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  • Arroz integral vs blanco: cuál es más saludable

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 04/05/2025 06:47

    El arroz integral destaca por su aporte de fibra, magnesio, potasio, hierro y vitaminas esenciales (Imagen Ilustrativa Infobae) El consumo de arroz integral ha sido promovido durante años por profesionales de la nutrición debido a sus beneficios significativos para la salud. No obstante, preocupaciones recientes sobre la posible presencia de arsénico en este tipo de grano están generando discusiones sobre si el arroz integral sigue siendo una opción segura y superior frente al arroz blanco. De acuerdo con un artículo publicado por The Washington Post, esta controversia ha llevado a algunos a cuestionar sus hábitos dietéticos, mientras que los expertos en salud continúan defendiendo su valor nutricional como parte de una alimentación equilibrada. Arroz integral y sus beneficios El arroz integral es destacado por su alto contenido en fibra, magnesio, potasio, hierro y vitaminas del complejo B, nutrientes esenciales que no se encuentran en las mismas cantidades en el arroz blanco. Además, estudios han corroborado que incorporar cereales integrales como el arroz integral en la dieta puede reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad y ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, el arsénico, un metal pesado que se encuentra naturalmente en el ambiente y puede acumularse en los arrozales, ha sido señalado como un posible motivo de preocupación. Según informó The Washington Post, este elemento está vinculado a problemas de salud como el cáncer y daños neurológicos, lo que ha llevado a algunos a cuestionar los beneficios del arroz integral frente al blanco. El arsénico en arroz integral y blanco genera debate sobre su impacto en la salud (Imagen Ilustrativa Infobae) Los especialistas enfatizan que el arroz integral, pese a tener niveles ligeramente más altos de arsénico en comparación con el arroz blanco, no representa un riesgo significativo si se consume con moderación dentro de una dieta variada. Andrew Meharg, catedrático en ciencias del suelo de la Universidad de Queen en Belfast, explica que “el arroz blanco contiene aproximadamente la mitad de arsénico que el arroz integral debido al proceso de refinamiento, donde se elimina el salvado y el germen del grano”. Sin embargo, Meharg aclara que los beneficios nutricionales del arroz integral compensan ampliamente este inconveniente. En términos de cifras, un estudio reciente liderado por investigadores de la Universidad Estatal de Míchigan analizó los niveles promedio de arsénico en ambos tipos de arroz. Este estudio encontró que el arroz integral presentaba niveles de arsénico de alrededor de 138 partes por mil millones, mientras que el arroz blanco contenía aproximadamente 93 partes por mil millones. Ambos resultados están por debajo del límite máximo recomendado de 350 partes por mil millones establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). No obstante, no existen estándares oficiales emitidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para regular el contenido de arsénico en el arroz, aunque sí se establecieron pautas más estrictas para otros alimentos y el agua. El proceso de refinamiento reduce el arsénico en el arroz blanco, pero también disminuye sus nutrientes (Imagen Ilustrativa Infobae) Uno de los principales grupos de preocupación identificados por los especialistas son los bebés y niños pequeños, así como las mujeres embarazadas. Margaret Karagas, profesora de epidemiología en la Escuela de Medicina Geisel de Dartmouth, señaló que estos grupos son “más vulnerables debido al desarrollo de sus cerebros y sistemas nerviosos”. La sugerencia para estas poblaciones es diversificar los cereales que consumen. Por ejemplo, la Academia Americana de Pediatría recomienda evitar el uso exclusivo de cereales de arroz como primer alimento para los bebés, sugiriendo en su lugar opciones como puré de palta, calabaza o lentejas. Entre las estrategias para reducir la exposición al arsénico al consumir arroz se incluyen métodos específicos de cocción. Meharg sugiere remojar el arroz durante 30 minutos, enjuagándolo posteriormente antes de cocinarlo en abundante agua hirviendo, similar al método usado para la pasta. Así, gran parte del arsénico se elimina en el agua descartada tras el proceso. Un estudio de 2021, citado por The Washington Post, comprobó que esta técnica reduce significativamente el arsénico tanto en el arroz integral como en el blanco. Los expertos recomiendan diversificar cereales en la dieta de bebés y mujeres embarazadas (Imagen Ilustrativa Infobae) Por otro lado, el debate sobre qué tipo de arroz es más apropiado va más allá del arsénico y se centra en los valores nutricionales. El arroz blanco , por ser procesado, pierde una parte significativa de su fibra y nutrientes, lo que lo convierte en un alimento más almidonado y de digestión más rápida. Esto puede ser beneficioso en casos como personas con afecciones digestivas específicas, como el síndrome del intestino irritable. No obstante, en términos generales, el arroz integral se considera la opción más saludable debido a su mayor contenido en fibra, antioxidantes y vitaminas esenciales. Según Beth Czerwony, nutricionista del Centro de Nutrición Humana de la Clínica Cleveland: “Para la población general, el arroz integral es tan nutritivo que no hay razón para evitarlo”. Un componente que también diferencia estos tipos de arroz es su índice glucémico (IG), que mide la rapidez con la que los alimentos aumentan los niveles de azúcar en sangre. Mientras que el arroz blanco tiene un IG elevado, de 73 ± 4, el arroz integral está clasificado como un alimento de IG medio, con 68 ± 4. Este último es, por lo tanto, una mejor opción para quienes buscan controlar picos de azúcar en sangre, como las personas con diabetes. En palabras de Christian Scott, investigador de la Universidad Estatal de Míchigan: “El adulto promedio necesitaría consumir más de tres porciones diarias de arroz integral durante años para aumentar su riesgo de salud relacionado con el arsénico”. Para quienes dependen del arroz como base de su dieta, implementar medidas simples como variar los granos consumidos o cocinarlo adecuadamente puede marcar una diferencia significativa al mitigar preocupaciones relacionadas con el arsénico. Según Healthline: “Ambos tipos de arroz pueden formar parte de una dieta saludable, siempre y cuando se incluyan en un patrón de alimentación variada”.

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