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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 07/05/2025 06:42
Extra omnes. Una vez se pronuncien esas palabras en latín esta tarde, las puertas de la Capilla Sixtina se cerrarán, dejando enclaustrados ‘bajo llave’ a los 133 cardenales entre los que se encuentra el nuevo papa de la Iglesia católica. Es en ese preciso momento en el que arrancará oficialmente el cónclave y el peso de la historia caerá sobre los hombros de esos hombres venidos de cada rincón del planeta para celebrar en el Vaticano una votación cargada de secretismo y aislamiento para elegir al líder espiritual de los católicos en el mundo, una población de más de 1.406 millones de personas, el 17,7% de la mundial (según datos del propio Vaticano de 2023). Capilla Sixtina ante el Cónclave 2025 (Prensa Santa Sede) Francisco murió el pasado 21 de abril y en estos días la curia ha estado ocupada: organizando su capilla ardiente, el funeral, las liturgias del luto (Nomendiales), las congregaciones generales en las que se ha hablado del futuro de la Iglesia y del legado de Jorge Bergoglio, de la gestión de las finanzas vaticanas, de los episodios de abusos, de la postura sobre la comunidad homosexual... Pero ahora ha llegado el momento clave en el que los cardenales papables, aquellos con menos de 80 años, tienen la misión de escoger a uno de ellos para ser el próximo pontífice y guiar a la Iglesia en los años venideros. El papa Francisco habla con el secretario de Estado del Vaticano, monseñor Pietro Parolin en 2014. (AP Foto/Riccardo De Luca, Archivo) ‘Quien entra papa sale cardenal’, dicen en Italia. Y es que desde antes de que muriera Francisco y con más fuerza después, son varios los nombres que han sonado como papables entre los cardenales, pero obviamente solo son especulaciones. De hecho, incluso el Vaticano ha sido víctima estos días de la desinformación y las publicaciones confusas que solamente han servido para demostrar que no hay un candidato claro. Solo el color de las fumatas y el paso de los días permitirá saber quién será el próximo pontífice. Quinielas, totopapas, fantapapas y rumores de cisma aparte, hay algunos nombres que han sonado más que otros en este proceso: está el poderoso cardenal italiano Pietro Parolin, actual Secretario de Estado del Vaticano, de 70 años, cuya experiencia le han aupado a una posición preeminente por su enfoque en los problemas internacionales y su sólida experiencia en la gestión eclesiástica. Entre los papables también se menciona siempre en las quinielas al mediático cardenal filipino Luis Antonio Tagle, y en el lado italiano también se encuentra el patriarca de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, de 60 años, quien destaca por su labor de promoción del diálogo interreligioso y la paz, especialmente en la Tierra Santa. Colegio Cardenalicio (Santa Sede) Entre otros nombres que han ido apareciendo en los últimos días también está el estadounidense Robert Francis Prevost o el francés Jean-Marc Aveline. Como tampoco se sabe cuántas votaciones se necesitarán para aglutinar el voto en un mismo candidato, pero los expertos indican que si el jueves o el viernes la fumata blanca aún no ha llegado aumentaría la posibilidad de una sorpresa y es en ese momento cuando surgirían los nombres de otros cardenales como Matteo Zuppi o Fernando Filoni. Cardenal Luis Antonio Tagle. (REUTERS/Guglielmo Mangiapane/File Photo) Cómo será el cónclave en 2025 El cónclave del siglo XXI será absolutamente igual que en los siglos pasados. Lo único que cambia es que al aislamiento al que se someterá a los cardenales, que dormirán y comerán en la residencia de Santa Marta, se sumara un blindaje digital y se desconectará la red móvil en el Vaticano para evitar intromisiones. Los cardenales tampoco podrán tener ningún aparato electrónico encima. Participarán en el cónclave los 133 cardenales electores, es decir, los que tienen menos de 80 años sobre un total de 252 miembros del Colegio Cardenalicio. Aunque en total son 135 los cardenales papables, dos de ellos anunciaron su ausencia por problemas de salud. Cientos de periodistas, peregrinos y fieles colmarán la Plaza San Pedro, atentos a cada detalle. El mundo sigue en vilo cada movimiento del Vaticano y su simbólica chimenea. (Aciprensa) Es el cónclave más internacional y numeroso hasta la fecha, ya que el papa Francisco creó diócesis en lugares remotos para el catolicismo, y muchos de ellos aún no se conocían. Aun así, los europeos siguen siendo mayoría y componen un grupo de 60 personas, 19 de ellos italianos. El resto se distribuyen entre los 23 cardenales de Centroamérica y Latinoamérica, los 12 de América del Norte, los 15 de África, los 20 de Asia y los 3 de Oceanía. Así será la fumata blanca cuando se elija al nuevo papa En la tarde de arranque de la votación, prevista para las 16:30 horas, los cardenales electores llegarán desde la residencia de Santa Marta a la Capilla Paolina del Palacio Apostólico del Vaticano para formar una procesión junto con otros miembros de la Curia, explica la Santa Sede. Mientras avanza la procesión, los cantores y la asamblea cantarán alternadamente las letanías hasta llegar a la Capilla Sixtina, en el que los electores ocuparán cada uno su lugar y rezarán juntos en silencio con los demás participantes. Después de la oración, los cardenales electores, en presencia de todos los que han participado en la procesión solemne, pronunciarán su juramento. Cuando todos lo hayan hecho, será cuando el maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias dirá el extra omnes y será el momento en el que aquellos que no participan en el cónclave deberán abandonar la Capilla Sixtina. Infobae Desde El Vaticano por la muerte del Papa Francisco La primera fumata llegará esta misma tarde, en la que solo se celebrará una votación. Jueves y viernes se celebrarán dos votaciones por la mañana y dos por la tarde, por lo que las fumatas serán aproximadamente o después de las 10:30 horas o después de las 12 horas por la mañana y tras las 17:30 horas o tras las 19:00 horas por la tarde, ha explicado el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni. Una vez iniciado el Conclave, no se filtrará nada más: el mundo solo podrá observar el color del humo de la Capilla Sixtina. Los frescos de Miguel Ángel serán los únicos testigos mudos de la votación hasta que llegue el habemus papam.
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