de inmediato lo llamarían con una noticia que cambiaría su vida: no eran dos bebés, eran tres. Así nacieron Adriana, Margarita y Claudia, las trillizas Reina. Tres hermanas que compartieron la infancia en una casa modesta, donde no abundaban las cosas materiales, pero sí el amor, los juegos y la compañía. MARGARITA, CLAUDIA Y ADRIANA REINA (DE IZQUIERDA A DERECHA). Antonia: madre, trabajadora y curandera de palabra Antonia, su madre, fue el pilar de la familia. Mujer de fe profunda y manos bondadosas, no solo crió a sus cinco hijos —las trillizas y dos varones mayores—, sino que también se convirtió en una figura muy querida en Villa del Rosario por su capacidad de “curar de palabra”. Curaba empachos, mal de ojo y otros males con oraciones transmitidas por generaciones. Jamás pidió dinero por ello: quienes se acercaban dejaban lo que podían, siempre agradecidos. Margarita, una de las trillizas, heredó ese don. Hoy, a pesar del paso del tiempo, la gente sigue buscándola cuando necesita alivio. MARGARITA, ADRIANA Y CLAUDIA (DE IZQUIERDA A DERECHA). Tres hermanas, tres caminos distintos Aunque nacieron juntas y comparten el mismo apellido, las trillizas Reina siguieron caminos muy diferentes. Claudia fue la única que se casó. Vive en la colonia, tiene seis hijos y un nieto, y lleva adelante su hogar mientras su esposo trabaja en el campo. La recuerdan como la más inquieta y traviesa de pequeña. Adriana, a quien todos señalan como la de carácter fuerte, trabaja en un aserradero. Vive con Margarita, quien decidió quedarse en la casa familiar para cuidar a su padre, Luis, viudo desde hace once años. Margarita se define como la más sentimental. Siempre estuvo muy unida a Claudia, con quien compartió muchas etapas de su vida. Las tres crecieron en un entorno de esfuerzo: trabajaron desde chicas y no pudieron continuar los estudios. Sin embargo, aprendieron a salir adelante con lo que tenían, sostenidas por el cariño mutuo y el ejemplo de sus padres. LOS 15 DE LAS TRILLIZAS: ADRIANA, CLAUDIA Y MARGARITA (DE IZQUIERDA A DERECHA). DEBAJO SU PAPÁ LUIS, MAMÁ ANTONIA, ABUELA PETRONA Y MARGARITA GRIPO (MADRINA DE CLAUDIA). El valor de lo sencillo: familia, esfuerzo y unión La historia de las trillizas Reina no está marcada por lujos ni por grandes gestas, pero sí por valores profundos. Es la historia de una madre que curaba con la palabra, de un padre que salía a trabajar sin quejarse, de hermanas distintas que siguen juntas a pesar de todo. En tiempos donde las redes sociales están llenas de ficciones, historias como la de Adriana, Margarita y Claudia nos devuelven a lo esencial: el valor de la familia, la importancia de los vínculos y la fuerza silenciosa de tantas mujeres argentinas que sostienen, acompañan y curan. Reviví el encuentro con las trillizas Reina en “El Espejo”: una charla íntima, cargada de emociones, recuerdos y silencios que hablan. ¿Conocés una historia parecida en tu pueblo? Compartila o dejá tu comentario para que otras vidas también salgan del anonimato. Si te gustó esta nota, compartila para que más personas conozcan esta historia de vida en Entre Ríos.
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