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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/05/2025 10:34
El escorpión de mayor importancia por su impacto en la salud pública en Argentina es la especie Tityus carrilloi (ex-trivittatus)/Adolfo de Roodt/ ANLIS- Instituto Malbrán Escorpiones, arañas y serpientes forman parte del ecosistema y no buscan atacar al ser humano. Sin embargo, muchas veces las personas se ven expuestas a esos animales venenosos por actividades cotidianas o condiciones ambientales que alteran los espacios compartidos. El crecimiento de las ciudades, las obras de construcción, las cosechas, las tormentas o el calor intenso cambian los hábitats naturales. Cuando eso sucede, los animales pueden aparecer en patios, galpones, casas o campamentos. No cazan ni emboscan: reaccionan al ser molestados, pisados o atrapados por accidente. El veneno que poseen no existe para atacar personas. Es parte de su estrategia de supervivencia. Les sirve para cazar presas, defenderse de depredadores o inmovilizar amenazas. Las alteraciones del ambiente, como las deforestaciones, pueden influir en la migración de los animales (Imagen ilustrativa Infobae) En la Argentina, hay más reportes de casos de personas afectadas por alacranes o escorpiones, arañas y serpientes. “El problema de los casos de personas por lesiones de escorpiones, arañas y víboras en la Argentina, preocupa en el campo de la toxicología. Se han notificado más casos pero puede estar relacionado con la mejora en el sistema de notificaciones. También se sabe que si altera el ambiente, los seres humanos pueden estar más expuestos a esos animales”, dijo en diálogo con Infobae, el doctor Adolfo de Roodt, investigador del Instituto Nacional de Producción de Biológicos, que depende ANLIS/Malbrán. En esa institución pública, que está bajo la órbita del Ministerio de Salud de la Nación en la Ciudad de Buenos Aires, se producen antídotos contra el veneno de varias de las especies que afectan a las personas y se distribuyen a todo el país. Qué son los alacranes y dónde hay en Argentina El alacrán Tityus carrilloi puede provocar cuadros graves, especialmente en niños pequeños / Argentinat /Hernan Augusto Iuri Los alacranes o escorpiones son animales invertebrados del grupo de los quelicerados. Muchas de las especies de importancia médica habitan en ambientes secos, oscuros y cálidos y sobreviven largos períodos de tiempo sin alimento. En la Argentina, el género Tityus, especialmente la especie Tityus carrilloi (antes Tityus trivittatus), concentra la preocupación sanitaria. Su presencia es mayor en el norte del país, aunque se encuentra presente desde el Centro, Cuyo y Litoral. En el sur, pueden aparecen casos por el transporte pasivo, ya sea intencional o accidental, según el Boletín Epidemiológico N° 745, publicado por el Ministerio de Salud de la Nación. Entre 2020 y 2024 se notificaron 32.681 casos de alacranismo o escorpionismo en todo el país. El año 2024 fue el de mayor número, con 7.034 casos confirmados. El 96% de los casos se concentró en el NOA (63,3%) y en la región Centro (32,7%). El veneno del escorpión Tityus bahiensis actúa sobre el sistema nervioso y puede generar síntomas severos como taquicardia, hipertensión y dificultad respiratoria /Barbosa Lucas Argentinat Durante ese mismo período, 3.383 personas debieron ser internadas, y el grupo más afectado es el de los menores de 4 años. En los cuadros más graves, se registraron siete muertes. Todas las víctimas eran niños. El doctor de Roodt explicó: “Las especies de escorpiones venenosos afectan en todo el mundo más a los niños. Eso está relacionado con su masa corporal y la dosis del veneno que el animal puede inocular. La misma dosis en los adultos usualmente no llega a provocar el cuadro que produce en los niños”. Hay diferentes factores que pueden aumentar las situaciones de exposición a los alacranes. El movimiento de tierras por obras en construcción puede ser un factor que favorezca la aparición de animales ponzoñosos (Imagen Ilustrativa Infobae) “El aumento de la temperatura puede influir en que estos animales aparezcan más en lugares donde antes no se encontraban. Por ejemplo, pueden verse después de una inundación o un movimiento de tierras por construcciones”, afirmó. A veces el contacto con los alacranes se da porque las personas andan descalzas en hogares en ciudades o en zonas suburbanas o manipulan escombros o mamposterías sin protección en las manos. Andar descalzo puede ser una situación que expone al contacto con animales venenosos (Imagen Ilustrativa Infobae) La primera señal de la lesión por alacranes es el dolor intenso en la zona de la picadura. En los casos más complejos, aparecen vómitos, diarrea, taquicardia, arritmias, trastornos respiratorios, palidez y alteraciones del sensorio. En niños, también pueden darse convulsiones y confusión. La cartera de Salud aconseja revisar ropa y calzado antes de usarlos. También recomienda no caminar descalzo, sellar grietas y agujeros en pisos y paredes, colocar burletes y rejillas antiplagas para impedir el ingreso de los alacranes a los lugares habitados. En zonas exteriores, se debe mantener limpio el entorno. En espacios rurales, las gallinas y otras aves de corral actúan como depredadores naturales. Cuáles son las arañas más peligrosas en el país Latrodectus mirabilis es una especie de araña del género viuda negra presente en la Argentina/ CONICET Los casos de afectados por picaduras de arañas aumentan y generan alarma en el país. Entre 2018 y 2022 se notificaron 2.039 personas afectadas, de acuerdo con un estudio realizado por el médico pediatra y toxicólogo de la Facultad de Medicina de la UBA, Daniel Dozoretz, en colaboración con ANLIS Malbrán y el Ministerio de Salud. El trabajo fue presentado en el Congreso Argentino de Toxicología. Las especies más peligrosas en el país pertenecen a los géneros Latrodectus, Loxosceles y Phoneutria. Latrodectus provocó 994 casos, el 48,75% del total. Loxosceles sumó 740 casos, un 36,29%. Phoneutria ocasionó 42, mientras que otras arañas no identificadas generaron 263 lesiones. Las especies que pertenecen a Latrodectus son llamadas casi en su totalidad “viuda negra” porque es difícil hallar los machos. “Ellos son muy pequeños. Viven un período corto. En algunas ocasiones las hembras pueden comerlos después del apareamiento”, aclaró el científico. Habitan desde Jujuy hasta Tierra del Fuego, y fuera de las casas u otras construcciones. Los accidentes con las arañas viuda negra se dan cuando las personas las aprietan (Ministerio de Salud de la Nación) Se activan en períodos cálidos, entre noviembre y abril. “El veneno de la araña viuda negra es neurotóxico: actúa sobre el sistema nervioso y en general la mordedura es accidental o por aplastamiento del animal”, comentó el doctor de Roodt. “Las personas que trabajan en zonas con Latrodectus como en cosechas manuales (de aceitunas, uvas, papas, cebollas, frutillas o cerezas) o en explotaciones de gas y petróleo (en especial en la Patagonia) corren más riesgo de estar en contacto y sufrir accidentes”, mencionó. Las del género Loxosceles, conocidas como araña del rincón o violín, viven dentro de viviendas, detrás de muebles o cuadros. Tejen una tela blanca y algodonosa. No atacan sin contacto: “La lesión de la araña del rincón le puede ocurrir a cualquier persona porque el animal puede estar en las casas sin que se detecte su presencia”. Su veneno genera destrucción de tejidos localmente. En algunos casos generar envenenamientos generales severos. Las lesiones son mayormente por aplastamiento del animal contra el cuerpo. La “araña del rincón” es conocida también como “araña violín” por la similitud a la figura de un violín (Ministerio de Salud de la Nación) Las Phoneutria, llamadas arañas del banano o “armadeiras”, son grandes y veloces. Tienen colores marrones o amarillentos y manchas claras en el dorso. “Muchos accidentes se producen porque las arañas son transportadas en cajas con frutas a zonas urbanas”, puntualizó el científico. Son agresivas y no tejen tela para capturar sus presas sino que son cazadoras. Su veneno también es neurotóxico y afecta el sistema nervioso. Las arañas del banano no construyen telas. Se las encuentra en regiones de clima cálido, tropical o subtropical en zonas de abundante vegetación (Ministerio de Salud de la Nación) Los síntomas de las picaduras por arañas varían un poco según las especies. Las de ejemplares de Latrodectus causan dolor, calambres, sudoración y espasmos, en casos graves pueden haber alteraciones cardíacas y respiratorias. Loxosceles produce necrosis, fiebre y en casos graves anemia y daño renal. Phoneutria genera dolor agudo y en casos muy graves, en general en niños, problemas respiratorios y alteraciones neurológicas. Para prevenir lesiones, se recomienda revisar ropa y calzado, limpiar detrás de muebles, evitar acumulaciones y ventilar los ambientes. En exteriores, usar guantes y botas reduce riesgos. Las serpientes más venenosas del país La cascabel tropical austral mide más de 1,40 metros /Universidad UNNE En la Argentina existen 136 especies y subespecies de serpientes. Dentro de ese total, al menos 19 pueden inocular veneno y comprometer la vida del mordido. “Los ofidios son los que más mala fama tienen. Las más peligrosas pertenecen a los géneros Bothrops, Crotalus y Micrurus“, subrayó el doctor de Roodt. Durante las primeras 16 semanas de este año, se notificaron 1.253 casos de mordeduras de serpientes u ofidismo. Esa cifra surge del Boletín Epidemiológico Nacional N° 753, y comparada con la mediana del período 2020-2024, muestra una suba marcada en los ataques por yarará y coral. Durante las cosechas las personas también pueden quedar expuestas al contacto con animales (Imagen Ilustrativa Infobae) La yarará grande y la yarará chica provocan el 97% de los accidentes. La yararacusú, exclusiva de la provincia de Misiones, inyecta una gran cantidad de veneno en cada mordida. Puede llegar a medir 1,80 metros. Las serpientes cascabel son reconocibles por su sonajero en la cola. Lo hacen sonar cuando se sienten amenazadas. Poseen un veneno muy potente. Las serpientes de coral se consideran muy poco agresivas pero poseen un veneno muy potente. “Existen profesiones u oficios que implican más riesgo de exposición a algunos ofidios, como los trabajadores agrícolas, guardaparques, fuerzas armadas y de seguridad, entre otros que ir a lugares donde habitan estos animales. Además, las serpientes yayará y cascabel pueden acercarse a casas donde haya roedores que pueden ser su alimento, y ahí pueden producirse los accidentes”, mencionó. La yararacusú (Bothrops jararacussu) es la serpiente venenosa de mayor tamaño en la Argentina y se encuentra exclusivamente en Misiones. También habita en Brasil/Juliano Marques Las mordeduras por yarará generan inflamación, dolor local muy fuerte, sangrado, ampollas y necrosis. Las serpientes de cascabel tienen veneno neurotóxico y que lesiona los músculos. Su inoculación provoca visión borrosa, debilidad muscular, parálisis y daño renal. Las mordeduras por coral afectan el sistema nervioso. Causan parálisis, con dificultad respiratoria y parálisis progresiva. La cartera de Salud recomienda evitar caminar descalzo en zonas rurales, usar calzado cerrado, botas altas o polainas, no manipular serpientes muertas y mantener limpio el entorno. En caso de mordedura, hay que inmovilizar al paciente y acudir de inmediato al hospital.
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