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» Diario Cordoba
Fecha: 06/05/2025 06:46
Hay días en los que todo se tuerce: una avería inesperada, una caída tonta, una llamada que lo cambia todo. En esos momentos, contar con alguien que responda marca la diferencia. Por eso, más allá de pólizas y coberturas, hay tres palabras que definen el valor real de un seguro: cercanía, confianza y asesoramiento. Eso es lo que ofrece MAPFRE cada día, acompañando a miles de personas en los imprevistos de la vida real. Una red de seguridad para millones de personas Un seguro es un acompañante silencioso en todos los momentos clave de la vida. Ya hablemos de salud, hogar, familia, ahorro, jubilación o movilidad, desempeña un papel esencial como agente de valor capaz de transmitir tranquilidad y estabilidad. Protección familiar es mucho más que una promesa: es una necesidad que muchas veces pasa desapercibida… hasta que se convierte en imprescindible. No importa si se trata de un accidente de tráfico o de una necesidad empresarial, el seguro cumple una función social clave. En España, por ejemplo, el 25,8 % de la población —es decir, 12,4 millones de personas— cuenta con un seguro de salud privado, según UNESPA. En el caso del seguro de vida, el 42 % de los ciudadanos tiene uno contratado. Además, cada día las aseguradoras devuelven millones de euros en forma de indemnizaciones y prestaciones a sus clientes. Los seguros están más presentes de lo que pensamos. Y gracias a ellos, muchas personas pueden vivir con mayor tranquilidad económica. Una red de seguridad para millones de personas / Shutterstock Asesoramiento que marca la diferencia El mundo cambia, y con él, las necesidades de protección. Surgen nuevos productos, aparecen coberturas digitales, evolucionan las normativas… Y en ese contexto, entender qué seguro conviene y por qué no siempre es fácil. Contratar sin asesoramiento puede suponer terminar con un producto que no cubre lo que realmente importa. Aquí es donde entra en juego el asesoramiento personalizado. Por eso, el asesoramiento profesional y cercano se convierte en un valor esencial. En MAPFRE cuentan con más de 3.100 oficinas repartidas por todo el país, con profesionales que conocen el entorno local, que están disponibles y que acompañan al cliente antes, durante y después de la contratación. La red territorial permite que cada cliente encuentre a alguien que habla su idioma, que entiende su ritmo de vida y que puede adaptar las coberturas a su situación concreta. Un joven que se independiza, una familia que acaba de tener un hijo, un autónomo que necesita proteger su negocio… Cada perfil requiere una orientación distinta. En MAPFRE tienen claro que no existen seguros universales, pero sí hay una forma universal de hacer bien las cosas: escuchar al cliente. Un seguro es la certeza de que, pase lo que pase, alguien va a estar ahí. / Shutterstock Cercanía y confianza como valores fundamentales En MAPFRE, la cercanía no es solo una palabra: es una forma de trabajar. La compañía apuesta por servicios diferenciales que refuercen esa conexión real con las personas. No se trata solo de resolver incidencias, sino de construir relaciones de confianza que duren. Atención cercana, incluso en momentos de estrés, es lo que permite marcar la diferencia. Atención las 24 horas del día, una app móvil intuitiva, visitas presenciales cuando el cliente lo necesita, o el Club MAPFRE —que ofrece, entre otros servicios, asesoramiento financiero personalizado a los mayores de 60 años— son solo algunos ejemplos. También conviene destacar la innovación continua en servicios digitales, que permiten gestionar pólizas, consultar coberturas o contactar con un mediador desde cualquier lugar. Durante la terrible DANA que asoló el Levante español en octubre de 2024, MAPFRE atendió a más de 60.000 clientes con la mayor celeridad, para ayudarles a recuperar la normalidad lo antes posible, y aprobó un paquete de ayudas para sus proveedores más afectados, entre otras medidas. Y durante el incendio del edificio de El Campanar, en Valencia en febrero de 2024, que se saldó con 10 víctimas mortales y más de 100 familias sin hogar, la compañía ofreció ayuda de forma inmediata y agilizó al máximo el anticipo de pagos para los afectados. En ambas situaciones, el enfoque fue claro: responder rápido y estar al lado de quien lo necesita. Estas acciones no solo demuestran capacidad de respuesta. Reflejan una cultura empresarial basada en valores humanos, donde cada cliente es visto como alguien único. Y eso, hoy, sigue siendo un valor diferencial. Porque un seguro no es solo un papel con coberturas. Es la certeza de que, pase lo que pase, alguien va a estar ahí. Y no cualquiera: alguien que sabe tu nombre, que conoce tu barrio, que te ha escuchado antes. Eso es lo que convierte un contrato en confianza, y una compañía como MAPFRE en algo más cercano. En alguien que te acompaña.
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