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Federal » El Federaense
Fecha: 01/05/2025 15:12
A menos de tres semanas de las cruciales elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, Leandro Santoro, el principal candidato a legislador por el partido Es Ahora Buenos Aires, llevó a cabo la presentación de su libro titulado Maxikiosco en el Club Armenio, ubicado en el barrio de Palermo. Esta obra es el resultado de seis meses de exhaustiva investigación, donde el autor pone el foco en los negocios privados que se ocultan detrás de muchos activos públicos de la ciudad. Durante el evento, Santoro denunció que “somos rehenes de 50 grupos empresarios que son los verdaderos dueños de la ciudad”. Su estrategia de campaña tiene como objetivo primordial “abrirle los ojos a la gente y mostrarle qué hay detrás del maxikiosco”, enfatizando la necesidad de cerrarlo para lograr una ciudad más humana. Un homenaje significativo El lanzamiento del libro fue precedido por un emotivo homenaje a Arshak Karhanyan, un joven policía de origen armenio que se encuentra desaparecido desde el 24 de febrero de 2019. Santoro utilizó esta ocasión para criticar la burocracia que enfrenta la familia de Arshak, comparando su situación con relatos kafkianos sobre la opresión administrativa. Los negocios detrás de lo público Desde el escenario, decorado para simbolizar los diferentes “caramelos” del maxikiosco de la ciudad, Santoro desglosó los intereses que, según él, dominan Buenos Aires. Uno de los primeros temas que abordó fue el de la recolección de basura, señalando que seis empresas están a cargo de este servicio, muchas de las cuales son también proveedoras de otros servicios. Santoro aseguró que la ciudad está saturada y que gastan cuatro veces más por kilómetro cuadrado que en Madrid. Críticas a las tarifas del subte Otro punto de su exposición fue el sistema de subte, donde acusó a la empresa Emova de inflar las tarifas aprovechándose de su relación con el Grupo Roggio. “Los amigos de Macri pasaron de ser amigos del poder a proveedores del Estado”, criticó Santoro, destacando la falta de transparencia en estas conexiones. La cuestión inmobiliaria En el ámbito inmobiliario, Santoro alertó sobre la venta de 336 hectáreas de terrenos públicos. Esta situación, a su juicio, podría significar que estamos ante la última generación de jubilados propietarios, a medida que la construcción se convierte en un mecanismo de especulación inmobiliaria que expulsa a muchos ciudadanos de la ciudad. La salud y la obra pública bajo la lupa El candidato también criticó la administración de los hospitales, denunciando que están llenos de empresas privadas que manejan todo, desde la aparatología hasta la limpieza. “Todo está en manos de privados, amigos del poder, donde el control del Estado es casi inexistente”, expresó. Santoro también hizo hincapié en la cartelización de los negocios de obra pública, especialmente en el arreglo de veredas, donde una sola empresa controla a las demás. Asimismo, recordó que el sistema de grúas ha estado manejado por solo dos empresas durante dos décadas, cobrando tarifas muy bajas. Un llamado a la acción Cerca del final de su discurso, Santoro reforzó que estas elecciones no son solo sobre la elección de un jefe de Gobierno, sino sobre el futuro de los legisladores que deben trabajar en conjunto con la ciudadanía. Prometió que, de ser electos, se establecerán comisiones investigadoras para indagar en estos contratos y renegociar acuerdos con las empresas privadas, asegurando que Buenos Aires vuelva a pertenecer a sus vecinos. En cuanto a campaña, Santoro anunció que, tras su participación en el debate de postulantes, su próximo cierre será en la emblemática Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, reafirmando su compromiso con el impulso de la universidad pública y el interés general de la población, en un contexto donde la educación está bajo amenaza. El próximo desafío es conseguir que la ciudadanía reconozca la importancia de recuperar lo público y poner fin a la intermediación que solo benefician a unos pocos. Santoro concluyó: “Para construir una ciudad más humana, es esencial colocar el bienestar de la gente por encima de los intereses privados”.
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