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Gualeguay » Debate Pregon
Fecha: 27/04/2025 02:00
Tras más de 28 años de relación, Silvia atravesó una profunda transformación personal luego de su separación. Desde su hogar en un country de Victoria, donde vive sola hace ocho años, encontró la serenidad para emprender un viaje de autoconocimiento que la llevó a explorar nuevas formas de expresión. “A esta altura de mi vida ya no tengo nada que perder”, asegura. Madre de Juan Cruz, de 32 años, Garcilazo encontró en la soledad el refugio perfecto para reconectarse consigo misma. Nacida en Paraná y formada en Santa Fe, su vida parecía completa: pareja, hijo sano, buen trabajo. Sin embargo, un episodio de desequilibrio emocional la llevó a buscar ayuda y a repensar su existencia. En marzo de 2021 publicó su primer libro, METTA, terapias contadas por pacientes: un viaje holístico, donde narró el camino de una mujer hacia el equilibrio emocional a través de terapias alternativas. La escritura y la pintura se convirtieron en parte fundamental de su proceso de sanación. Pero fue en 2023 cuando Silvia, mientras estudiaba Psicología en Rosario, descubrió otro aspecto de su ser: el deseo. Un simple posteo en Instagram, mostrando uno de sus cuadros, multiplicó sus seguidores de forma inesperada. La mayoría eran hombres. El fenómeno la desconcertó, pero también la impulsó a investigar el mundo de las plataformas para adultos. Con ayuda de su sobrina y un grupo de amigas, montó un pequeño estudio en su casa donde grabó más de cien videos. Sus producciones son de carácter íntimo: Silvia aparece sola, utilizando juguetes sexuales, siempre estableciendo límites claros. “Me ofrecieron muchas cosas, pero yo no hago encuentros ni me grabo con otras personas”, aclara. Lo que nació como una curiosidad terminó siendo una experiencia liberadora. “El deseo es el motor de todo esto”, afirma. A la par, ya trabaja en un nuevo libro donde contará su incursión en el universo del contenido erótico, sin idealizaciones: “A las chicas jóvenes, si las agarra mal paradas, las arruina. Tenés que estar muy segura”. Lejos de arrepentirse, Silvia celebra su libertad y su capacidad de habitar su deseo sin condicionamientos. “Me acostumbré a estar sola. Me encanta. No tengo miedo. Estoy tranquila”, concluye, abrazando con firmeza una vida que eligió y construyó para sí misma.Fuente:TN
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