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  • Fue premiado como el mejor k-drama del año y su emotiva historia cambiará la forma en que ves a tus padres

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 06/05/2025 22:48

    La serie narra las aventuras de Ae-sun, la gran rebelde», y Gwan-sik, conocido como el hierro inflexible», a lo largo de las cuatro estaciones de la isla de Jeju (Netflix) Desde su estreno el pasado 7 de marzo, Si la vida te da mandarinas (Pokssak Sogatsuda, en coreano) no ha dejado de cosechar elogios. La serie se convirtió en un fenómeno global que ha liderado el Top 10 de series no habladas en inglés de Netflix durante semanas. Según la plataforma, se ha posicionado entre las más vistas en 42 países, incluyendo Brasil, Colombia, Vietnam y Turquía. Este lunes, la ceremonia de los Baeksang Arts Awards también reconoció la calidad de su propuesta al coronarle como el mejor k-drama del año. Su gran acierto: la universalidad de su historia a pesar de estar construida con elementos profundamente locales. Es imposible no pensar en recuerdos familiares y anécdotas personales mientras la vida de su protagonista se desarrolla a través de las décadas. La relación entre padres e hijos es abordada desde una perspectiva honesta, con altibajos y frustraciones (Netflix) Como lo han descrito sus productores, este k-drama es un “tributo a las generaciones de abuelas, abuelos, padres y madres que han vivido intensamente” y también “una canción de aliento para las hijas e hijos que ahora navegan el mundo por su cuenta”. Es un relato que interpela y que consuela. Una historia contada con corazón La serie sigue la vida de Oh Ae-sun, una joven nacida en la isla de Jeju en 1951 que sueña con convertirse en poeta, a pesar de la pobreza, la discriminación de género y los obstáculos sociales de la época. Su madre, una haenyeo (mujer buceadora), arriesga su vida diariamente para alimentar a la familia. Pero Ae-sun no se resigna: quiere estudiar, escribir, cambiar su destino. “Aunque se encuentra en una situación que exige madurez, permanece firme, incluso si su voz tiembla cada vez que se rebela”, dice una descripción de su personaje. “Como una flor vibrante, inclina desafiante su cabeza hacia el sol, a pesar de los muros que le niegan un solo rayo de luz”. IU interpreta a Oh Ae-sun en una de las actuaciones más personales de su carrera (Netflix) Si la vida te da mandarinas también explora la vida de su esposo, Yang Gwan-sik, un hombre tan sólido como el hierro pero emocionalmente frágil ante el amor de Ae-sun. “Desde el principio, ama y atesora solo a Ae-sun, sin desviarse jamás de su compromiso”, lo describe la serie. Juntos, forman el corazón emocional de esta saga multigeneracional que avanza desde la infancia hasta la vejez de sus protagonistas, pasando por la crianza de sus hijos en una Corea que cambia vertiginosamente desde los años 50 hasta el nuevo siglo. La narrativa, no lineal, aprovecha los flashbacks para mostrarle nuevas perspectivas a la audiencia con cada episodio. El recurso temporal permite comprender poco a poco las actitudes y decisiones de los personajes en sus diferentes épocas. La hija del matrimonio, interpretada también por IU, representa a una nueva generación con oportunidades distintas (Netflix) Un talentoso reparto al servicio de un potente drama La serie es protagonizada por IU (Lee Ji-eun) y Park Bo-gum, dos de los rostros más queridos del entretenimiento coreano. Para la estrella femenina, este papel ha sido con el que más ha conectado personalmente en su carrera. “El modo en que Ae-sun tiene un espíritu tan apasionado, su competitividad, su amor por la poesía y la literatura... todas esas cosas coinciden con mi personalidad real”, confesó a Time. IU, quien es una exitosa cantautora en Corea del Sur, a vida a Ae-sun en su juventud y adultez temprana, mientras que Moon So-ri (50) toma el relevo en la madurez del personaje. Ambas actrices trabajaron en conjunto para mantener la coherencia de su rol: “Nos decíamos mutuamente las líneas para tratar de incorporar patrones de habla similares”, explicó IU. Los personajes centrales son interpretados por Park Hae-joon y Moon So-ri en su etapa más adulta. (Netflix) Park Bo-gum, por su parte, interpreta a Gwan-sik en su etapa juvenil, mientras que Park Hae-joon asume el papel en la adultez. El elenco también incluye a Kang You-seok como el hijo menor de la pareja, y a la propia IU en un doble papel como Geum-myeong, la hija brillante y obstinada de Ae-sun, quien logra alcanzar el éxito profesional con la llegada del 2000. Si la vida te da mandarinas fue una apuesta ambiciosa: su presupuesto superó los 60 mil millones de wones (unos 41.5 millones de dólares), convirtiéndola en una de las producciones coreanas más costosas de la historia. Lo sorprendente es que no se trata de una serie de acción o ciencia ficción, sino de un drama de vida cotidiana. El equipo detrás de cámaras incluyó al aclamado director Kim Won-seok (Misaeng) y a la guionista Lim Sang-chun (Cuando la Camelia florece), quien destaca por historias con profunda sensibilidad emocional. El diseño de producción corrió a cargo de Ryu Seong-hie (The Handmaiden) y la cinematografía de Choi Yoon-man. “La atención al detalle fue extrema”, comentó el director a un medio local. “Cada miembro del equipo artístico trabajó para que todo fuera creíble”. La isla de Jeju, con su paisaje y tradiciones, se convierte en un personaje más de la serie (Netflix) Aunque se construye con varios elementos culturales coreanos —como lanzar frijoles rojos para espantar espíritus o cantar el himno nacional en la calle—, la serie logrado traspasar fronteras. Un dato curioso sobre ello se esconde en el cambio de su título a diferentes idiomas. La mandarina es un producto típico de Jeju, y además se convierte en un símbolo del trabajo duro, el amor familiar y el paso del tiempo. Asimismo, el título hace eco del famoso refrán “Si la vida te da limones”, un dicho popular sobre la resiliencia y las adversidades. No obstante, el nombre original de la serie Pokssak Sogatsuda tiene su propia carga emotiva. Su traducción literal al español es “Has trabajado duro”, una frase de ánimo y consuelo en dialecto de Jeju. La ficción, que se emitió durante cuatro semanas en marzo, tocó corazones con su retrato de relaciones familiares marcadas por silencios, expectativas y amor incondicional. Frases de profundo impacto emocional están presentes en el guion, sin ser artificialmente melodramáticas. El k-drama obtuvo 4 premios en los Baeksang Arts Awards, incluyendo Mejor drama, Mejor actriz de reparto, Mejor actor de reparto y Mejor guion (Netflix) “Los padres cargan con sus arrepentimientos, mientras los hijos con sus desilusiones”, es una de esas líneas que inevitablemente conecta con la complejidad de las relaciones en casa. Y aunque es difícil no conmoverse con varias de sus escenas, Si la vida te da mandarinas no se limita a provocar lágrimas. También ofrece un mensaje esperanzador: los sueños, aunque se posterguen, pueden llegar a cumplirse. La serie invita a mirar con mayor empatía a nuestros padres y abuelos. A entender que muchas de sus decisiones, incluso las más difíciles de aceptar, estuvieron marcadas por las circunstancias de su tiempo. Al mostrar sus vidas con matices, aciertos y contradicciones, la historia permite una comprensión más profunda de quienes nos precedieron.

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