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Federal » El Federaense
Fecha: 04/05/2025 11:30
El sábado, la playa de Copacabana se transformó en un epicentro cultural y musical al recibir a la icónica Lady Gaga en un recital gratuito que congregó a más de 2,1 millones de personas emocionadas por su regreso a Brasil tras más de una década. Este evento, catalogado como el más multitudinario de su carrera, marcó un hito en la historia de conciertos en el país, según confirmaron las autoridades locales. Un regreso triunfal lleno de energía Luego de haber cautivado a su público en presentaciones anteriores en Coachella y México, la estrella de la música pop regresó con su espectáculo cargado de la energía de ‘Mayhem’, su último álbum. El concierto comenzó de manera espectacular con la interpretación de ‘Bloody Mary’, rodeada de una escenografía que evocaba el teatro griego, complementada por un majestuoso escenario de 1.260 metros cuadrados. Un encuentro emotivo con el público La atmósfera se intensificó cuando Lady Gaga, ataviada con un vibrante traje rojo, comenzó a desplegar un repertorio que incluyó desde baladas hasta potentes piezas pop. Su mensaje cálido reverberó entre los asistentes cuando pronunció: “¡Brasiiiiiiiiiiil, te extrañé mucho!” A medida que el espectáculo avanzaba, Gaga no solo ofreció su música, sino también una conexión emocional con el público, agradeciendo a sus fans por haberla esperado tras su larga ausencia. Una deuda saldada con Brasil Este recital no solo fue un espectáculo musical, sino también una manera de saldar una deuda que la artista tenía con el país. En 2017, una cancelación por motivos de salud dejó a muchos de sus seguidores decepcionados, pero el reencuentro en Copacabana fue un regalo esperado. Viajando desde diversos rincones de Brasil, los fans superaron largas distancias y obstáculos para ser parte de este evento inolvidable. Ambiente festivo y una gran convocatoria Desde temprano, la playa vibraba de emoción. Los seguidores, equipados con trajes alusivos, formaron un ambiente que recordaba al carnaval, listos para disfrutar de la esperada actuación que se traduciría en una inyección económica para la ciudad, estimada en más de 600 millones de reales. Al final de la noche, la interpretación de clásicos como Shallow y Bad Romance encendieron la energía de los presentes en un espectáculo en el que la historia de amor entre Gaga y sus ‘little monsters’ quedó grabada en los corazones de todos los asistentes.
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