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» Diario Cordoba
Fecha: 07/05/2025 02:04
Hoy comienza el cónclave para elegir nuevo Papa con una primera votación cuyo resultado se sabrá sobre las siete y media de la tarde y que casi con toda seguridad no será fumata blanca. «Se ha ido Francisco», dicen los más jóvenes que desean que la Iglesia designe un nuevo Papa que siga la senda de Francisco, un hombre bueno con cierto talante progresista, deseoso de encontrar la paz y muy alejado del ruido que otros mandatarios despiertan a diario y que ha querido ser enterrado en un lugar único, la iglesia de Santa María la Mayor, en cuya nave lateral descansa siendo el único Papa que lo hace en este lugar y que, según sus palabras, lo eligió por su devoción hacia la virgen María y por ser un lugar humilde y cercano a los fieles, que en riadas acuden a esta iglesia a venerar al que consideran el papa del pueblo. Hay estelas que perduran en el tiempo y seguramente la de Francisco será una de ellas porque fue un hombre que supo escuchar, que amó y perdonó, y cuya forma de juzgar se alejaba mucho de aquella otra que tienen otros miembros de la Iglesia que siempre encuentran el pecado en el prójimo, sobre todo si es mujer o diferente, y que no lo supieron ver ni condenar cuando se producía entre los muros de sus centros religiosos, dejando a cientos de niños y adolescentes en una deriva complejísima y desalentadora. No sabemos quién será el nuevo papa, pero desde luego deseo que sea un cónclave corto para evitar en lo posible las luchas entre las diferentes facciones, luchas asesinas que desangran y que sacan lo peor del ser humano cuando hablamos de poder, que a fin de cuentas es de lo que va todo esto si tenemos en cuenta que el papa es un ser poderoso, no solo en espíritu, también en los aspectos económicos, sociales y las relaciones internacionales. Y por eso unos batallan para que el nuevo papa sea la antítesis de Francisco y otros rezan para que el próximo sea una consecuencia lógica de su legado y, tal y como está el mundo, lo último que nos conviene es un papa absolutista, retrógrado, machista, racista y llenos de no sé cuántos «istas» que harán del mundo un lugar algo peor, ahora que las nubes de esperanza son cada día más dispersas y oscuras y se esconden tras las colinas de Roma esperando una fumata blanca que nos depare cordura, sencillez, amor, compresión y bondad. *Periodista y escritora
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