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  • Bulos, ‘baby’, bulos

    » Diario Cordoba

    Fecha: 06/05/2025 06:38

    Los ingenieros nos dicen que la fatiga de materiales acaba en quiebras y roturas a causa de cargas dinámicas cíclicas. Así aparecen las grietas de fatiga. Ahora ocurre con los gobiernos, bombardeados por imprevistos, por el desgaste mediático y por la incompetencia política, un factor que acelera el avance de la grieta. Según lo visto, ese puede ser el caso del Gobierno de Pedro Sánchez. Otro síntoma es dedicarse tanto a denunciar bulos, procedentes de un actor faústico que suma las insidias de la ultraderecha a la capacidad demoníaca de los pseudomedios. Hace un tiempo, se hablaba mucho de posverdad. Ahora nos conformamos con quejarnos de los bulos. Bulos, ‘baby’, bulos. Pase lo que pase, sea real o ficticio, verdadero o falso, la cadena de suministros del Gobierno aparece en televisión diciendo que todo son bulos. ¿Hubo siempre tantos bulos? ¿Los propaga solo la ultraderecha por las redes o a medias con el frente mediático de Pedro Sánchez? El Cándido de Voltaire, en la creencia de que vivía en el mejor de los mundos posibles según le habían enseñado sus maestros, tuvo que contrastarlo con el fragor absurdo de la Guerra de los Siete Años y el terremoto de Lisboa en 1755. Mantener la premisa de que el siglo XXI iba a ser jauja o que el mundo puede algún día llegar a ser perfecto no fueron maneras de afrontar lo que venía. Cada época tiene su repostería selecta y sus fracasos. Ni ahora ni en el siglo XVIII se puede ir por la vida como Cándido, suponiendo que estamos en el mejor de los mundos posibles. En realidad vivimos en un mundo imperfecto, finito y hostil. Aun así, vivimos, incluso podemos prosperar, y a veces somos felices. No es un mal método escrutar la realidad y aprender a encauzarla provechosamente. La política de que viene el bulo puede tener beneficios a corto plazo pero a la larga repercute en la fatiga de materiales. Así es como el Gobierno de Pedro Sánchez va recusando bulos y tropezando día sí día no con la misma piedra: por ejemplo, los empresarios estafan a los obreros, el capitalismo corroe, la empresa privada es un nido de escorpiones. Bulos, ‘baby’, bulos. Ocurre con el tabú de la energía nuclear. Es algo más que una paradoja abogar por un parón nuclear y, a la vez, estar comprando energía atómica suministrada por Francia. Los elevados costes de la energía destruyen puestos de trabajo y la dependencia energética resta capacidad competitiva. Cualquier crisis energética deja a la economía española por los suelos. El coste de la electricidad afecta más a las empresas que la falta de fluidez crediticia. Con tanto bulo hemos equiparado el apagón eléctrico del lunes 28 al apocalipsis. Según la Biblia, apareció en el cielo un enorme dragón rojo con siete cabezas, diez cuernos y siete coronas. Con la cola echó por tierra la tercera parte de las estrellas. Eso era el anuncio apocalíptico. O tal vez otro bulo. *Escritor y periodista

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