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Federal » El Federaense
Fecha: 02/05/2025 11:32
Un nuevo y escándalo en el mundo del espectáculo argentino ha acaparado la atención de todos. En la tarde del pasado miércoles, Rodrigo Lussich, conocido por su trabajo en el programa "Intrusos", reveló en su sección Escandalones que el streamer Diego Poggi podría estar manteniendo un romance con Santiago "Bati" Larrivey, un ex concursante de Gran Hermano. Este anuncio desató una serie de reacciones inesperadas por parte de Poggi. Diego, quien se encuentra actualmente en una relación, no tardó en expresar su indignación ante tales afirmaciones. En su programa Espiando la casa, Poggi descalificó la información divulgada por Lussich, calificándola de falsa y cuestionando la falta de verificación de hechos por parte de "Intrusos". Afirmó que las pruebas presentadas por Lussich eran manipuladas y recalcó que jamás había tenido una relación con Bati, a quien apenas conoció después de su paso por el reality show. La situación escaló rápidamente, y Poggi anunció su intención de tomar acciones legales por lo que considera una difamación. "No es posible que levanten un tuit sin confirmarlo y generen este tipo de rumores que dañan la imagen de la gente", declaró. En una crítica directa a Lussich, le exigió que se comunicara con él antes de hacer acusaciones públicas: "Si tenías mi teléfono para intentar coquetear hace años, deberías tenerlo ahora para comprobar la veracidad de tus afirmaciones". La respuesta de Lussich Por su parte, Rodrigo Lussich no se quedó callado. En una extensa respuesta a través de su cuenta en X, expuso varios puntos en defensa de su trabajo como conductor de "Intrusos". Comenzó afirmando que su sección es un espacio humorístico que simplemente refleja lo que se encuentra en las redes sociales. A continuación, enumeró 15 puntos donde argumentó sus razones y defendió su estilo de trabajo. Lussich aseguró que nunca se propuso acusar a Poggi de infidelidad, y que simplemente refleja lo que encuentra en línea. El conductor también mencionó que las amenazas y los insultos que recibió de Poggi fueron desmedidos. Aprovechó para señalar que no se considera un periodista, sino más bien un animador que veía la oportunidad de entretener al público. Mencionó que es fácil para Poggi criticar desde su lugar mientras que él asume las consecuencias de su labor. Lussich se mostró abierto a que Poggi proceda legalmente, argumentando que espera ver cómo se desarrollan las cosas. Implicaciones de la controversia Este enfrentamiento no solo ha puesto en jaque a los protagonistas, sino que ha abierto un debate acerca de la ética en el periodismo de espectáculos, donde a menudo se cruzan límites y se generan rumores que pueden afectar gravemente la vida de las personas involucradas. Como conclusión, esta disputa entre Rodrigo Lussich y Diego Poggi pone de manifiesto las tensiones existentes dentro del ámbito del entretenimiento argentino, donde la línea entre la realidad y la especulación parece desdibujarse con frecuencia, dejando a los afectados en el centro de una tormenta mediática incontrolable.
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