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  • El Papa Francisco y su lucha por una acción contra el Alzheimer

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 28/04/2025 02:38

    El papa Francisco dejó escrito el primer borrador de la declaración final del Simposio sobre envejecimiento poblacional, pidió que las invitaciones se cursaran en su nombre y encomendó su organización a la Pontificia Academia para la Vida /REUTERS/Yara Nardi En honor al legado del papa Francisco frente a la cultura del descarte. Por una ley de Salud Cerebral y Alzheimer para Argentina: proteger la memoria es honrar el futuro. La grandeza de una sociedad se mide por cómo cuida a quienes la construyeron. En un mundo que envejece rápidamente, y donde la edad es un factor de riesgo principal para una enfermedad como el Alzheimer, la memoria y la salud cerebral se convierten en pilares fundamentales para consolidar sociedades más justas, humanas y sostenibles. El 9 y 10 de mayo, en el Vaticano, organizaremos el Simposio: Oportunidades y Desafíos de una Población Mundial Envejecida. Este encuentro, nacido por pedido del papa Francisco, reunirá a líderes globales para debatir cómo afrontar el desafío que representa una población mundial cada vez más longeva. El papa Francisco estaba profundamente interesado en este Simposio, al punto que dejó escrito el primer borrador de la declaración final, pidió que las invitaciones sean “en su nombre” e instruyó a la Pontificia Academia para la Vida para que le diera forma. Quería que sucediera y por eso se involucró personalmente en su organización, siguiendo su llamado a rechazar la cultura del descarte, que invisibiliza y margina a los mayores. El papa Francisco impulsó el Simposio sobre envejecimiento poblacional como parte de su llamado a rechazar la cultura del descarte, una problemática que invisibiliza y margina a las personas mayores en sociedades contemporáneas (Vatican News) Y así como organizaciones de todo el mundo y expertos en salud cerebral se darán cita en el Vaticano la semana próxima, esta situación global encuentra eco en una urgencia local. En Argentina, enfrentamos un desafío de salud pública que todavía no ocupa en la agenda el lugar prioritario que merece: más de 400.000 argentinos padecen hoy enfermedades como el Alzheimer y otras demencias, y para 2050 ese número podría duplicarse. Además, la demencia no solo enferma a quien la padece: también impacta profundamente en su entorno, provocando una carga emocional y económica devastadora para miles de familias. Cada día, quienes cuidan a una persona enferma enfrentan estrés, ansiedad, depresión, mayor consumo de psicofármacos y ausentismo laboral. Estos “otros enfermos” —los cuidadores— representan una dimensión silenciosa e inmensa del problema. Esta realidad no solo representa una tragedia humana, sino también una amenaza económica de gran magnitud. Hoy, la demencia, según estimaciones de expertos de Alzheimer’s Disease International, le cuesta a la sociedad argentina más de 2.500 millones de dólares por año, una cifra que, por las razones esbozadas, podría duplicarse en el futuro si no actuamos. Es por eso que contar con una estrategia nacional y un proyecto integral para abordar el Alzheimer y otras demencias no es un gasto, sino una inversión que conlleva un ahorro para el Estado. Postergar el problema es mucho más costoso —humana y económicamente— que enfrentarlo con políticas públicas basadas en la evidencia. Frente a esta crisis, impulsamos en el Congreso Nacional un proyecto de Ley de Lucha contra la enfermedad de Alzheimer y otras Demencias, que propone la creación del Programa Nacional de Salud Cerebral. Cuidar la memoria y la salud cerebral implica proteger el futuro de las sociedades, porque el envejecimiento poblacional plantea desafíos globales que requieren respuestas integradas desde la salud pública, la política y la educación (Imagen Ilustrativa Infobae) El Programa Nacional de Salud Cerebral que proponemos es una estrategia transversal que busca abordar un problema creciente, muchas veces invisible. No podemos esperar a que el problema nos desborde para actuar. Tenemos una ventana de oportunidad para prevenir, diagnosticar precozmente, capacitar equipos de salud en todo el país y desarrollar políticas públicas sustentables y más equitativas. Hoy, 39 países miembros de la Organización Mundial de la Salud —entre ellos 9 en América— ya cuentan con un Plan Nacional de Demencia, y 27 más lo tienen en desarrollo. Argentina, con esta ley, estará dando un primer paso indispensable. El dato es contundente: hasta un 40% de los casos de demencia podrían prevenirse o postergarse si actuamos sobre factores de riesgo como la hipertensión, la inactividad física, el tabaquismo, la soledad, la obesidad, el traumatismo craneoencefálico, la depresión, el consumo excesivo de alcohol, la contaminación del aire, la diabetes, la discapacidad auditiva o la baja escolaridad (la educación protege al cerebro). Mañana, martes 29 de abril, presentaremos en la Comisión de Acción Social y Salud Pública de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación la Jornada de Promoción de la Salud Cerebral – Hacia un Plan Nacional de Lucha contra el Alzheimer y otras Demencias. Este encuentro representará un progreso clave para instalar el tema en la agenda pública y legislativa. La propuesta de Ley de Salud Cerebral y Alzheimer busca transformar una urgencia silenciosa en una prioridad nacional, honrando así el legado del papa Francisco en favor de una sociedad que valore la dignidad y el cuidado de los mayores (Imagen ilustrativa Infobae) Esta causa trasciende partidos políticos, generaciones e intereses sectoriales. Es una causa profundamente humana. No podemos permitir que cientos de miles de argentinos y argentinas enfrenten el Alzheimer en soledad, sin el respaldo de una política de Estado. Que estas palabras no sean solo una alerta. Que sean un impulso para un compromiso colectivo. Les pido que nos acompañen en este camino. Que juntos impulsemos la Ley de Alzheimer que nuestro país necesita. Que el cuidado de nuestros mayores sea una prioridad nacional, hoy y siempre. Porque cuidar nuestra memoria es proteger nuestro futuro. *Facundo Manes es neurocientífico y diputado nacional por la UCR.

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