29/04/2025 23:55
29/04/2025 23:51
29/04/2025 23:50
29/04/2025 23:50
29/04/2025 23:50
29/04/2025 23:50
29/04/2025 23:50
29/04/2025 23:50
29/04/2025 23:47
29/04/2025 23:46
» tn24
Fecha: 29/04/2025 19:43
El adolescente señalado por el homicidio tiene 13 años. Su familia abandonó su casa por temor a represalias, mientras denuncian amenazas, desprotección estatal y un accionar policial inadecuado. El asesinato de Dylan Gaetano, el joven de 16 años apuñalado en una plaza de Villa Luzuriaga, sigue sacudiendo a Resistencia. Pero mientras una familia llora su pérdida y clama justicia, otra —la del menor acusado por el crimen— vive en el miedo, el silencio y la huida. Alan, el adolescente de 13 años señalado como autor del hecho, abandonó su hogar junto a su familia. Vecinos del barrio La Rubita contaron que la tensión creció de forma alarmante tras conocerse la identidad del menor. “Están en shock, no salen del miedo. Tuvieron que irse para resguardar sus vidas”, relató una vecina cercana. La casa de la familia quedó vacía. “Nos ayudamos entre todos para sacar lo que se podía. Desde que ocurrió el hecho, pasaban personas mirando, filmando. Hubo amenazas de prender fuego la casa”, agregó. Asegura que llamaron reiteradas veces a la Policía, pero que las respuestas llegaron tarde. “Pasamos la noche preparados con baldes de agua, por si cumplían lo que decían”, denunció. Según quienes conocieron a Alan desde pequeño, no tenía antecedentes de violencia ni conflictos en el barrio. “Estudiaba, jugaba como cualquier chico. No sabemos qué pasó. Algunos dicen que fue un ataque directo, otros que estaban jugando. Hay muchas versiones”, expresó la vecina. La situación también dejó expuestas serias fallas en el accionar estatal. La familia denunció que el niño fue esposado y tratado como un adulto al momento de su aprehensión. “El papá tuvo que intervenir para recordarles que tiene 13 años. No se respetó ningún protocolo para menores”, dijeron. Hoy, el menor acusado no solo enfrenta las consecuencias de un hecho trágico, sino también la falta de contención institucional. “Está muy afectado. Llora, no habla, no come. Y lo más grave es que nadie lo está asistiendo”, alertó su entorno. Fuente: Noticiero9.com
Ver noticia original