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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 30/04/2025 18:36
Axel Kicillof y Máximo Kirchner cada vez más enfrentados en la interna del peronismo bonaerense “Axel manda al ‘Cuervo’ a hablar con el objetivo de provocar y romper. A nosotros nos costó mucho ganar la provincia. No vamos a rifar la unidad”. Un importante dirigente de La Cámpora eligió esa definición para contrarrestar las críticas que ayer hizo Andrés Larroque a Máximo Kirchner y su agrupación política. El ministro bonaerense aseguró que el sector que responde al hijo de Cristina Kirchner está “extorsionando” al Gobernador al no acompañar en la Legislatura la modificación de los plazos del proceso electoral. “Subordinan el funcionamiento normal de las instituciones y la democracia de la provincia a una extorsión en función de una negociación de espacios de poder”, sostuvo. Larroque fue muy duro con Kirchner y el espacio político que lidera. Los definió como “un grupo de irresponsables” y apuntó, con mira telescópica, contra “el grupito de Máximo”, al que hace tiempo que nombra como responsable de las fricciones con Kicillof. El grupo al que cuestiona está compuesto principalmente por la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza; el presidente del bloque de Diputados bonaerense, Facundo Tignanelli; el senador provincial Emmanuel González Santalla y el diputado provincial Martín Rodríguez. Mayra Mendoza es una de las integrantes del grupo de Máximo Kirchner al que apunta Larroque A ellos van gran parte de los mensajes públicos. “No estamos discutiendo a Cristina. Estamos discutiendo a la bandita de Máximo, al grupito de Máximo, ni siquiera toda La Cámpora“, dijo Larroque. Su definición generó un gran enojo en el camporismo. “Lo que están haciendo es provocar a un sector del peronismo para generar una ruptura. Llevan adelante una estrategia de victimización y quieren que nosotros pisemos el palito. Quieren que nosotros rompamos. No lo vamos a hacer”, indicó un funcionario camporista de estrecha relación con Máximo Kirchner. En La Cámpora empezaron a apuntar directo a Kicillof. No solo lo responsabilizan de avalar las expresiones de Larroque, sino también de idear el contenido del mensaje. “Acá no hay lobos solitarios”, reflexionaron cerca del líder camporista. En el núcleo duro del camporismo molestó mucho los términos en los que se expresó Larroque. “Bandita” y “extorsión” fueron las principales definiciones que rechazaron. “El ‘Cuervo’ está estigmatizando gente y él sabe que eso no se hace. Sobre todo porque se lo hicieron a él, que fue brutalmente estigmatizado en otro tiempo”, señalaron. En La Cámpora hay un fuerte enojo con el "Cuervo" Larroque por sus definiciones sobre Máximo Kirchner y su grupo más cercano “Que se hagan cargo de lo que son”, precisaron cerca del ministro bonaerense, donde reflotaron una frase de Juan Domingo Perón para respaldar sus expresiones: “Con la verdad no temo ni ofendo”. La guerra desatada no tiene un final cercano. Además, consideraron que al hablar de extorsión “se está pasando un límite” porque “está acusando a un sector de un delito y lo está haciendo sin pruebas”. En esa línea, insistieron: “Él sabe lo que es ser acusado falsamente de un delito”. Además, lo definieron como “el jefe del sindicato de los dirigentes políticos”, debido sus críticas reiteradas hacia la dirigencia del cristinismo. Después de la falta de acuerdo para modificar los plazos electorales en la Legislatura, desde la gobernación dispararon con munición gruesa contra el camporismo y los acusaron de querer romper el espacio político. “Que se hagan cargo de que quieren romper y no pongan más excusas”, aseguraron en el entorno de Kicillof. “Nosotros no vamos a romper”, sentenciaron en la organización ultra K. En la instancia de discusión actual de ambos lados lanzan acusaciones. Unos les dicen a los otros que quieren quebrar la coalición. En el kicillofismo aseguran que La Cámpora se convirtió en una oposición interna. No juegan a favor del gobernador que es parte de su propio espacio político. En el cristinismo ahora dicen que CFK cedió, dio una señal de unidad y Kicillof no respondió de la misma forma. Facundo Tignanelli junto a Máximo Kirchner. El diputado provincial es otro de los apuntados por Larroque Para marcar el alineamiento al oficialismo provincial, pese a las diferencias políticas existentes, en La Cámpora resaltan que en los bloques legislativos de La Matanza, La Plata o Avellaneda, hay integrantes de la organización que no se fueron pese a que los jefes políticos de esos municipios son parte del esquema del Movimiento Derecho al Futuro (MDF), que conduce Kicillof. “Nosotros no somos los que tenemos vocación rupturista ni los que no hacemos oficialismo, sino que precisamente en los lugares donde se han roto los bloques de concejales son los lugares donde gobierna un compañero o compañera de La Cámpora, como son los casos de Lanús y Quilmes”, dijo en las últimas horas Tignanelli. La ruptura de esos bloques provocó un fuerte enfrentamiento entre los intendentes camporistas Mayra Mendoza y Julián Álvarez con el jefe comunal de Avellaneda, Jorge Ferraresi, uno de los pilares del esquema político que conduce el Gobernador. Una guerrilla del conurbano donde los límites se corren todo el tiempo. En las últimas horas, Ferraresi dejó trascender que en el caso de que haya unidad entre CFK y Kicillof, no está dispuesto a militar en la tercera sección electoral una boleta que lleve a dirigentes de La Cámpora. En ese caso, lo que haría sería presentar una boleta corta. Aunque se logre la unidad, nada será como antes. La interna sigue y sigue.
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