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» Sin Mordaza
Fecha: 29/04/2025 07:17
Ubicada en el corazón de los Países Bajos, Ámsterdam es una ciudad que desafía lo convencional. Sus casas angostas, altas y torcidas parecen salidas de un cuento de hadas, los canales son calles, las bicicletas superan en número a los habitantes y todo parece diseñado con una sonrisa cómplice bajo el concepto urbano. Y en este encantador caos , un excéntrico hotel te puede llevar a conocer nuevas alturas, en el sentido más literal de la oración. Faralda Crane es un refugio de lujo construido en una antigua grúa portuaria . Ubicado en Amsterdam-Noord, el viejo barrio industrial de la ciudad, y suspendido sobre el río IJ, el establecimiento desafía la lógica y cualquier expectativa sobre lo que debería ser un hospedaje. Con suites panorámicas, vistas incomparables y una historia tan singular como su estructura, este hotel boutique es ideal para los amantes de la aventura , las nuevas experiencias y el diseño en su estado más puro. Sin dudas, un lugar único. Tras cuatro años de trabajo, entre 2011 y 2015, y una inversión superior a 3.5 millones de euros, Edwin Kornmann Rudi , su propietario, logró llevar a la realidad su sueño: una grúa de 1951 , llamada Crane 13 , se convirtió en el hotel de lujo más icónico de Ámsterdam. Con servicios de alta gama y diseño de vanguardia, las habitaciones miden miden casi 40 metros cuadrados cada una distribuidos y están situadas a entre 30 y 50 metros de altura en el interior de la grúa. Lo peculiar es que ofrecen vistas espectaculares y diferentes cada día. Esto se debe, a que la máquina cuenta con un mecanismo que la permite girar muy lentamente sobre su eje cuando el viento sopla. En la plata baja de los cuartos hay una pequeña sala de estar y un baño completo. Mientras que, en la parte superior, se encuentran el dormitorio y una bañera independiente. Pero, su valor diferencial es que cada suite es una experiencia en sí misma: Free Spirit mezcla un diseño contemporáneo de tonos neutros, con elementos inspirados en el modernismo alemán; Secret es la más romántica y acogedora, con toques orientales y un rincón junto al ventanal; y en The Mystique, predominan las excentricidades los colores negro, rojo y dorado.
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