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» Elterritorio
Fecha: 03/05/2025 10:20
En la primera mitad del siglo pasado los trabajadores realizaban sus tareas en condiciones lamentables en todo el mundo en general. sábado 03 de mayo de 2025 | 6:00hs. En la primera mitad del siglo pasado los trabajadores realizaban sus tareas en condiciones lamentables en todo el mundo en general, casi esclavizados en muchos países; ni hablar de las mujeres trabajadoras y los niños cuyas realidades laborales eran bastante más atroces, con salarios mucho más bajos, horarios más extensos, obligadas a cubrir tareas domésticas de sus empleadores y/o encargados, en condiciones de higiene y salubridad prácticamente inexistentes; el común denominador de la llamada clase trabajadora era la explotación. La situación llegó a tal punto que los obreros y empleados comenzaron a organizar protestas, huelgas y reuniones públicas que se hicieron sentir; en noviembre de 1884, la Federación Americana de Trabajo -agrupación de trabajadores- celebró un congreso en la ciudad de Chicago, Estados Unidos, en ese contexto se propuso la jornada laboral de ocho horas a partir de 1886; ante los hechos, el Ejecutivo estadounidense promulgó la ley correspondiente, sin embargo no fue acatada, las organizaciones declararon una huelga nacional que fue brutalmente reprimida y en la que murieron también algunos uniformados. Ocho trabajadores fueron detenidos y acusados, dos fueron condenados a prisión perpetua, otro a quince años de trabajos forzados y el resto a morir en la horca, así Adolf Fischer, Albert Parsons, Georg Engel, Hessois Auguste Spies y Louis Linng fueron enjuiciados, algunos de ellos ni siquiera habían participado de las protestas, el último mencionado eligió suicidarse en su celda… una locura todo; la historia los perpetuó como Los Mártires de Chicago; pocos años después durante el transcurso de las sesiones de la Segunda Internacional de Trabajadores, en París de 1889, se decidió que el 1° de mayo de cada año fuese el día para homenajear a aquellas cinco personas y para dar a conocer públicamente las demandas laborales, Argentina fue representada en la ocasión por un agrónomo francés Alejo Peyret, que había estado en Misiones un par de años antes y publicara su experiencia con el título de ‘Cartas Misioneras’. En 1890, en nuestro país se organizó la primera Federación Obrera, se publicó un periódico especializado llamado El Obrero y la efeméride se popularizó, cada año se sumaban más y más trabajadores, la represión también se incrementaba, los “anarquistas y socialistas” -como se denominaba a los manifestantes- acentuaban los reclamos, refrescaban la memoria de los caídos en la lucha y profundizaban las huelgas generales; durante las gestiones radicales del período 1916 a 1928 se sancionó legislación laboral por primera vez y se obligó a su cumplimiento. Así, el descanso dominical, la regulación del trabajo doméstico de las mujeres, el arbitraje y conciliación de los conflictos obreros fueron la punta de lanza de lo que actualmente denominamos derechos laborales; por fin el 28 de abril de 1930 el presidente Hipólito Yrigoyen decretó el feriado nacional para cada 1° de mayo. En Misiones, el registro más antiguo de la conmemoración del Día de los Trabajadores, del Trabajo o del Trabajador data del 30 de abril de 1917, cuando el diario La Tarde publicó en tapa, bajo el título ‘El 1° de Mayo – Manifestación Obrera’. donde se puede leer lo siguiente “(…) Adhiriendo al día de los trabajadores la Sociedad Unión Obrera, ha resuelto realizar mañana una manifestación pública. Dicho acto que promete verse muy concurrido, se efectuará a las 4 p.m. ajustándose al siguiente recorrido: Del local del Centro hasta Belgrano, de Belgrano a Félix de Azara hasta Bolívar siguiendo Bolívar hasta Ayacucho, siguiendo Ayacucho hasta Entre Ríos dando vuelta la plaza San Martín y encaminándose por la calle Rioja, seguirá hasta San Lorenzo siguiendo de allí hasta Córdoba, por cuya calle seguirá hasta 25 de Mayo de donde seguirá hasta Bolívar siguiendo Bolívar hasta Rivadavia de donde seguirá hasta el local social, punto donde harán uso de la palabra varios obreros explicando el significado de la fecha que se rememora (…)”. En el año 1946, por primera vez, autoridades nacionales encabezaron el evento, al año siguiente la Confederación General del Trabajo conjuntamente con el Ejecutivo Nacional llevaron adelante la actividad y todo cambió, se instituyó un acto con discursos alegóricos y encendidos, luego se presentaban números artísticos con afamados y populares exponentes, a continuación, un gran desfile de carrozas y la elección de la Reina del Trabajo; luego del golpe de Estado de 1955, el 1° de Mayo quedó en manos del Partido Socialista, durante la presidencia de Illia el evento retomó su carisma más popular, pero un nuevo gobierno de facto retrotrajo las cosas; la década de 1970 estuvo marcada por el final de la proscripción política, el regreso del líder exiliado y la recuperación de la efeméride para el “pueblo trabajador”, aunque por poco tiempo. En marzo de 1976 una nueva dictadura se hizo cargo de los destinos de la patria, tiñó de colores propios a cuanta celebración sobrevivió a la censura y hasta diciembre de 1983 el acontecer fue… lo que se pudo. En estos tiempos es imprescindible tener memoria y repetir el artículo 14 bis de la Constitución Nacional que dice: “El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial. Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo. El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna”. ¡Hasta la semana que viene!
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