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» Rafaela Noticias
Fecha: 07/05/2025 16:45
Humo en tiempos de WiFi: el ritual del Vaticano que aún desafía al siglo XXI En una era dominada por la inmediatez, los mensajes instantáneos y las redes sociales, el Vaticano sigue aferrado a una señal ancestral para anunciar al nuevo Papa: una voluta de humo blanco que se eleva desde la chimenea de la Capilla Sixtina. El cónclave 2025 comenzó este miércoles en Roma, y con él se puso en marcha un protocolo que parece suspendido en el tiempo, pero que aún marca uno de los momentos más esperados por la Iglesia Católica. A puertas cerradas y con absoluto hermetismo, 133 cardenales de todo el mundo —la mayor cifra en la historia de los cónclaves— se reúnen para elegir al sucesor de Pedro. Representan a 70 países y deberán alcanzar al menos 89 votos a favor de uno de ellos para que se concrete la elección. Hasta entonces, seguirán cuatro rondas diarias de votación: dos por la mañana y dos por la tarde. El cónclave reúne a 133 cardenales en completo aislamiento para elegir al nuevo Papa (REUTERS/Murad Sezer) Pese a la sofisticación tecnológica del siglo XXI —con drones sobrevolando la Plaza de San Pedro y sistemas biométricos que identifican rostros—, dentro del Vaticano rige un aislamiento absoluto. Se bloquea toda señal de internet, se confiscan los teléfonos móviles y los cardenales prestan juramento de silencio bajo pena de excomunión. La señal del “habemus papam” no llegará por Twitter ni por una app: vendrá, como desde hace siglos, desde una pequeña chimenea y en forma de humo. Negro si no hubo acuerdo. Blanco si hay un nuevo pontífice. El uso del humo tiene un trasfondo práctico y simbólico. En sus orígenes, se quemaban únicamente las papeletas de votación, lo que generaba un humo gris que a veces confundía a los fieles. Uno de los casos más recordados fue en 1958, durante el cónclave que eligió a Juan XXIII: una fumata ambigua provocó festejos prematuros. Desde entonces, el Vaticano incorporó productos químicos y un sistema de doble estufa para asegurar la claridad del mensaje: blanco, sí; negro, no. La fumata blanca, símbolo tradicional, sigue anunciando la elección del Pontífice (AP/ARCHIVO) Detrás de esa imagen tradicional hay una cuidadosa combinación de elementos como perclorato de potasio, lactosa y resina de pino, que junto con la quema de las papeletas, genera el humo con el color deseado. Nada queda librado al azar. Cuando finalmente se llegue al consenso, el cielo romano lo dirá primero. Luego, el balcón central de la Basílica de San Pedro se abrirá y el protodiácono, vestido de oro, pronunciará las palabras más esperadas: “Annuntio vobis gaudium magnum: habemus papam.” Así, en pleno 2025, mientras millones siguen la cobertura en vivo con sus celulares en alto, una vieja tradición medieval volverá a enlazar el pasado con el presente. Porque en el Vaticano, a veces, el futuro todavía se anuncia con humo.
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