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  • Calidad educativa: mejorar los resultados como prioridad

    Rio Negro » Adn Rio Negro

    Fecha: 05/05/2025 12:42

    (Por Gabriel Blanco* y Arabela Carreras**).- El sistema educativo de Río Negro, tanto en los niveles inicial y primario como en el nivel medio, permite que cada docente pueda decidir el nivel de profundidad y complejidad con el que aborda cada temática, en cada aula. Los diseños curriculares vigentes otorgan una importante dosis de autonomía para que cada docente, con la mirada en menor o mayor medida de sus directivos, asuma cuáles son los límites del aprendizaje y hasta dónde llega el nivel de trabajo para cada temática a desarrollar. Ante la acuciante necesidad de elevar el nivel de los aprendizajes de los estudiantes, nos preguntamos: ¿cómo intervenir en el sistema para que las variadas experiencias áulicas confluyan en niveles de aprendizaje cada vez más altos y estandarizados? Las distintas estrategias que los docentes aplican en las aulas deberían estar orientadas por herramientas metodológicas comunes, más allá del enunciado de un contenido curricular, de manera de poder garantizar el abordaje de los temas con niveles de complejidad similares. En tal sentido creemos que debemos posicionarnos siempre desde un lugar donde consideremos que los estudiantes tienen una excelente capacidad para aprender y por lo tanto debemos ofrecerles el nivel de propuesta más alto posible. Para lograr los estándares de calidad deseados, los docentes tendrían que disponer de contenidos digitales y libros didácticos que permitieran arribar a resultados pedagógicos similares y, a través de su práctica cotidiana, ayudar a superar las dificultades individuales que los alumnos fueran presentando. Los materiales escritos y tecnológicos, el modelo de propuesta que se lleva al aula, una bien definida capacitación docente, son algunas herramientas que debemos trabajar para una mejora significativa. En el nivel primario, es necesario implementar un novedoso plan de trabajo especialmente en las áreas de matemática y lengua, con materiales propios y desafíos fuertes en lo académico, con herramientas de medición de resultados y formación y acompañamiento específico para docentes. En este sentido, la formación de los docentes de este nivel, debería contemplar una segunda etapa de especialización en áreas de conocimiento, para que los avances pedagógicos y disciplinares estuvieran al alcance de los docentes de manera lo más actualizada posible. Además, proponemos la creación de un equipo pedagógico especializado por área de conocimiento, que acompañe a los docentes para consultas y acceso a ejercitación durante su práctica. Es decir, que una vez finalizada la formación en un área de conocimiento, los docentes en ejercicio, pudieran seguir vinculados con los formadores a los efectos de fortalecer sus estrategias áulicas. La información obtenida hasta ahora en las pruebas aprender da cuenta de bajos resultados en las áreas de Lengua y de Matemática. Si bien se ha discutido sobre la validez de las herramientas de medición, siempre perfectibles y adaptables a las diferencias geográficas y culturales de nuestro extenso país, entendemos que se verifica un proceso de decrecimiento en las destrezas lingüísticas y matemáticas de los niños y jóvenes. Por otro lado, en el nivel secundario, el modelo de las escuelas técnicas, que tienen una alta valoración por parte de la comunidad, debe ser respetado en su especificidad y fortalecido, incorporando una necesaria actualización en función del mundo en el que vivimos y el mundo cambiante que tenemos hacia adelante. En tal sentido, se impone una actualización de los objetivos de los talleres y una revisión de las orientaciones, de manera que la formación técnica se vaya adaptando a las demandas de la sociedad y que siga generando oportunidades de inserción laboral para los jóvenes, además de una sólida preparación para la educación universitaria. Las empresas y el sector productivo necesitan personal calificado, por ello es deseable que participen activamente proponiendo contenidos y señalando objetivos que enriquezcan la propuesta educativa. Para este intercambio, el sistema educativo debería tener interlocutores pedagógicos por regiones que analicen las demandas de una sociedad cambiante y propongan incorporaciones de contenidos a partir de este diálogo social. Sería deseable también que los sectores productivos de cada región, tanto las empresas como los agrupamientos profesionales y gremios, participaran de la formación de los jóvenes. Por un lado, el sistema de pasantías podría ser cada vez más amplio, ofreciendo experiencias laborales relevantes. Por otro, sería deseable que el sector privado de la economía generara inversiones directas en maquinarias y medios de producción actualizados para el fortalecimiento de los talleres y laboratorios de las escuelas. La mejora de la calidad educativa es una necesidad de la sociedad en su conjunto y requiere del involucramiento de todos los actores sociales. En este sentido, el sistema educativo debe adecuarse para incorporar cambios y contribuciones, garantizando equidad en la formación e igualdad en el ejercicio del derecho de aprender. *Gabriel Blanco es Prof. y Lic. en Matemática, docente e investigador Fundación Siglo. **Arabela Carreras es Lic. en Letras Modernas, ex gobernadora de Río Negro, docente e investigadora Fundación Siglo.

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