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  • El Alcázar de Córdoba contará con más espacio visitable este año

    » Diario Cordoba

    Fecha: 27/04/2025 05:17

    El Ayuntamiento de Córdoba lleva años mimando la que sin duda es la principal joya de su patrimonio, el Alcázar de los Reyes Cristianos, que, si no surgen imprevistos, este año contará con más espacio visitable. La Gerencia Municipal de Urbanismo lleva desde el año pasado enfrascada en un proyecto que se centra en la cubierta del Salón de los Mosaicos y en el cuerpo de remate de la Torre del Homenaje del Alcázar de Córdoba, que, además de aportar más información histórica sobre el monumento y de resolver las patologías que presenta, permitirá ampliar las zonas a las que se puede acceder. La Torre del Homenaje lleva ya 14 años cerrada y volverá a abrir tras esta intervención, que no es la única que se realiza en el Alcázar, donde, paralelamente, se trabaja en el proyecto para recuperar el espectáculo nocturno de luz y sonido. Además, siguen existiendo planes de futuro para este emblemático edificio, ya que el Ayuntamiento prevé hacer transitables los adarves que comunican las torres (ahora solo lo es el norte) y que sea visitable la Torre de la Paloma. Todo, sin olvidar la Torre de la Inquisición, un espacio en el que ya intervino, pero que sigue cerrado a las visitas a la espera de un nuevo proyecto que complete el ya realizado y permita su apertura. Otra tarea pendiente es el acceso a Caballerizas por el Alcázar o el camino que llevará a Medina Azahara a través de la Alameda del Obispo. Desde la Torre del Homenaje Al subir a la Torre del Homenaje lo primero que enamorará al visitante es ese horizonte que se percibe desde cualquier ángulo de la misma recortado solo por la silueta de los edificios vecinos. Entre ellos, destaca la torre de la Mezquita-Catedral, que, jugueteando con las almenas, ofrece una panorámica sin igual. Junto a ella, y desde la Torre del Homenaje, se perciben otras joyas del corazón histórico de la ciudad como La Calahorra y el Puente Romano. Desde ese punto, el Alcázar gana en esplendor, ya que es un balcón abierto a sus jardines y a la Torre de Los Leones, única que permanece abierta a las visitas y que, por lo tanto, recibe a los turistas. La restauración de la Torre del Homenaje y de la cubierta del Salón de Mosaicos / Manuel Murillo Recuperación La arquitecta del Servicio de Proyectos de Urbanismo, Carmen Chacón, explica que «con este proyecto recuperamos, restauramos y conseguimos conservar un elemento protegido que estaba muy deteriorado y que podrá ponerse al servicio de los ciudadanos». La intención es, según señala, «abrir inmediatamente» en el «momento en el que esto esté terminado». La Torre del Homenaje tiene planta octogonal y en ella se juraba defender la fortaleza y se hacían las proclamaciones de los reyes y audiencias reales y de altos dignatarios. El cuerpo de remate de esta torre muestra el armazón que lo envuelve y que permite a la empresa Rehabitec llevar a cabo la restauración que trata de eliminar las patologías detectadas. Las tareas más complejas ya se han llevado a cabo y ahora, bajo esa maraña de andamios, se trabaja «en la limpieza y en el llagueado», según indica la responsable de este proyecto, que asegura que uno de los factores que ha influido en el retraso del mismo es el mal tiempo. Las obras empezaron en octubre del año pasado con un plazo de ejecución de seis meses que ha sido ampliado hasta el 21 de junio. Pese a que el proyecto de restauración de la Torre del Homenaje y de la cubierta del Salón de Mosaicos, presupuestado en cerca de 400.000 euros, parecía fácil, la también jefa de la Oficina del Casco se muestra tajante: «Sencillo en el Alcázar no hay absolutamente nada. En un bien como este, con mucha historia, muevas lo que muevas, surgen hallazgos». Y eso es precisamente lo que ha vuelto a ocurrir en el Alcázar. «Al ser una rehabilitación de una parte que estaba oculta, cuando quitas la cubrición, te encuentras con lo que verdaderamente hay que arreglar», asevera. En la parte del Salón de los Mosaicos, en el que estaba entrando «el agua directamente en la cubierta», el estudio inicial no pudo hallar todas las deficiencias al poder acceder solo a una bóveda. En este tipo de intervenciones hay que tener en cuenta las «distintas superposiciones» históricas en un «espacio que ha sido muy reutilizado», según explica el jefe del Servicio de Arqueología de la Gerencia de Urbanismo, Juan Murillo. La intervención realizada está permitiendo constatar hechos históricos que ya se intuían en los estudios previos. «Ahora, tras la intervención, se tienen evidencias de lo que se presuponía», indica. Cordobeses y visitantes podrán visitar la Torre del Homenaje. / MANUEL MURILLO Salón de los Mosaicos El Salón de los Mosaicos limita con el muro norte del Alcázar y está ejecutado encima de las bóvedas de los baños de Doña Leonor. Según recuerda Murillo, «ese baño es de la segunda mitad del siglo XII y tuvo reparaciones en época mudéjar». Después, cuando el Alcázar fue cedido a la Inquisición, «se transformó en sala de tortura y sobre el mismo se construyó lo que actualmente es la primera fase del Salón de los Mosaicos, que era más pequeño que el actual y era la sala del tribunal» en la que se dictaban las sentencias. Después, en la segunda mitad del siglo XVIII se transformó en la capilla de San Eustaquio, que es el actual Salón de los Mosaicos. Murillo indica que es «la antigua sala de audiencia, que se recreció en altura y, para darle mayor empaque, se construyó la cúpula a expensas de distintas dependencias que estaban alrededor de la Torre del Homenaje, la casa de la reina y la casa del príncipe». Todo esto es lo que Murillo define como «un alcázar dentro del Alcázar». Con las labores de recuperación se ha logrado más información sobre lo ocurrido en el siglo XIV. «Hay una especie de distribuidor que, a través de tres puertas iguales, comunicaba con el cuarto del rey; el cuarto de la reina, que se demolió hace mucho tiempo; y el cuarto del príncipe». Con el tiempo, añade Chacón, «la sala de la Inquisición se aumentó hacia el este amortizando las dependencias del príncipe». Hay que tener en cuenta que, tal y como puntualiza Murillo, todo ello formaba parte «de un conjunto más amplio que se ha visto transformado». Todo se demolió en la segunda mitad del XIX, cuando el tribunal de la Inquisición se transformó en prisión provincial y, a partir de ahí llegaron más cambios. A su juicio, todos estos hechos «se han podido discernir gracias a esta intervención, con la que se puede hacer la lectura de todas las transformaciones que ha tenido». «A lo largo de la obra, el edificio nos va hablando», concluye Chacón. Superposición de etapas Esa superposición de etapas históricas ha influido en el estado de la cubierta. La arquitecta señala que, al quitar las tejas, se han detectado «ciertos movimientos que ahora vamos a tener que corregir para que todo quede correctamente asentado». La actuación en la cubierta ha permitido descubrir patologías con las que no se contaba y que requieren «un trabajo muy minucioso». Este proyecto da continuidad al plan anunciado en 2014 para dar mayor uso al Alcázar. Desde entonces, el Ayuntamiento, a través la delegación de Cultura y de Urbanismo, ha impulsado distintos proyectos como la instalación de dos ascensores, la puesta en valor del Patio de Mujeres, la restauración de los lienzos sur y occidental, la recuperación de la entrada por la Ribera y la mejora de las instalaciones. Y todo, con el objetivo de mostrar cada vez más encantos de esta joya del patrimonio municipal. Suscríbete para seguir leyendo

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