Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Axel Rivas y una pregunta incómoda sobre el sentido de la educación: “¿Qué vale la pena aprender en un mundo artificial?”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 07/05/2025 06:43

    Axel Rivas, autor de libros claves sobre política educativa, fue en encargado a abrir la primera de las tres jornadas dedicadas a repensar y transformar la educación en América Latina Crédito: Cortesía Ticmas Una tarde lluviosa y otoñal fue el marco del inicio del VI Seminario de Innovación Educativa en el auditorio de Ticmas presente en la Feria del Libro y ubicado en el Hall Central del predio de La Rural, en la Ciudad de Buenos Aires. “Es una alegría abrir esta nueva edición con la presencia de docentes, directivos, investigadores, emprendedores y también estudiantes de diversas partes de América Latina”, saludó Patricio Zunini a los presentes en el colmado auditorio. Y explicó: “Durante tres jornadas, hoy, mañana y pasado, vamos a explorar cómo se transforma la educación de hoy con inteligencia artificial, con experiencias situadas, con nuevas formas de enseñar y aprender, con alianzas que cruzan fronteras, con una convicción compartida de que la calidad educativa empieza a proponer a los chicos y a las chicas en el centro de la escena”. “Agradecemos a todos los que nos acompañan hoy, en especial a quienes han viajado de otros países para ser parte de este encuentro. También agradecemos a los equipos que desde las instituciones educativas y organismos aliados hacen posible este encuentro plural, con perspectivas diversas, donde lo pedagógico, lo tecnológico y lo institucional se encuentran para pensar un objetivo en común”, finalizó para dar paso a la conferencia inaugural del Dr. en Ciencias Sociales y especialista en educación Axel Rivas quien fue director de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés y presidente del Consejo Nacional de Calidad en Educación; además de ser autor de libros claves sobre política educativa como “¿Quién controla el futuro de la educación?” (2019, Siglo XXI) ¿Qué vale la pena aprender en un mundo artificial? Axel Rivas Seminario Ticmas FIL 2025 “Es un gusto estar aquí; conversar con ustedes. Quería proponer una pregunta que de alguna manera tenemos todos entre las manos o en la cabeza y que tiene que ver con la duración, la conservación y el sentido de los aprendizajes en un mundo cambiante, incierto, donde nos cuesta cada vez más ver el futuro, adivinar”, inició su presentación Axel Rivas. Y planteó que “se trata de hacer un poquito el ejercicio que de alguna manera es fundacional de la escuela. Y es tratar de mirar lo desconocido del más allá que les espera a nuestros alumnos. La escuela es una especie de institución de anticipación. No solo eso, también vive para el presente de nuestros alumnos. Pero uno de sus ojos está siempre mirando hacia adelante. Y ese ojo está un poco en una nebulosa desde hace tiempo ya, pero quizás cada vez más”. “Todas las certezas que de alguna manera nos permitían construir una promesa; una promesa que nos hacía pasar el duro trago de aprender cosas que uno no le ve la utilidad inmediata. Es una promesa que se está desvaneciendo y que de alguna manera tenemos que renovar nuestras respuestas”, reflexionó para repensar el impacto de lo vertiginoso de la inteligencia artificial que hace que aparezcan “nuevas preguntas o se renuevan las preguntas o cambia un poco también el dónde se coloca esa pregunta”. “Y de pronto nos vemos invadidos por la máquina en todas partes y no sabemos bien hasta dónde va a llegar entonces; e incluso tareas más elaboradas, más refinadas, que tienen que ver con el pensamiento, con características más propias de lo humano, se ven invadidas y tan rápidamente que uno podría decir ¿Qué va a ser de esta tarea? Por ejemplo, la escritura o el diseño o la programación incluso”, reflexionó. Corrientes educativas Axel Rivas Seminario Ticmas FIL 2025 Para Rivas se trata de pensar “De aquí a diez años, que es un horizonte que tenemos para pensar una escuela para nuestros alumnos. La primera teoría, la primera respuesta posible, es la teoría curricular más vinculada a lo clásico. La defensa de lo clásico, la defensa de las disciplinas, la defensa de aquello que es considerado como lo que no pierde valor nunca. Lo clásico tiene esa definición, que es algo que vuelve una y otra vez más allá de los tiempos; más allá de las incertidumbres del corto plazo. Entonces es como una especie de garantía. Leer a Shakespeare, en cierto sentido, sabemos que es una apuesta segura. Y hay toda una gran corriente curricular que defiende la idea de la enseñanza clásica, de los conocimientos de las grandes ciencias, de la filosofía, de la historia y que nos permiten pararnos en el mundo”. “Un autor clásico, Hirsch, hablaba de una cultura general, de la alfabetización cultural e incluso tiene un libro muy conocido de hace ya unos 30 o 40 años, donde él decía que había 5000 conceptos que toda persona tenía que saber. Y si conocía esos conceptos se podía mover en el mundo y además podía hablar con otros y tener un lenguaje común. Esta defensa de una cultura básica que nos asegura, en cierto sentido, poder pararnos en el mundo. Esto viene también de la mano de ciertas tradiciones, de una escuela más centrada en el conocimiento, en los exámenes, en la rigurosidad”, explicó Rivas. Y agregó: “ El buen docente es aquel que conoce muy bien su disciplina, ¿no? Sobre todo uno lo puede ver en la escuela secundaria y puede ser un defensor de esa disciplina a rajatabla y llevar al alumno al terreno del conocimiento. Frente a esta gran corriente, una antítesis que fue cobrando distintas formas y que podemos ponerle como categoría central que es la escuela que enseña para la vida. Que es una propuesta que también tiene muchas orientaciones distintas, pero que separa un poco la vereda de enfrente a la corriente clásica. Y lo que dice es miremos de adelante hacia atrás, qué le va a servir al alumno para su vida real de lo que enseña la escuela. Qué cosas debería saber para moverse en este mundo”. “Eso tiene distintas posiciones. Una que quizás ustedes reconozcan fácilmente es la enseñanza de competencias. Ha sido todo un debate un poco superfluo, si competencias o contenidos; es una falsa polarización, pero uno lo puede ver desde la idea de que es más importante que un alumno se pueda mover en el mundo, se pueda comunicar, pueda también tener capacidad de pensamiento crítico, creatividad”, indicó el Dr. en Ciencias Sociales. Axel Rivas, autor de libros claves sobre política educativa, fue en encargado a abrir la primera de las tres jornadas dedicadas a repensar y transformar la educación en América Latina Crédito:Cortesía Ticmas Y planteó: “Entonces empiezan a aparecer todas corrientes que además en algunos casos vienen muy vinculadas al mundo laboral. La idea de que en el trabajo ya lo que piden tiene que ver más con estas competencias y por lo tanto formar en estas competencias. Y detrás de esta segunda corriente más orientada a la vida, también viene una renovación pedagógica. Así como la primera tenía esta orientación principal prioritaria de la enseñanza más enciclopédica y el atravesar grandes pruebas de conocimiento, leer mucho, estudiar y rendir exámenes. Esta otra corriente está más vinculada a una idea de llevar al alumno a la realidad, hacer proyectos, salir del aula como un encierro. Salir de que la única manera de conocer es a través del distanciamiento abstracto de la lectura o del estudio, atravesar situaciones problemáticas, ir a situaciones reales, hacer proyectos, resolver problemas”. ”Hay una tercera posición que yo creo que es muy interesante porque porque sale un poco también de ciertos giros ideológicos que se producen detrás de todo debate educativo. Siempre es un debate político también, que es la idea de una cierta vuelta a los conocimientos que algunos autores, quizás el más conocido en inglés se llama Michael Anders, ya algunos años defienden como conocimientos poderosos”, destacó. Se trata de “una vuelta a las disciplinas, pero ya no en un formato tan clásico, no en un formato tan enciclopédico. Los grandes dominios de conocimiento son los que transforman a una persona frágil e indefensa en una persona poderosa. Entonces ahí hay una reconceptualización, una especie de mezcla también de la manera de pensar el currículum, que se asocia a muchas teorías y muchos autores, pero que sobre todo tiene como punto central la idea de que un alumno tiene que atravesar conocimientos profundos. Y esta es la idea de pensar no solamente en todo lo que uno debería saber, sino para qué sirve eso que uno aprende”, subrayó Rivas ante la escucha atenta de los presentes. Qué vale la pena, los esenciales y los fundamentales “Las disciplinas tienen dos grandes componentes que deberían ser aprendidos en la escuela, que son los esenciales y los fundamentales”, planteó Rivas y explicó que se trata de aprender conocimientos esenciales de la química, de la biología, de la matemática, de la literatura, y al mismo tiempo aprender lo fundamental como “¿Para qué sirve la física? ¿Dónde la puedo usar en mi vida cotidiana?” “Esos dos grandes componentes son los que deberían ser ejercitados, en vez de una gran lista de contenidos que se estudian de memoria y se olvidan rápidamente”, argumentó. “¿Y entonces volvemos acá a la pregunta inicial de qué vale la pena aprender hoy? Es una pregunta que va cobrando nuevas formas. Y yo creo que también un equívoco que aparece mucho asociado sobre todo con este auge de la inteligencia artificial que- antes lo podíamos visualizar y ahora mucho más- y es la idea de que si está en internet, o en la inteligencia artificial ¿Para qué lo tengo que aprender. Si yo lo puedo googlear. ¿Para qué necesito saber?”. Somos lo que sabemos Axel Rivas Seminario Ticmas FIL 2025 “Esto creo que va de la mano también de que el conocimiento no es algo externo. Cuando uno pasa tantas pruebas y de alguna manera hace ese ejercicio de memorizar, siente que lo que está aprendiendo. Pero cuando uno hace el ejercicio de interiorizar, de hacerse preguntas uno mismo, de entender por qué es tan importante para mi vida esta mirada”, reflexionó. “Y desde ahí creo que hay una respuesta necesaria para todos los que trabajamos en la educación. El saber no es algo externo, es nuestra identidad; nosotros miramos el mundo desde nuestro conocimiento. Por lo tanto, que yo no sepa los esenciales y los fundamentales de la historia afecta a toda mi personalidad, afecta mi visión del mundo, del otro, de la política, de qué va a pasar, de los intereses, del poder de nuestro lugar en el mundo, de qué significa nuestro país, de las fronteras, del Estado, de los gobiernos, todas esas cuestiones que son centrales para mi vida y para la vida de la ciudadanía quedan afectadas”, planteó. Y argumentó: “La idea de que está en Google o que lo puede resolver la inteligencia artificial es no entender esas esencias, esos conocimientos poderosos que cuando uno los tiene se transforma en otra persona y esa persona es la que actúa en el mundo y esa persona es la que de alguna manera puede usar esas plataformas, esas lentes, para hacer algo distinto, para ser y hacer algo distinto. Entonces, una respuesta necesaria, creo que muchos de ustedes la tendrán en sus manos, es que frente a esta incertidumbre de sí necesitamos seguir aprendiendo y no porque lo haga la máquina, no tenemos que hacerlo nosotros”. La jugada “El ajedrez, que a mí me gusta mucho jugar, es una especie de adelanto en el tiempo con lo que está pasando con el lenguaje de hoy, con la inteligencia artificial. Hace unos diez años más o menos, y un poquito más todavía, las máquinas superan por completo a los humanos y hoy cualquier celular le gana al campeón del mundo de ajedrez. Y sin embargo, seguimos jugando al ajedrez”, señaló Rivas. “No dejamos de jugar al ajedrez cuando la máquina nos superó. Como no dejamos de escribir poesía cuando la máquina en un segundo hace una poesía que puede ser incluso más brillante que la que nosotros podamos crear, o una música o lo que sea”, indicó. “Es decir, no dejamos de interactuar con el mundo, con los sentidos, con los otros, con el conocimiento, con la política porque la máquina lo puede hacer. En todo caso, tendremos que aprender cómo dialogar con esas máquinas, como potenciarnos, como repensarnos a través de esas nuevas posibilidades. Pero no pensar que porque está ahí afuera, entonces no lo necesitamos acá adentro”, finalizó Rivas su conferencia inaugural ante el cálido aplauso de los presentes. Una breve entrevista Axel Rivas Seminario Ticmas FIL 2025 “Una conferencia iluminadora”, celebró Patricio Zunini que aprovechó la ocasión de contar con la presencia del especialista para consultarle si “la tecnología que nos regula la vida también es la que nos enseña”. Al respecto, Rivas aseguró: “Nosotros vivimos en un entorno tecnológico siempre, es decir siempre hubo mediaciones entre nosotros y la realidad, la cultura. Creo que en cierto sentido, uno puede hacer la analogía así como lo hacía con el ajedrez, con la calculadora”. “La calculadora se inventa en los años 50, pero se empieza a hacer más masiva en los años 70 y produce un caos en la escuela porque resolvía en un segundo una operación que los alumnos tenían que hacer pensando por sí mismos y tarda un tiempo. Pero la escuela va encontrando una manera de estabilizar el uso de la calculadora, de saber cuándo sí, cuándo no qué, qué importancia tiene para el aprendizaje de lo esencial de la matemática, cuándo ayuda y cuándo no”, ejemplificó. Y agregó: “El problema, quizás ahora, es que esto es mucho más profundo que una calculadora y es mucho más rápido el tiempo en el cual intercede nuestra vida. Pero siempre estamos mediados por tecnologías que nos ayudan y nos complejizan la manera de aprender. Todos los que somos docentes sabemos que hay un elefante en la habitación que tiene que ver con la copia y con la posibilidad de que nuestros alumnos se hagan pasar por otros y de perder también esa posibilidad de aprender ellos mismos. Entonces me parece que ahí hay todo un desafío adicional para pensar la tecnología”. Por último, Zunini retomó la idea que trabaja Eduardo Levy Yeyati sobre que la inteligencia artificial comunica lo que ya está escrito, pero no la experiencia, generando un diferencial en el docente difícil de igualar. “Seguro siempre, siempre lo es. Pero, no me gustaría pensar que lo que hace la máquina es lo que no tiene que hacer el docente. Hay que salir un poco de esa especie de lenguaje de oposición. Me parece que ponerse en juego, poner al alumno en situación de usar la inteligencia artificial nos permite salir un poco del fantasma del temor. Pero también es cierto que lo que está pasando, los movimientos que se producen, se producen dentro de un contexto de una institución escolar que tiene sus lógicas, que tiene sus rutinas y que muchas veces se ve invadida por situaciones que no puede controlar con esas viejas rutinas y que no es tan fácil adaptarse”, planteó y llamó a pensarse en el desafío de la flexibilidad.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por