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  • Acuiferos, la importancia de su cuidado

    Gualeguaychu » Reporte2820

    Fecha: 26/04/2025 14:01

    Las areneras y plantas de lavado de arena de sílice vienen por ellos. Generosos lectores, en esta nueva crónica, me voy a introducir en la importancia de los acuíferos para la vida vegetal, animal y humana, su relación con los ecosistemas, su relación con los humedales, y de lo que significa el uso indiscriminado y sin control de las plantas de lavado de arena de sílice en Entre Ríos. Primero definiremos lo que es un acuífero Según su origen etimológico, acuífero procede del latín “aqua” que significa "agua" y “fero” que significa literalmente "yo llevo", así en latín significa literalmente "yo llevo agua". En términos de geología, un acuífero es una formación geológica subterránea que alberga agua. Los acuíferos permiten el paso del agua por medio de fisuras y grietas en las rocas hasta tal punto que a veces, el agua puede alcanzar la superficie terrestre y otras masas de agua superficiales. En los acuíferos se diferencian varias zonas clave: el nivel freático, la zona de saturación y la capa impermeable. El nivel freático es el nivel donde se encuentra el agua y se corresponde con el sector superior. La zona de saturación es el espacio donde se encuentran los poros de las rocas que pueden ser inundados cuando el nivel freático aumenta. Por último, se encuentra la capa impermeable que es la capa de rocas que permite que el agua se acumule y se mueva horizontal y verticalmente. Entre el nivel freático y la superficie puede haber otra zona conocida como zona de aireación. Cómo se forma un acuífero El agua subterránea es una parte más del ciclo del agua. Parte de las precipitaciones se infiltran en el subsuelo y van descendiendo hasta que alcanzan el material rocoso que hay debajo. El material rocoso puede ser más o menos permeable; si es permeable dejará pasar el agua, pero si es impermeable el paso del agua quedará interrumpido y quedará acumulada. Dos factores importantes intervienen en la formación de las aguas subterráneas y de los acuíferos: Gravedad: la gravedad atrae el agua hacia el centro de la Tierra, por lo que el agua que cae sobre la superficie tratará de filtrarse hacia el subsuelo. La litología: la roca debajo de la superficie de la Tierra influye en la formación de los acuíferos. Si toda la roca madre consiste en un material denso incluso la gravedad no puede hacer que el agua se filtre. La roca madre también contiene cantidades variables de espacios vacíos donde se acumulan las aguas subterráneas y también puede romperse creando más espacios. Por otro lado, cuando la roca madre es piedra caliza, el agua disuelve la roca y como resultado se obtienen grandes cavidades que se llenan de agua. Los acuíferos Entrerrianos Entre Ríos se sitúa en el borde sur de la cuenca Chaco-Paranaense, la que tiene desarrollos someros hacia el sureste de la provincia y profundizaciones hacia el oeste y noroeste. La cuenca sedimentaria traspasa los límites provinciales y nacionales. Tipificada como de intraplaca y no vinculada a procesos de subducción, alberga sedimentitas continentales y marinas de edades comprendidas entre el Paleozoico Medio y el Cuaternario. Las Formaciones acuíferas terciarias y cuaternarias, objeto del presente trabajo, son cuatro: Formación Paraná (Bravard, 1858) (Mioceno Medio a Superior), formada por depósitos de origen continental y marino. Es un acuífero semiconfinado. Formación Ituzaingó (De Alba, 1953) (Plioceno Medio a Superior), constituida por depósitos fluviales del río Paraná. Es un acuífero semiconfinado. Formación Salto Chico (Rimoldi, 1963) (Pleistoceno Inferior) y Formación El Palmar (Iriondo, 1980) (Holoceno), son depósitos fluviales del río Uruguay. Salto Chico es un acuífero semiconfinado y El Palmar, un acuífero libre. Palabras clave: Entre Ríos, Agua subterránea, Acuífero Ituzaingó, Acuífero Salto Chico. (2) Papel de los acuíferos en el abastecimiento de agua potable Los acuíferos juegan un papel vital en el abastecimiento de agua potable. Estos son depósitos subterráneos de agua que se llenan con precipitación y escorrentía. Muchas ciudades y pueblos dependen en gran medida de los acuíferos para su suministro de agua. Al extraer agua de estos depósitos, se puede tratar y utilizar como agua potable. Sin embargo, es necesario gestionar cuidadosamente estas reservas para evitar la sobreexplotación y la contaminación, garantizando así un suministro sostenible y seguro de agua potable. En definitiva, los acuíferos son depósitos subterráneos de agua dulce que revisten una importancia vital para la vida en la Tierra. Son nuestros reservorios naturales de agua, garantizan el abastecimiento de agua potable a millones de personas y suelen ser la principal fuente de riego para la agricultura. Además, juegan un papel crucial en la regulación del ciclo hidrológico, acumulando agua en periodos húmedos y liberándola lentamente en épocas secas. Así, evitan las inundaciones y la sequía, contribuyendo a la estabilidad de nuestros ecosistemas. Crisis hídrica mundial La escasez de agua constituye uno de los retos más acuciantes para el desarrollo de nuestros tiempos. Actualmente, 2.400 millones de personas viven en países afectados por el estrés hídrico. Muchas de ellas son pequeños agricultores que ya tienen problemas para cubrir sus necesidades diarias de agua potable, alimentos nutritivos y servicios básicos, como la higiene y el saneamiento. Las mujeres, las poblaciones indígenas, así como las personas migrantes y refugiadas se ven especialmente afectadas. La competencia por este valioso recurso va en aumento, y la escasez de agua constituye cada vez más un motivo de conflicto. Los recursos de agua dulce por persona se han reducido un 20 por ciento en los últimos 20 años. A su vez, la disponibilidad y calidad empeoran rápidamente debido a décadas de uso inadecuado, falta de una gestión coordinada, captación excesiva de agua subterránea, contaminación y cambio climático. Por si fuera poco, el aumento y la mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, sequías e inundaciones están tensionando nuestros ecosistemas, con consecuencias devastadoras para la seguridad alimentaria mundial. Las soluciones para esta crisis mundial están en la agricultura, que representa el 72 por ciento de las extracciones mundiales de agua dulce, el mayor porcentaje de todos los sectores. Avisos para tener en cuenta España es el primer productor mundial de aceite de oliva, está en el podio de la producción de vino; es, junto con Países Bajos, el primer exportador de frutos rojos de la Unión Europea; el sureste español es conocido como “la huerta de Europa” por exportar al continente lechuga, brócoli, melón, cítricos durante buena parte del año y es el tercer país en producción de carne de cerdo a nivel mundial, ocupando el primer puesto a nivel europeo desde que superó a Alemania. Bajo esa fábrica intensiva se ha ido gestando, a base de sacar más agua de la que es capaz de reponer el ciclo natural y de contaminarla con fertilizantes, plaguicidas o purines, otra realidad a la que se ha prestado mucha menos atención que a las cifras de exportaciones y producción: los acuíferos, las reservas de agua subterránea de España llamadas a ser presente y sobre todo futuro del abastecimiento humano conforme la emergencia climática arrecie, están seriamente dañados. La relación entre agua superficial y subterránea es enorme. Los acuíferos sostienen el caudal de los ríos, hacen brotar manantiales, fuentes y crean humedales. Su estado de degradación ya ha sido capaz no solo de secar aguas superficiales y de transformar en sistemas lacustres corrientes que afloraban antes en forma de río, la intrusión salina en los acuíferos costeros debido a su vaciado por sobreexplotación ha hecho que su agua tampoco sea ya útil ni para beber ni para riego sino se desalobra antes. El daño a las aguas subterráneas ha recibido atención cuando ha provocado desastres, incluso en áreas teóricamente muy protegidas, como son las Tablas de Daimiel, Doñana o el Mar Menor. Pero el problema está mucho más extendido y afecta desde hace tiempo a la prioridad de las concesiones de agua según la ley: el abastecimiento humano. El 44% de las masas de agua bajo el suelo se encuentran en mal estado, ya sea químico, cuantitativo o ambos, según ha desvelado la investigación SOS Acuíferos, realizada por Datadista junto a Greenpeace España y basada en los documentos de los planes de tercer ciclo (2022-2027) de las confederaciones hidrográficas, que están en proceso de aprobación y que España tiene que presentar ante Europa. El 27% de las masas de agua subterránea en España se declara en mal estado cuantitativo, sobreexplotadas, se extrae más agua de la que es capaz de reponer el ciclo natural; el 30%, en mal estado químico, se ha alcanzado un nivel de contaminación (sobre todo por nitratos pero también plaguicidas, metales…) por encima de los niveles máximos para la salud humana. El 14% se declara en mal estado cuantitativo y químico. Si una masa suspende en alguno de estos dos parámetros o los dos se declara en mal estado global.

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