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» El Ciudadano
Fecha: 27/04/2025 11:53
Daniel Zecca Santiago Cúneo se define como nacionalista, peronista y cristiano. Propone cambiar el sistema republicano de gobierno por el de la Confederación, para terminar con el centralismo porteño y darles a las provincias mayor autonomía en el manejo de sus recursos, entre otras cosas. «La Argentina nació confederal», subraya. Su estilo es conocido por su carácter directo y combativo, y no sólo cuando apunta al enemigo político. No duda en calificar al pueblo como «bruto y cobarde», entre otras adjetivaciones. Para el periodista y candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, Javier Milei es un «chirolita desquiciado con problemas graves de carácter psiquiátrico», que responde a «los verdaderos dueños de un proyecto de saqueo, anglófilo, masón y con características genocidas». Cree que el capitalismo y su liderazgo natural, EE.UU., están terminados, y que el modelo económico a seguir es China. Para Cúneo, si «hubiera habido setenta años de peronismo, hoy seríamos China». —¿Hacia dónde creés que nos lleva la gestión Milei, que ya lleva 500 días? —La gestión no existe, no hay gestión. Esto es un plan de saqueo. Con lo cual no existe gestión, no existe gobierno, es un gobierno de ocupación planificado por sus mandantes. Él es un chirolita desquiciado con problemas graves de carácter psiquiátrico y sus mandantes, ponele hace 500 días, aunque ya hace desde ese tiempo que no hay Sol en la Argentina, así que serían 500 noches. Porque en definitiva sería una noche absoluta la de la Argentina de hoy. Un tiempo oscuro y satánico. Con lo cual, el personaje se transforma en algo absolutamente menor y es la carnada para los boludos. Atrás de este personaje esquizofrénico, psiquiátrico, enfermo mental —como caracterización de un diagnóstico clínico, no de ofensa— se esconden los verdaderos dueños de este proyecto de saqueo, que es un proyecto anglófilo, masón y con características genocidas, atrás del apoyo al criminal de guerra nazi de Netanyahu, que tiene pedido de captura internacional por la Corte Penal Internacional por el genocidio de nuestro hermano pueblo de Palestina. Con lo cual, el alineamiento que ha tomado este gobierno de ocupación nunca fue tan pornográfico y tan salvaje como hoy. Pero duermen con nosotros desde el origen de los tiempos, de la independencia fallida que nunca fue, de la ruptura con la monarquía española, para terminar durmiendo con la monarquía británica. Con lo cual, son los herederos del bombardeo de la Plaza de Mayo del 55, son los herederos de la Fusiladora, son los herederos de Lanusse, de Onganía, de Videla, de Galtieri, de los 30.000 desaparecidos, de la Noche de los Lápices y del Cordobazo. Son la misma mierda reciclada. Y, en este escenario, lo único que se da como elemento novedoso es que alguna vez fueron en la Argentina Lavalle fusilando a Dorrego y hoy son redes sociales. Nada más. Después son la misma mierda histórica, la cual hay que definitivamente exterminar de la Argentina. La Argentina tiene que terminar de una buena vez de convivir con los liberales. Los liberales deben ser extirpados de la política. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de Diario El Ciudadano (@diarioelciudadano) —Háblame un poco más de los que están detrás. ¿Se les puede poner nombre y apellido? —(Eduardo) Eurnekian, (Darío) Epstein, (Mauricio) Macri… Son muy fáciles. En la Argentina no hay una oligarquía generada en base a trabajo. Son todos ladrones, contratistas del Estado que han saqueado tanto al Estado que ahora quieren ser el Estado. Con lo cual no es difícil, los nombres y apellidos son simples. Los que financiaron las noches de Hotel Libertador en la avenida Córdoba y 9 de Julio son los que se están quedando con el litio, con las propiedades, con el oro, con la minería, con el Paraná. No es difícil, están cobrando sus aportes de campaña. —¿Y esto a dónde nos lleva? ¿Puede sostenerse en el tiempo? —No vienen a sostenerse en el tiempo, vienen a saquear. El liberalismo es una banda de boqueteros que habitualmente lo que hacen es robar y saquear los bancos centrales de los Estados, vaciar y liquidar su patrimonio, y cuando lo logran le devuelven el Estado a los pobres pueblos liquidados para que se encarguen ellos mismos de sobrevivir, porque una vez que la tierra está diezmada y el objetivo de saqueo cumplido, se van. —¿Cuánto tiempo queda para terminar el saqueo? —Lo que seamos capaces de permitir en la base de la indignidad de un pueblo miserable que permite ser violado. Así que no es un problema de lo que hagan ellos, sino de lo que hagamos nosotros. Yo trabajo para que se vayan ayer, desde el primer día, y presenté el pedido de juicio político en marzo del 2024. Tenemos un pueblo miserable que acepta de manera ruin y cobarde ser sometido. Bueno, es un problema que debemos resolver enamorando, convenciendo, persuadiendo y enseñando, porque tenemos un pueblo bruto, bruto y cobarde. Con lo cual, la Argentina de los héroes no es ésta. La Argentina de las grandes luchas y de nuestra historia orgullosa hoy la podemos ver representada en nuestros veteranos de guerra de Malvinas. Pero la realidad es que tenemos hoy un pueblo decadente. Por eso existe la oportunidad de que estos miserables genocidas estén en la Casa de Gobierno. Nadie puede ser tan suicida de no darse cuenta de que le va la vida personal y la de sus hijos en este saqueo y seguir pretendiendo, desde la ignorancia brutal y la incultura, sostener que hay que darle tiempo a estos genocidas. Bueno, la única situación de aliento que uno puede encontrar es que otros pueblos cultos y milenarios, como el pueblo alemán, hicieron lo mismo con Hitler. Con lo cual no somos los únicos imbéciles de la historia. Lo que pasa es que nosotros deberíamos aprender. Cuando surge este tipo de acciones criminales, no hay tiempo para hacer oposición democrática a un régimen de dictadura autocrática y delirante. Hay que ser enemigos y hay que construir la enemistad manifiesta hasta terminar con esas expresiones. Es lo que debió pasar en Alemania si querían evitar lo que vino después. No lo pudieron hacer. Los nazis, aparte de ser los autores del genocidio, fueron un partido político nacionalista alemán de una cervecería, cuando eran 20. De esos 20 borrachos de la cerveza al genocidio hubo un pueblo ignorante que se dejó llevar por una propuesta mesiánica que en principio les habló de soluciones económicas. Es siempre el mismo camino. Es tentar a la persona en sus miserias, porque quien le propone, sobre la faz de la tierra, a las personas, recompensas materiales por adorarlo a Satanás —no a Jesús—, cuando aparecen proyectos políticos que te dicen «votame a mí que te voy a mejorar la vida económicamente», y lo único que te dicen es «va a haber recompensa económica, vas a ser más rico, vas a tener más autos, vas a consumir prostitución». Bueno, esas promesas no son del bien, ni de origen divino, ni eclesiástico, ni cristiano, ni budista, ni musulmán. Eso claramente son las promesas de Satán. Estos miserables son satánicos. Por eso las promesas que hacen son satánicas. Y el pueblo, cansado y hastiado del fracaso de los mentirosos que se decían populares, se volcó a una promesa material, y esa promesa material era únicamente económica. Bueno, acá tienen el resultado. —Hablás de un pueblo bruto, es una definición muy fuerte. —Bruto con ganas, no bruto. —Sobre todo porque vos vas a ser candidato, vas a buscar el voto de ese pueblo. —Yo no busco el voto con demagogia. —¿Hay que sumarle algún grado de manipulación también del pueblo, algún grado de hartazgo, y qué rol tienen los dirigentes en todo esto? —No, el bruto es bruto porque es bruto, no porque lo manipulan. Porque cuando alguien se preocupa por informarse y por mejorar, deja de ser manipulable. Tenemos un grupo de generaciones que lamentablemente han accedido a votar. Entonces tenemos ciudadanos de 16 años que votan, bueno, un delirio absoluto y total. Esa estupidez se la hizo Cristina Kirchner. Un pendejo de 16 años no puede votar a un presidente en su puta vida, y sin embargo pasa. Bueno, acá estamos. Esos ciudadanos definieron una elección, eligieron sin saber, sin conocer, sin formación, sin cultura, sin expresión de formación política, económica, social, ética, religiosa, doctrinaria, y sin embargo fueron a votar. Bueno, esas imbecilidades son de pueblos brutos. Los pueblos brutos le dicen a los chicos de 16 años que pueden elegir un presidente. Con lo cual, en esa brutalidad, nosotros tenemos que decirles a los pibes «vos no podés votar». Entonces, nosotros no les podemos decir «ahora lo vamos a bajar a 14». Nosotros tenemos que ir al pibe de 16 años y decirle «andá a estudiar, formate, preparate, terminá de formarte, y cuando seas grande, votarás». Tenemos que decirle a la gente que vota por incentivos económicos que con la mejora de la economía alemana llegó Hitler. Entonces hay que explicarle a la gente que la Comunidad Organizada y el proyecto colectivo de Patria tiene épocas buenas y épocas malas, épocas de vacas gordas y épocas de vacas flacas. Y la Patria no deja de ser Patria ni el proyecto colectivo deja de ser proyecto colectivo porque te toque la mala. A lo sumo, las generaciones que atraviesan las malas tendrán que hacer lo que tengan que hacer para la consecución histórica en el concatenamiento generacional, para que tus hijos les vaya mejor y a tus nietos les vaya muchísimo mejor. Con lo cual, cuando un pueblo miserable y bruto cree que es el minuto a minuto y que el éxito tiene que ser hoy porque yo vivo hoy, entonces me cago en mis hijos, que venga un gobierno y me ponga dólares uno a uno en el bolsillo. Bueno, tenemos imbéciles que creyeron que votar a estos degenerados era volver al uno a uno menemista, otros degenerados. El fantasma, el delirio de la construcción de un espejismo social, de que se venían tiempos de saqueo de la Patria para repartir el botín entre los que esperaban viajes a Miami, también se cayó a pedazos. Entonces, ¿por qué todavía algún idiota festeja que el gobierno anuncie 44.000 millones de deuda? ¿Quién puede ser el estúpido que festeje hipotecar su casa para pagar los gastos fijos de un negocio quebrado? Bueno, esa es la Argentina de hoy. Hay imbéciles que festejan que el gobierno hipotecó la Argentina para pagar los gastos fijos de una empresa quebrada, porque la Argentina está en default. Con lo cual, no vamos a pagar ni lo que debíamos antes, y mucho menos lo que acaban de pedir. La quiebra ahora es más profunda, debemos mucho más, estamos más embargados, y ahora tenemos la casa hipotecada. Hay imbéciles que festejan eso. Eso se llama ser brutos. Y no hay manera de explicarle al bruto más que decirle que es un bruto. Para que en algún momento el dolor profundo que va a sentir, para que en algún momento las pérdidas que va a sufrir, para que en algún momento el dolor de sus hijos que está generando por bruto, le pesen en la conciencia a la hora de ir a votar. —¿Dónde está parado Cúneo? —Nacionalista y peronista. —Y también cristiano. —Sí, claro. No se puede ser peronista si no sos cristiano. Nosotros somos los Diez Mandamientos y las Veinte Verdades. Eso es ser peronista. —Y dentro del peronismo orgánico, ¿cómo estás? —No existe el peronismo orgánico. El peronismo es un movimiento. —¿Dentro del partido Justicialista? —El pejotismo es una bolsa de mierda que se puede meter Cristina en el orto con el voto de Servini de Cubría. —¿Y cómo es tu acción para llegar a ese pueblo al que vos definís de la manera en que definís, con categorías que son históricas del pueblo argentino, es cierto, pero que están como en un segundo o tercer plano hoy en la sociedad? —¿Vos querés que yo le hable al bruto como si fuera bruto? No lo voy a hacer. Yo le hablo al bruto para enseñarle. Yo no me acomodo al bruto ni me embrutezco yo porque el pueblo es bruto. Entonces, le hablo al argentino desde la base cultural de nuestros hábitos y costumbres, de nuestra historia, nuestra doctrina, nuestra fe, nuestra economía, nuestro desarrollo sustentable. Y después, si el bruto no entiende, es problema del bruto. Nosotros no podemos transmitir lo que el bruto espera que le digamos, porque el bruto está esperando que le digamos que vamos a dolarizar la economía, que vamos a entregar la soberanía, que vamos a permitir que nos violen a cambio de que él se pueda ir a Walt Disney. Y eso no lo voy a hacer nunca. —Vos hablás, por ejemplo, de que le dicen que se están endeudando para pagar gastos corrientes, y la gente lo festeja. Pero no lo dicen exactamente así. El discurso del gobierno es otro. —Mienten, son mentirosos. ¿Alguna vez viste a Satanás diciendo la verdad? Satán no dice la verdad ni obra por amor. Y los que son satánicos y adoran a Satán son iguales que él: mentirosos, demoníacos, criminales y genocidas. No van a decir la verdad, van a mentir, van a utilizar la demagogia, la mentira, el engaño. Con eso ganaron una elección. Pero la batalla del buen combate no está dada en el resultado electoral. Está dada en el proyecto de Nación y de Patria sustentable. Y eso puede ser perder mil elecciones. Pero las guerras se ganan cuando uno se rinde, y acá no se rinde nadie. Con lo cual, conjugar al enemigo es rendición incondicional o muerte. Nosotros estamos en plena batalla, y la guerra continúa. Con lo cual, nos veremos las caras cuando la guerra termine. Yo creo que va a terminar el día que clavemos la bandera confederal arriba de las ruinas de Londres y recuperemos nuestras Islas Malvinas y la soberanía política de nuestro continente. Estamos invadidos por un gobierno anglófilo, y esa invasión hay que aceptarla como hemos sufrido otras. Con lo cual, estamos en una resistencia a un gobierno de ocupación. Les toca estar en la Casa Rosada por la fuerza de esa ocupación criminal, y a nosotros nos toca resistir para echarlos una vez más. —Me gustaría que habláramos dos palabras de tu proyecto de Confederación. ¿Qué implica? —La vuelta a la genética, al ADN argentino. La Argentina nació confederal, y después de la batalla de Caseros, con el traidor de Urquiza y la basura unitaria, se construye la derrota en Caseros de nuestro Restaurador Juan Manuel de Rosas. Y a partir de ahí, el unitarismo salvaje y criminal, en la Constitución de 1853, fija como capital de la República la ciudad de Buenos Aires, que era ni más ni menos que el puerto mitrista de la administración de la aduana y la centralidad unitaria. De ahí en más, todas las batallas… vino Cepeda en el 59, gana Urquiza y se rinde ante Mitre. O sea, la misma mierda repetida una y otra vez. Por eso Urquiza murió como el mejor traidor: a pura espada y acero con la que había vencido a Rosas, en el comedor de su casa, cortado a la mitad. Y la realidad es que desde ese entonces, desde la derrota del Restaurador, venimos padeciendo el unitarismo salvaje, criminal, anglófilo y masón que saquea a la Argentina. Por eso, dentro de nuestras propuestas para la provincia de Buenos Aires está recuperar el territorio de nuestra ciudad de Buenos Aires, que es el municipio 136 de la provincia de Buenos Aires. Debemos volver un día antes de la batalla de Caseros. Debemos recuperar nuestro territorio, terminar con el unitarismo y con la existencia de esa ciudad porteña y criminal que ha saqueado a los estados provinciales, incluida la invencible provincia de Santa Fe, que también es saqueada todos los días por el unitarismo porteño y criminal liberal. Con lo cual, nuestra propuesta es muy simple: devolver a las provincias lo que es de las provincias, su autonomía, su derecho a la administración de sus bienes, el cobro de impuestos, los derechos de aduana. Y después, la elección, entre todos los estados provinciales, de un presidente por la vía del Colegio Electoral, y no por este modelo unitario y centralista, que va por segunda vuelta electoral con predominio centralista en la provincia de Buenos Aires, que no lo queremos los pueblos bonaerenses, no lo necesitamos. Nosotros queremos recuperar nuestra provincia y estar en un pie de igualdad con todo el resto de los Estados provinciales, eligiendo un presidente confederal para una Patria grande, libre, justa y soberana. No nos interesa la centralidad electoral unitaria, que nos permite a nosotros pensar en explotar nuestro caudal poblacional para imponer condiciones políticas a nadie. —¿Vos volvés al colegio electoral pre-reforma del 94? —No, vamos a un Colegio Electoral mucho mejor, porque estamos en el siglo XXI. Yo propongo que el Colegio Electoral tenga poder de destitución del presidente, y una vez que elige al presidente, pase a cuarto intermedio durante el mandato. Estirar el mandato y las fechas electorales. No se puede vivir votando como pelotudo cada dos años, ni se puede tener un presidente cada cuatro. Los proyectos deben ser consolidados, deben ser de más largo plazo y con más tiempo para su desarrollo, porque la República es un modelo corrupto y corrompedor. Todo el que ingresa al modelo político de la República sale corrompido. Y en los últimos años de la democracia moderna, te puedo hablar desde Alfonsín hasta acá, todos los proyectos que se dijeron nacionales, populares y progresistas terminaron siendo empleados del Fondo Monetario, practicándole sexo oral a BlackRock y a Templeton, y sumándose a las explicaciones que te dan los liberales cuando gobiernan. Por eso, la realidad es que la democracia republicana no trae ninguna solución. La solución no son los hombres y las mujeres, la solución es el sistema. Por eso no hay que cambiar de personas, hay que cambiar de sistema. Eso lo dijo Perón cuando nos enseñó que no hay que cambiar de collar, hay que dejar de ser el perro. Bueno, en eso estamos, en dejar de ser el perro. —¿Cómo funciona el modelo de acumulación de riqueza confederal? —Cuando las provincias son ricas, la Patria es rica. El Estado centralista y unitario lleva toda la riqueza generada por los Estados provinciales a la administración unitaria de una ciudad que no produce una chota. Buenos Aires no produce nada más que gastos y administra la riqueza que producen los Estados provinciales. Exporta dinero y trabajo, porque lo que se va desde Buenos Aires es transferencia de la renta. Entonces, tenés 480.000 millones de dólares de evasores y ladrones que se llevaron el dinero a paraísos fiscales y lo traen una vez cada diez años, cuando los delincuentes de los gobiernos de turno les dan blanqueos. El blanqueo es el perdón de un robo. Es decirle al ladrón que puede traer su botín para blanquearlo, porque lo necesitan los pobres para los hospitales, pero no va derecho al Banco Central. Se lo quedan los ladrones blanqueados para hacer supuestas inversiones. Las inversiones terminan siendo carry trade, que ahora lo enseñan por el canal estatal para que los argentinos, en vez de trabajar, se dediquen a la timba, al casino y a la usura. Entonces, claramente, lo que nosotros les decimos a los argentinos es que con el modelo que nosotros proponemos vamos a ir a una economía china. Vamos a ir a una economía que es la de la Constitución del 49 secuestrada, que es la que aplica China. China es peronista. China se robó la Constitución del 49, y el 50/50, garantizó en manos del Estado chino el control de los sistemas de producción y asocia capital privado al Estado chino. Entonces, tiene modelos cooperativos, modelos asociativos mixtos, y tienen economía híbrida. O sea, permiten la creación de otros instrumentos de producción siempre asociados al Estado chino. La conclusión es que, claramente, el Occidente capitalista ha fracasado, y el triunfo ha sido de la economía china. Con lo cual, la Argentina del 49 con Perón se adelantó a la China del siglo XXI, setenta años antes. Si hubiera habido setenta años de peronismo, hoy seríamos China. Entonces, lo que hay que decirle al pelotudo argentino, al estúpido, al burro, al tonto, es que lo que hay que tratar de ser es una economía poderosa como la china, y no una economía en quiebra como el capitalismo anglófilo encabezado por un país como los Estados Unidos de Norteamérica, que acaba de llegar al final de su ciclo en términos de Estado potencia, encara ya la decadencia y la caída libre. Ya no existe el petrodólar desde que Rusia, en la operación especial sobre Ucrania, declaró la invalidez de las operaciones en dólares para comprar energéticos rusos, y eso terminó con el petrodólar. Muerto el petrodólar, está muerto Estados Unidos. A partir de ese momento, la economía gira hacia los Brics y la Euroasia. Nosotros llegamos ahí en el 49. Y ahí es donde tenemos que volver. Entonces, decirle al argentino que puede ser más rico, que puede vivir mejor, que puede acceder a las tecnologías que China tiene cincuenta o cien años adelante de lo que estamos viviendo hoy en la Argentina, y cincuenta o cien años adelante del americano promedio pelotudo blanco del centro tejano de Estados Unidos. Y que China tiene 1.200 millones de habitantes, tiene tecnología, y no tiene desocupación. Entonces, el verso de que es el robot o la persona, ese es el verso de los fracasados liberales de una economía capitalista en quiebra que te dice que, para garantizarle la renta a los saqueadores de la economía concentrada, necesitan ajustar al ser humano. —¿Cómo imaginás el futuro? —En los próximos cincuenta años, el hombre va a enfrentar una definición filosófica, que es «pienso, luego existo». Si eso es cierto, la inteligencia artificial existe, porque va a pensar. Y en términos de la primera vez en la historia de la humanidad que va a existir otro pensamiento no humano que compita con el pensamiento humano, es la primera vez que entra en riesgo la especie, porque vamos a tener una competencia inteligente que hasta ahora fue privilegio único de la especie humana sobre el resto de los animales. Esta vez vamos a competir con otro modelo de inteligencia, no humana, sin valores humanos, con mano de obra robótica, no humana, que es el poshumanismo creado por estos asesinos genocidas y satánicos. Si nosotros no tenemos un modelo de Estado que controle la inteligencia artificial, la robótica y la convivencia de las tecnologías con el ser humano, ya no vamos a tener que enfrentar revoluciones contra las oligarquías humanas que explotan a otros seres humanos. Vamos a tener que enfrentar una inteligencia no humana que viene por los humanos. En ese escenario, Perón ya no escribió más nada. No existe testimonio de Perón sobre la inteligencia artificial, la robótica o la justicia social en el siglo XXI. Entonces, es la primera vez que los nacionalistas peronistas estamos obligados a escribir las hojas y las páginas que Perón no escribió. Perón, hasta hace veinte años atrás, nos explicó todo lo que pasaba. Hoy estamos obligados a repensar el futuro, porque todo lo que escribió, pensó y nos dijo Perón se agotó. Entonces, es la primera vez que el peronismo nacional tiene que enfrentar el siglo XXI sin Perón como referencia. Tenemos referencias dogmáticas y doctrinarias, pero hay que actualizar todo lo que tiene que ver con el pragmatismo de ejecución, porque Perón no está más. Perón se acabó. Entonces, en ese escenario, no podemos ser tan imbéciles de creer que vamos a ingresar en el siglo XXI, camino al siglo XXV, comprando la teoría del fracasado capitalismo de que esto es: «Tenés que tecnificar tu empresa para bajar los costos, porque esa es la manera que vas a sobrevivir». Ese es el fracaso. En China, tecnifican para producir más, no para reemplazar a los chinos. 1.200 millones de chinos tienen empleo. Primera potencia tecnológica del mundo y primera potencia comercial. —Perón planteaba que la primera política es la política internacional. ¿Estamos de acuerdo en eso? —No hay ninguna duda. —¿Entonces, vos ahí proponés una asociación con China? —No, de ninguna manera. Brics, y siempre asociados a Brasil y a Rusia. China es un modelo de ejemplo económico, pero no es un ejemplo político. Con lo cual, nosotros tenemos que mantener relaciones con todo el mundo a partir de la lógica de multilateralidad que te demandan las relaciones internacionales, pero entender que China puede ser un socio comercial, pero nunca político.
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