27/04/2025 09:02
27/04/2025 09:00
27/04/2025 08:47
27/04/2025 08:46
27/04/2025 08:45
27/04/2025 08:40
27/04/2025 08:39
27/04/2025 08:38
27/04/2025 08:34
27/04/2025 08:34
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 27/04/2025 00:31
Las vacunas salvaron 154 millones de vidas en 50 años, seis vidas por minuto, un logro histórico en la lucha contra enfermedades prevenibles. (Imagen Ilustrativa Infobae) Cada minuto de los últimos cincuenta años, seis vidas se salvaron gracias a las vacunas, según destaca la Organización Mundial de la Salud (OMS), que completa con otro dato: desde 1974, la inmunización se convirtió en uno de los mayores logros sanitarios de la humanidad, permitiendo no solo reducir la mortalidad infantil sino también mejorar la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo. La cifra impacta: al menos 154 millones de vidas salvadas. La vacuna contra el sarampión, por sí sola, representa el 60% de esas vidas protegidas, un dato que refuerza el valor incuestionable de esta herramienta de prevención y que cobra una gran relevancia en este momento donde un nuevo brote en la Argentina y en el mundo es protagonista. La dinámica epidemiológica evidencia una necesidad urgente de reforzar campañas y acceso a la vacunación - crédito iStock Actualmente, más niños que nunca llegan a celebrar su primer cumpleaños. La vacunación provocó una mejora del 40% en la supervivencia de los lactantes, lo cual marca un hito en la historia de la salud pública mundial. Este avance, que parecía un sueño a mediados del siglo pasado, hoy se sostiene gracias al esfuerzo coordinado de gobiernos, organizaciones de salud, científicos, trabajadores sanitarios y comunidades enteras. Sin embargo, el progreso alcanzado enfrenta desafíos. Los avances logrados con tanto esfuerzo en la eliminación de enfermedades prevenibles están en peligro. La OMS advierte que la reticencia a la vacunación figura entre los 10 principales riesgos para la salud pública mundial. Bajo esta premisa, del 26 de abril al 3 de mayo de 2025, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), junto con los países y territorios de la Región de las Américas y sus socios, celebrará la 23ª Semana de Vacunación en las Américas (SVA) y la 14ª Semana Mundial de Inmunización con el llamado a la acción: “La inmunización para todas las personas es humanamente posible”, con el objetivo de reforzar la confianza en las vacunas y extender su alcance a todas las poblaciones. La vacunación mejoró un 40 por ciento la supervivencia infantil en las últimas cinco décadas, más niños celebran su primer cumpleaños que nunca. (Freepik) Creada en 2002 tras el último brote de sarampión endémico en el continente, la SVA surgió como una respuesta conjunta de los ministros de Salud de la subregión andina, quienes impulsaron una campaña sincronizada para llegar a las poblaciones más vulnerables. La región, que en 2016 había logrado ser declarada libre de sarampión, enfrenta hoy nuevos brotes, lo que refuerza la urgencia de redoblar esfuerzos en vacunación. Cada año, más de cuarenta países y territorios de las Américas participan en la Semana de Vacunación, realizando campañas destinadas a grupos históricamente marginados. Habitantes de periferias urbanas, zonas rurales, comunidades indígenas y migrantes forman parte de los principales focos de estas acciones. La meta es clara: reducir las brechas de acceso y garantizar que nadie quede sin protección frente a enfermedades prevenibles. Sumándose a la celebración de la 23ª Semana de Vacunación en las Américas (SVA), la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE) refuerza la importancia de tener las vacunas al día. Con la campaña VACUNADOS, LISTOS, ¡YA!, bajo el lema “Para ganarle a las enfermedades, la vacunación es la mejor forma de llegar primero”, SAVE busca motivar a la población a mantener al día su esquema de vacunación e invita a todas las personas a acercarse a los vacunatorios de todo el país para recibir las vacunas recomendadas según su edad, lugar de residencia, condición de salud u ocupación. El sarampión representa el 60 por ciento de las vidas salvadas por las vacunas en el último medio siglo, su impacto sigue siendo fundamental. “La vacunación es una de las estrategias más eficaces y seguras para prevenir enfermedades y proteger la salud de toda la comunidad: “Vacunados, listos, ¡YA!”, nos pone un paso adelante, porque con las vacunas al día, corremos con ventaja” dijeron en comunicación con Infobae, desde la SAVE y brindaron detalles de cómo la aplicación de vacunas ha disminuido en los últimos años: BCG (tuberculosis): 2019: 77,8% vs 2023: 73,8% Triple viral 1°dosis (sarampión, rubéola y paperas): 2019: 86,2% vs 2023: 81,6% Hepatitis B dosis al nacer: 2019: 76,9% vs 2023: 68,1% Quíntuple 3era dosis (difteria, tétanos, tos convulsa, hepatitis B y Haemofilus influenzae tipo b): 2019: 82,9% vs 2023: 68,8% “En 2023, ninguna vacuna alcanzó el 90% de cobertura en la población objetivo, cuando la meta recomendada es del 95%”, indicaron y agregaron: “Uno de los principales desafíos en la actualidad es lograr que la vacunación vuelva a ser una prioridad en la agenda de las familias. Cuando la percepción del riesgo disminuye, muchas personas tienden a postergar o no dar prioridad a la vacunación. En Argentina, la confianza en las vacunas es alta, por lo que el objetivo de las campañas es reforzar el mensaje sobre la importancia de asistir a los vacunatorios y completar los esquemas de inmunización”. La Semana Mundial de la Inmunización 2025 promueve el lema La inmunización para todas las personas es humanamente posible para ampliar coberturas. - Freepik La doctora Elizabeth Bogdanowicz, médica infectóloga a cargo del vacunatorio del Hospital de Clínicas de la UBA (MN 66.915) explicó a Infobae que la Semana de Vacunación tiene como objetivo promover la equidad y el acceso a la vacunación, fomentar la transición del enfoque de vacunación infantil a una estrategia que debe seguir manteniéndose a lo largo de toda la vida y reforzar la vacunación como una prioridad en la agenda política de los distintos países. Y frente al descenso de los niveles de vacuanación, afirmó: “Nunca es normal que las coberturas bajen. Siempre hay que trabajar para que sean las mejores. Desde la pandemia las coberturas han mejorado parcialmente, pero todavía nos está costando volver a las coberturas pre-pandémicas, que tampoco eran óptimas pero eran mejores. Y esto tiene que ver con que es necesario implementar mejores políticas en vacunación, hacer llegar las vacunas a la población objetivo, seguir manteniendo permanentemente el mensaje de la importancia de la vacunación, colocarla como una herramienta de prevención y de equidad en salud a lo largo de toda la vida”. Y puntualizó: “Así que tenemos que seguir trabajando para mejorar las coberturas, sobre todo en el momento actual, donde hemos visto reingreso del virus de sarampión, que causó un brote que comenzó a finales de enero y que ha producido casos tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en el conurbano bonaerense”. La inmunización en el futuro no solo implica vacunar a millones de niños que nunca recibieron una dosis, sino también ampliar la cobertura a otros grupos poblacionales. Proteger a los adultos mayores contra la gripe, a los recién nacidos contra el paludismo y el virus respiratorio sincicial, a las mujeres gestantes contra el tétanos y a las niñas contra los virus del papiloma humano se presenta como una prioridad ineludible. Más de 40 países y territorios participan en la Semana de Vacunación en las Américas, trabajando para llegar a poblaciones vulnerables. - Freepik El grupo de enfermedades prevenibles gracias a las vacunas Enfermedades prevenibles por vacunación: es necesario proteger el logro de la eliminación del sarampión, la rubéola, el síndrome de rubéola congénita, la poliomielitis y el tétanos neonatal, y acelerar la eliminación de las meningitis bacterianas. Enfermedades infecciosas desatendidas y zoonosis: la enfermedad de Chagas, la lepra, el tracoma, la esquistosomiasis, los parásitos intestinales, la filariasis linfática, la rabia humana transmitida por el perro y la hidatidosis afectan a los grupos poblacionales marginados que no tienen suficiente acceso a servicios de salud integrados. Hay herramientas eficaces para eliminarlas. Enfermedades transmitidas por vectores: la malaria afecta miles de personas y puede eliminarse con intervenciones de efectividad comprobada. Las epidemias de fiebre amarilla también pueden eliminarse. Infecciones de transmisión sexual y hepatitis virales: la infección por el VIH, la sífilis y otras ITS, así como las hepatitis virales, pueden avanzar hacia la eliminación si se aceleran las acciones para lograrlo. Transmisión maternoinfantil de enfermedades: se puede eliminar la transmisión de madre a hijo de la infección por el VIH, la hepatitis B, la sífilis, la hepatitis B y la enfermedad de Chagas ,para que estas enfermedades no sigan afectando a las mujeres embarazadas y los recién nacidos. Otras enfermedades y condiciones relacionadas: el cáncer cervicouterino causado por el virus del papiloma humano, el cólera, la tuberculosis y algunos factores ambientales como la defecación al aire libre y el uso de combustibles contaminantes en los hogares pueden eliminarse. Desde 2002, la Semana de Vacunación en las Américas permitió inmunizar a más de mil millones de personas contra enfermedades prevenibles. (Foto: Andina) Según las estimaciones mundiales, invertir en la eliminación de enfermedades impulsa el bienestar y la economía: 1. Enfermedades infecciosas desatendidas: Por cada dólar invertido en eliminar estas enfermedades, se obtiene un beneficio neto de alrededor de US$ 25. Se trata de una tasa de rendimiento anualizada del 30%, una victoria financiera para la salud mundial. 2. Impacto socioeconómico: La eliminación de la lepra, la leishmaniasis y la enfermedad de Chagas no es solo una cuestión de salud, es también una cuestión de economía. Estamos hablando de $16 600 millones de rendimiento de la inversión en el período 2021-2030, además de $10 400 millones menos en gastos de bolsillo 3. Tuberculosis: Si se invierte en su diagnóstico y tratamiento, el rendimiento oscila entre los US$ 30 y US$ 115 por dólar invertido. Es una decisión inteligente. 4. Acabar con la infección por el VIH: El cumplimiento de los objetivos relacionados con el VIH ahorra US$ 24.000 millones en costos de tratamiento, lo que representa un rendimiento de la inversión 15 veces mayor. Vidas transformadas y economías impulsadas. 5. La magia de la vacunación: Cada dólar invertido en la vacunación genera un rendimiento de US$ 26,35 dólares. Proteger vidas, mejorar la productividad, es una obviedad: el beneficio es obvio. El futuro de la inmunización incluye proteger a recién nacidos contra paludismo y VRS, y a niñas contra el virus del papiloma humano. (Imagen Ilustrativa Infobae) Un hito alcanzado, un desafío pendiente El impacto de las vacunas va más allá de la protección individual. Las vacunas demostraron que es posible reducir la carga de enfermedades infecciosas a niveles históricos y erradicar males que durante siglos diezmaron poblaciones enteras. La eliminación de la viruela y el avance hacia la erradicación de la poliomielitis son pruebas irrefutables de que la inmunización puede cambiar el rumbo de la humanidad. Los expertos insisten en que las vacunas son mucho más que una medida sanitaria. Constituyen un motor de equidad social, de acceso a derechos básicos y de fortalecimiento de la salud comunitaria. En contextos donde el acceso a servicios médicos es limitado, las campañas de vacunación funcionan como uno de los pocos medios efectivos de prevención y cuidado. La SVA, desde su creación, logró vacunar a más de mil millones de personas en el continente americano, cubriendo un amplio rango de enfermedades. Este esfuerzo regional posicionó a las Américas como un ejemplo de cooperación sanitaria, aunque los recientes brotes de enfermedades como el sarampión muestran que los logros alcanzados no son irreversibles. Cada decisión individual de vacunarse fortalece la inmunidad colectiva, previene complicaciones graves y asegura sociedades más saludables. (Jesús Tovar Sosa/Infobae) La importancia de inmunizar a grupos de alto riesgo como personas con enfermedades crónicas, pacientes oncológicos, adultos mayores y poblaciones inmunodeprimidas gana cada vez más protagonismo en las estrategias sanitarias. Vacunar a estos sectores no solo salva vidas, también mejora significativamente su calidad de vida, reduce internaciones y evita sobrecargas en los sistemas de salud. “Actualmente, existen vacunas para todas las etapas de la vida, no solo para la niñez. Los adultos mayores, por ejemplo, son un grupo vulnerable ante enfermedades como la influenza y la neumonía, que pueden causar cuadros graves e incluso la muerte. También es fundamental que los adultos mantengan al día vacunas como la de la hepatitis B y la del tétanos, cuyo refuerzo debe aplicarse cada 10 años y no solo cuando ocurre una herida. Se diagnostican casos de tétanos todos los años en nuestro país y la mayoría, en adultos”, afirman desde la SAVE. Y agregan: “Las personas gestantes también requieren especial atención, ya que algunas vacunas, como la de la influenza, las protegen de cuadros graves. Además, la vacunación en el embarazo protege a los recién nacidos en sus primeros meses de vida contra enfermedades graves. Es muy importante abordar los mensajes de vacunación con información clara y accesible, con sentido de responsabilidad colectiva, simplicidad en el mensaje con un lenguaje simple y directo”. Las vacunas son una herramienta clave para reducir desigualdades en salud, protegen a poblaciones sin acceso regular a servicios médicos. CONTACTOPHOTO “Creemos importante destacar que en esta materia, los medios de comunicación cumplen un rol central en la promoción de las vacunas y su impacto en la salud. Tienen la responsabilidad de difundir información clara, precisa y basada en evidencia científica sobre la seguridad y eficacia de las vacunas, contribuyendo a reforzar la confianza en esta herramienta fundamental de salud pública”, concluyeron. Frente a los desafíos actuales y futuros, la estrategia de inmunización se presenta como una de las principales respuestas para proteger la salud mundial. La apuesta es ambiciosa pero alcanzable. Llegar a cada rincón, a cada comunidad, a cada persona. Porque cada vacuna aplicada no solo salva una vida, también construye un legado de salud y esperanza para las generaciones que vendrán.
Ver noticia original