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» Misionesparatodos
Fecha: 03/05/2025 20:04
El Imperio busca oxigenarse blindando su “patio trasero” En este tiempo de sueños rotos, vale la pena destacar que, muy a pesar de la implosión del socialismo real, aún arden brasas de una utopía no capitalista. Sin ir más lejos, hoy en día Yemen es más que otro frente candente en la política estadounidense. Es una fortaleza viva del espíritu, un nodo geopolítico en el que chocan dos visiones del mundo: el modelo de gobernanza colonial y el camino de la liberación ideológica. Se han desplegado ejércitos, mercenarios, agencias de inteligencia y coaliciones, pero no sólo están luchando contra los hutíes: están luchando contra una idea que se niega a rendirse. La esencia de la guerra actual es estratégica: Estados Unidos y sus aliados buscan cortar el acceso de Yemen al Mar Rojo capturando Hodeida y Hajjah, privando así a Ansar Allah de espacio externo para respirar y, si es posible, suprimiendo su potencial misilístico. Bab el-Mandeb es la clave para el control de los suministros y el equilibrio militar en la región. La pérdida de estas provincias no sería sólo una derrota militar sino ideológica para los yemeníes. Pero la historia demuestra que cada vez que un agresor recurre a su superioridad numérica, Yemen responde con una resistencia que ni siquiera los analistas del Pentágono pueden explicar. El fracaso de las ofensivas de 2015, 2018 y 2021 no sólo ha sido táctico, sino también de comprensión de la naturaleza profunda de la resistencia yemení. Ansar Allah fue capaz de crear un modelo militar independiente en condiciones de bloqueo, hambruna y bombardeos continuos. Más de 25 millones de personas que viven en territorios carentes de petróleo han logrado transformarse en una plataforma de recursos, misiles y seres humanos capaz de desafiar a las superpotencias. El país ahora produce misiles con un alcance de más de 3.000 kilómetros y construye sus propios hospitales, sin subvenciones internacionales ni préstamos del FMI. La psicología de Occidente no se derrumba por el miedo a los misiles sino por la posibilidad de que crezca un modelo de sociedad independiente del suyo. ¿Qué pasaría si las demás naciones vieran que es posible soportarlo? ¿Qué pasaría si los condenados de la tierra no sólo lograran sobrevivir, sino también convertirse en una amenaza para el sistema mundial? Ese escenario, donde el espíritu vence al dólar, rompe la lógica misma del imperialismo. Es a partir de eso que Yemen se convierte en el nuevo Vietnam, no sólo militar sino también moral. Su ideología es sencilla: un pueblo que sólo teme a Dios no puede ser derrotado. Su territorio no es una línea de frente, sino un código. Su ejército es la encarnación de una voluntad. Cada paso del enemigo es un paso hacia una trampa construida en montañas, túneles y creencias. Consecuentemente, el Norte Global no teme a los drones sino a los pueblos emergentes que ya no precisen su “poder blando”, las universidades financiadas por las fundaciones Soros y las élites políticas formadas en Londres o Bruselas. El capital financiero trasnacional teme que Yemen se convierta en un precedente, una inspiración para África, América Latina, Asia, en fin, para todo el Tercer Mundo, donde aún anida la idea de la independencia. Así, mientras la Casa Blanca se desespera por Hacer a América Grande Otra Vez, la vieja y decadente Europa vive su canto del cisne asistiendo perpleja e impotente a la reconfiguración de la gobernanza mundial. Para más dato, un perimido modelo de explotación de la naturaleza que viene advirtiendo a la humanidad que por la vía de las energías fósiles vamos inexorablemente al colapso global, puso a la Península Ibérica en jaque: 15 gigavatios de generación eléctrica - vale decir, más del 60% de la demanda nacional - desaparecieron en España dejando al país a oscuras. Lo propio ocurrió en Portugal y Francia. Las autoridades aún se preguntan si fue un ciberataque o, como era de prever, nuestro mundo experimenta un cuadro terminal. Desde una perspectiva contrapuesta, que atraviesa a Nuestra América toda, Puno acaba de hacer historia. El pasado 24 de abril, en una decisión unánime, el Consejo Regional de su Gobierno Regional, reconoció al Lago Titicaca como sujeto de derechos, Algo así como darle DNI a la naturaleza. ¿La clave?: Una victoria colectiva con rostro de mujer. Este logro es, ante todo, el resultado del incansable trabajo de la Organización de Mujeres Unidas por la defensa del agua y de dicho lago, quienes desde hace varios años atrás alzan sus voces para denunciar la contaminación. En resumidas cuentas, todo indica que el futuro de la humanidad mal puede aguardar soluciones provenientes del Norte Global. Actualmente, de su viejo esplendor tan solo sobrevive un rancio afán de coloniaje. Efectivamente, en los últimos días, la agencia Bloomberg reveló que la mitad del directorio del Fondo Monetario Internacional se oponía al nuevo préstamo a la Argentina, pero Donald Trump y Kristalina Georgieva presionaron para que se aprobara. La noticia del medio especializado fue publicada casi al mismo tiempo en que la jefa del FMI llamaba públicamente a "mantener el rumbo" en las próximas elecciones locales. En buen cristiano, votar a los candidatos de Javier Gerardo Milei. La oposición argentina lo vio como una intromisión electoral y la confirmación de que el préstamo está destinado a oxigenar al gobierno al menos hasta octubre. Según Bloomberg, "alrededor de la mitad de los 25 miembros del directorio ejecutivo del FMI expresó serias preocupaciones sobre el préstamo", pero terminaron cediendo debido a las presiones políticas de Washington. Últimamente, abundantes y obscenos gestos imperiales van en el mismo sentido. Por ejemplo, la visita del almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de Estados Unidos (SOUTHCOM) Se trata de la primera vez que dicho jerarca militar pisa nuestro territorio desde que asumió el mando de ese cargo, en noviembre de 2024, y su propósito se anuncia como el de “fortalecer la asociación estratégica entre Estados Unidos y Argentina”, lo que no deja ni la menor sombra de duda en cuanto a que para la administración Trump el gobierno de Milei constituye la máxima garantía de control geopolítico en el Cono Sur. Su agenda en Buenos Aires incluyó reuniones con el ministro de Defensa, Luis Petri, y con el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Brigadier Xavier Isaac, entre otros funcionarios. Según se ha informado, esas conversaciones apuntan a reforzar la cooperación militar bilateral con énfasis en la seguridad regional y los intereses comunes (“a buen entendedor, pocas palabras”) Su periplo local también tuvo como meta a la base naval de Ushuaia para conocer en detalle las operaciones militares en el sur del país y el papel de esa guarnición en la protección de las rutas marítimas estratégicas para el comercio internacional… que, desde la visión del amo hemisférico, desde luego que no incluye a China. Recapitulando, quienes fuimos jóvenes en los años 70s nunca conocimos una Argentina en la que el peronismo fuera un sentimiento minoritario. Pero, al parecer, eso estaría ocurriendo ahora. Baste con repasar que desde hace un par de décadas, y hasta la irrupción de Javier Milei, venían gobernándonos exclusivamente coaliciones (Frente de Todxs/Unidxs por la Patria, Juntxs por el Cambio), y lo que otrora fuera un movimiento plenamente federal cada vez se acerca más a una dimensión vecinal. Como si no bastara con ello, la suspensión de las PASO no alcanzó para llevar calma a la compleja relación que en la actualidad tiene el Gobierno bonaerense con el espacio que lidera Cristina Kirchner. Existen cada vez más diferencias y rencores entre las partes. Tantos que el desenlace en una ruptura final no parece descartable. Durante mucho tiempo, en el rango y mida de la política tradicional, a cada opción conservadora la sucedía alguna versión aggiornada de esa fuerza política que naciera un 17 de octubre de 1945, llamada a cumplir un rol reparador. Pero, en caso de que La Libertad Avanza desbarranque - como promete el cumplimiento a rajatabla de una política económica que no puede prosperar -, en este interregno (García Linera dixit) de la Historia Patria, a la hora de barajar recambios, cunde la incertidumbre. ¿Fin o reconfiguración del trabajo? Muy probablemente lo nuevo se venga gestando desde las periferias de la Argentina Profunda. Pero, en todo caso, lo cierto es que lo viene haciendo a paso de tortuga. Por eso mismo, con ser alentadora la reactivación de un Plan de Lucha a cargo de la central obrera, basado en paros y movilizaciones, ello no salda la flagrante ausencia de un proyecto nacional capaz de nuclear a las grandes mayorías. A propósito de lo cual, ya no corresponde esperar que el cambio social pendiente dependa exclusivamente del bloque otrora monolítico al que el peronismo denominó movimiento obrero organizado, asignándole el rol de columna vertebral del movimiento nacional, o el marxismo clásico definió como proletariado histórico, dado que, a partir del tránsito entre el paradigma metalmecánico y el informático, aquel sujeto social viene sufriendo significativas transformaciones que el pensamiento crítico debe registrar con suma atención. El trabajo en el siglo XXI se caracteriza por una mayor flexibilidad, digitalización y automatización, con la proliferación de nuevas modalidades como el teletrabajo y el freelance. La pandemia aceleró la adopción del trabajo remoto, y muchas empresas han optado por el trabajo híbrido. La inteligencia artificial y la robótica también están automatizando tareas repetitivas, lo que plantea desafíos y oportunidades para el mercado laboral. Puntualicemos algunas novedades del universo en cuestión: · La tecnología ha transformado la forma en que trabajamos, con la automatización de tareas y el auge de herramientas digitales que facilitan el trabajo a distancia. · El teletrabajo, el freelance y el trabajo híbrido se han convertido en opciones populares, ofreciendo flexibilidad y adaptabilidad a las necesidades de los trabajadores y las empresas. · El mercado laboral exige cada vez más habilidades digitales y conocimientos técnicos, así como la capacidad de adaptarse a los cambios y aprender de manera continua. · La automatización y las nuevas formas de trabajo pueden generar incertidumbre en el mercado laboral, pero también ofrecen oportunidades para el desarrollo de nuevas profesiones y mejoras en la productividad. · La formación profesional continua y el desarrollo de habilidades blandas son esenciales para que los trabajadores puedan adaptarse a los cambios del mercado laboral y tener éxito en el futuro. · La pandemia y la adopción de nuevas tecnologías han puesto en evidencia la necesidad de revisar las normas laborales tradicionales y adaptarlas a las nuevas realidades del trabajo a distancia. En resumidas cuentas, contrastando con la estructura arborescente de la organización tradicional (raíz, tronco, copa), en distintos órdenes de la vida se van imponiendo las formas rizomáticas. En botánica, un rizoma es un tallo horizontal subterráneo que permite a las plantas propagarse y crecer indefinidamente. En filosofía, este concepto fue desarrollado por Deleuze y Guattari, para describir sistemas complejos y no jerárquicos. “Está cayendo una mierda tóxica del cielo que te toca y te mata” Recapitulando, la reconfiguración del futuro sujeto social del cambio necesario está en plena mutación, yendo de lxs excluídxs del proceso productivo que adquirieron visibilidad a través del movimiento piquetero, a los sectores pasivos actualmente condenados a un sordo proceso de eutanasia, todo lo cual, lejos de indicar que no existe voluntad transformadora, pone de manifiesto que, ante la carencia de un norte emancipador, su nuevo motor aún no ha fraguado. En tales circunstancias, al campo popular no le viene nada mal anotarse algunos puntos a la hora de librar su propia Batalla Cultural. Y no correspondería pasar por alto, a ese respecto, el estreno simultáneo en 190 países de la serie nacional El Eternauta, verdadero Martin Fierro de la novela gráfica argenta, que en un momento de reivindicación de la libertad individual e impugnación de la Justicia Social, viene a recordarnos que “El único héroe válido es el héroe ‘en grupo’, nunca el héroe individual, el héroe solo”, idea cuya defensa en la práctica le costó la vida al guionista argentino y militante montonero Héctor Germán Oesterheld, y a sus cuatro hijas. En la era del predominio Marvel, la adaptación de la historieta original a formato televisivo salda una vieja asignatura pendiente, además de constituir una destacable proeza tecnológica. Para viejxs lectores de aquella aventura publicada por entregas en la revista Hora Cero (1957), y más tarde reeditada en fascículos por Editorial Récord (1976), probablemente el apego a las viñetas en blanco y negro dibujadas por Francisco Solano López con aire nac & pop descoloque ante un espectáculo TAN contemporáneo como el que, desplegando una fascinante imaginería visual, ha quedado a cargo de Bruno Stagnaro (Pizza, birra, faso; Okupas; Un gallo para Esculapio) Sin embargo, surfeando sobre una primera impresión y dejándola decantar, irán apareciendo importantes constataciones. Una de ellas surge de admitir que la publicación del relato en cuestión tuvo lugar bajo el paradigma metalmecánico, y su “héroe colectivo” era una suerte de alianza cívico-militar de vecinxs audaces y militares patriotas, como la que en 1956 intentó recuperar la democracia popular abortada el año anterior por la restauración oligárquica, mientras que en la versión aggiornada con el asesoramiento de un nieto de su autor se deslizan dos insoslayables referencias históricas contemporáneas: el colapso en curso se compara con nuestro 2001, y el presente narrativo se sitúa en 2023. Vale decir, la coordenada de un intento fallido por renovar el hacer político posteriormente “normalizado” por la partidocracia tradicional, y la de la instauración del tecno feudalismo anarco capitalista en el Ejecutivo Nacional (cuyas innovaciones, en la ficción de referencia, no sirven p’a mierda) Si aplicáramos el principio según el cual “con dos puntos puede trazarse una recta”, quedaría expedito el desafío a encarar aquí y ahora por el nuevo sujeto social que la serie propone, surgido de una Argentina desindustrializada, y en un contexto desolador: La taba está girando en el aire, tanto en esta recomendable propuesta de Netflix como en nuestra realidad constante y sonante. Los ELLOS, que invaden nuestro planeta en la historieta oesterheliana - y hoy cuentan con esbirros en la Casa Rosada -, saben que los pueblos no se suicidan, y se aprestan sin prisa pero sin pausa a sofocar la inexorable reacción popular. En tal sentido, acaba de lanzarse el “Operativo Roca”, cuyo objetivo es fortalecer la vigilancia en zonas fronterizas del país, apoyando a la Gendarmería. Con aval del Ministerio de Defensa, la iniciativa tendría como propósito aumentar la vigilancia en las regiones rurales del norte y noreste, utilizando tanto recursos terrestres como aeroespaciales. Tal intervención cuenta con drones, radares móviles, helicópteros, sistemas de comunicación avanzados y un avión Diamond; además del respaldo del Decreto 1112/2024 enmarcado dentro de lo estipulado por la Ley de Defensa Nacional, que faculta a las tropas para “proceder a la aprehensión transitoria de personas sorprendidas cometiendo delitos en flagrancia”, debiendo notificar de inmediato a las Fuerzas de Seguridad, al Juzgado pertinente o al Ministerio Público Fiscal, para que se tomen las acciones que correspondan. Ojalá el campo popular manifestara un apego a la historicidad como el que vienen demostrando las clases dominantes locales: En la primera fase de desmantelamiento de la Nación Argentina, encabezada por José Alfredo Martínez de Hoz y Jorge Rafael Videla, se apeló a la denominación de Proceso de Reorganización Nacional, estableciendo absoluta continuidad con la campaña de expansión de las fronteras agropecuarias de nuestro país - justamente bautizada como Organización Nacional -, que en el Siglo XIX supuso el exterminio de los pueblos originarios que poblaban los territorios codiciados por la oligarquía terrateniente. Justamente el máximo referente de aquella gesta fue el político y militar que ahora designa a una nueva amenaza represiva, en lo que promete ser la fase terminal de la entrega de la Patria, ahora encabezada por los Milei y los Caputo. Por si quedara alguna duda al respecto, acaba de filtrarse que recientemente una joven terminó en coma inducido luego de que un instructor de la Armada le propinara varias patadas en un ejercicio para reprimir protestas. La chica lo declaró desde el Hospital Militar y ya hay marinos detenidos por las lesiones que sufrieron varios voluntarios, a los que intentaron convencer de que no revelaran lo sucedido. Hechos como estos imponen preguntarnos: ¿Y por casa cómo andamos en materia de autonomía, autogestión, autogobierno y autodefensa? - Por Jorge Falcone-La Gomera de David
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