15/12/2025 13:17
15/12/2025 13:16
15/12/2025 13:16
15/12/2025 13:16
15/12/2025 13:16
15/12/2025 13:15
15/12/2025 13:15
15/12/2025 13:15
15/12/2025 13:15
15/12/2025 13:15
Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 30/04/2025 07:53
La situación turística de Concordia atraviesa serias dificultades estructurales, según advierte el vicepresidente de la Asociación Hotelera Gastronómica de Concordia (AHGC), Leandro Lapiduz. En diálogo con Despertar Entrerriano, el empresario realizó un diagnóstico preocupante sobre la falta de crecimiento, la escasez de plazas hoteleras, los problemas de gestión de atractivos turísticos y las trabas administrativas que afectan al sector. “En general, la situación del turismo en Concordia no ha cambiado demasiado para mejor. Seguimos siendo una ciudad de paso con muy poca capacidad de plazas, y esto es preocupante”, alertó Lapiduz. Según precisó, hoy en día “los hoteles o cierran o están a la venta (al menos 4)”, lo que refleja que la actividad no está generando rentabilidad suficiente para sostener las inversiones. “Si esto fuera un gran negocio como en ciudades aledañas, lloverían inversiones, ¿no es así?”, se preguntó. Respecto al potencial turístico de la ciudad, Lapiduz advirtió que la diversidad de atractivos no se traduce en una ventaja competitiva, sino que a veces se convierte en un problema de gestión. “Tenemos gran cantidad de oferta turística en cuanto a atractivos y esto a veces suele ser un problema, ya que no podemos enfocarnos en un producto”, señaló. Esta dispersión se agrava, explicó, porque “los atractivos, ya sean termas, lago, etcétera, tienen gestiones independientes”. “Termas Vertientes es privada, las del Lago son provinciales y de este modo no podemos llevar una gestión de entendimiento”, explicó. Según su análisis, esta falta de coordinación “afecta el estado y la determinación de quién se ocupa de cada cosa”, y genera un deterioro en la calidad de los servicios turísticos. “El turista no entiende nada, solo sufre por la falta de mantenimiento, mientras los responsables se pasan la pelota”, resumió. En relación a la ocupación hotelera, Lapiduz criticó los mensajes oficiales que intentan mostrar un éxito turístico que no se corresponde con la realidad. “Lo peor es hacernos el Diario de Irigoyen nosotros mismos”, expresó, en referencia a la histórica práctica de negar la realidad. “Entonces, cuando salimos a decir que ‘Concordia está al 100%’, tenemos que ser coherentes y decir que es al 100% de 3.000 plazas, lo cual es el 20% de plazas que tiene, por ejemplo, Federación o Colón”, explicó, marcando la diferencia con otras localidades entrerrianas más desarrolladas en turismo. Sobre el comportamiento de la demanda, indicó que “los niveles de ocupación en fechas clave no pasan del 40% en el centro y del 70% en la zona norte”. Además, detalló que “los hoteles de ruta 14 llegan a buenos números los comienzos y los fines de semana largos, ya que la gente los usa de paso”, mientras que “bajan la ocupación en el medio de los días feriados”. Como ejemplo, mencionó que “durante Semana Santa manejaron buenos números miércoles y domingo”, pero los días intermedios fueron débiles. Otro de los obstáculos señalados por Lapiduz son las exigencias burocráticas municipales, que desalientan las iniciativas privadas. “En Concordia hay muchas trabas en cuanto a habilitaciones y demás. Como ejemplo, te puedo decir que llevar un show musical a un comercio gastronómico requiere de trámites de habilitaciones casi por igual a lo que solicitan para abrirlo”, aseguró. “Lo cual es una locura tanto en tiempo como en dinero”, añadió. Para el titular de la AHGC, la falta de una política seria y sostenida impide que Concordia se consolide como un destino atractivo. “Si seguimos con la esperanza de ser una ciudad con turismo y no atacamos realmente los problemas, no vamos a serlo”, sentenció. En su visión, la clave está en reconocer que “la divisa que deja el turismo es un valor agregado imperante”. Finalmente, se refirió a la expectativa por el aeropuerto de Concordia, aunque con cautela. “La llegada del aeropuerto podría ser una gran oportunidad que veo en bambalinas”, señaló. No obstante, advirtió que “a mi criterio no puede ser manejado en forma pública y no se está llegando a gestiones que me permitan pensar que va a funcionar como debe”. De no corregirse el rumbo, afirmó, “será otro gasto para el sector público, que no puede asumir más gastos y volcarlos en el ciudadano a través de impuestos”. Lapiduz cerró con una definición clara: “El sector público no está hecho para manejar cuestiones de índole comercial”. Fuente: Despertar Entrerriano
Ver noticia original