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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 26/04/2025 10:33
REUTERS/Susana Vera “Él nos ha enseñado a no rendirnos”, zanja Francesco a la salida del funeral de Francisco. El tiempo en Roma suele decirse que se mide de otra manera, pero la magnitud de unas exequias papales permiten situarlas entre los grandes acontecimientos de la historia. Y más si se trata de las del papa Francisco, un pontífice tan amado entre la gente que su funeral ha convertido el Vaticano y sus alrededores en un gran y compartido ritual de paso hacia otra era para la iglesia que aún no podemos conocer. Esa es la sensación entre todos aquellos que se han congregado en la plaza de San Pedro y sus alrededores para asistir al funeral multitudinario de más de 200.000 personas que se ha oficiado en el Vaticano tras la muerte del papa Francisco, que murió este lunes 21 de abril a los 88 años tras un ictus y varias semanas de ingreso por una neumonía. REUTERS/Dylan Martinez Tras tres días de capilla ardiente y una vigilia que se ha celebrado en San Pedro, los primeros asistentes al funeral han llegado a la plaza sobre las 5:00 o 5:30 horas. El funeral empezaba a las 10 y ha acabado sobre las 12:15: para muchos, han sido hasta seis horas de espera. Claudia, una mujer argentina que había venido a Roma por la canonización (ahora paralizada) de Carlo Acutis, descansa sentada tras las largas horas de misa y el potente sol de la primavera romana. Cuenta a Infobae que ayer fue a verle a la capilla ardiente: “Me emocioné, lloré mucho”. También cree que Francisco “deja un mensaje de misericordia que es justo lo que necesita el mundo”. (Juan Ignacio Calcagno) Mismo sentimiento que Francesco, un hombre que viene de Nápoles y que tenía un viaje programado desde hace tiempo a Roma, pero que se ha acercado a darle un último adiós al papa. Con gesto serio, pensativo, reflexiona sobre la importancia de una voz como la de Francisco en el mundo actual: “Lo que más me angustia es que a pesar de todos los mensajes de paz, el mundo parece que avanza hacia su propia dirección”. Se queda callado antes de añadir algo con lo que Jorge Bergoglio habría estado muy de acuerdo: “Pero él nos ha enseñado a no rendirnos”. Lo cierto es que la actualidad ha estado muy presente en el último adiós de Francisco: su funeral ha propiciado una minicrumbre -“muy productiva”, según ha dicho Trump y han recogido las agencias- entre Trump y Zelenski en el propio Vaticano. People attend the funeral Mass of Pope Francis in St. Peter's Square at the Vatican, April 26, 2025. REUTERS/Remo Casilli Se escuchan miles de acentos diversos entre la multitud, donde también hay muchísimos jóvenes. Una familia española, con sus cuatro hijos pequeños, se ha levantado a las 6:00 de la mañana para coger los sitios buenos en la plaza, cerca de la ceremonia. “Ayer fuimos a la capilla ardiente, pero esta tarde al Coliseo y mañana ya toca descansar y comer un helado”, explican. Cuando les preguntamos por qué quiere para el futuro de la iglesia tras Francisco, no tienen dudas: se acogen “al espíritu santo” y a lo que él considere necesario para todos lo humanos. “Lo que él decida será lo que está bien para el mundo”, afirman. Hay otros que no están tan seguros, como Angela, de la orden de San Francisco de Asís y que viene desde California, que exclama en cuanto le preguntamos que el papa Francisco “era un sueño”. “Se ha preocupado por los pobres, los enfermos, la naturaleza, papa Francisco lo ha hecho todo”, apunta. Se anima incluso a proponer su favorito a papa antes del cónclave y apuesta por el cardenal Pierbattista Pizzaballa, uno de los candidatos, patriarca de Jerusalén y en la línea del propio Bergoglio. “Pero tengo miedo que la cosa sea más moderada, siempre es una cosa de poder”. Mujeres de la orden de San Francisco de Asís en California Micaela, una turista española que esperaba en el cortejo fúnebre el paso del papa móvil que llevaba el ataúd del papa hasta su última parada, la basílica de Santa María la Mayor, y a la que también le ha pillado aquí la muerte de Francisco, admite que aunque ella no es muy de ir a la iglesia, “al final se ha emocionado”. Lucia, de Barcelona, ha venido con una amiga. Están de Erasmus y son muy conscientes de que están viviendo un momento histórico. “El papa Francisco ha sido alguien que ha conseguido desde las formalidades de la iglesia hacer que todo el mundo se sienta incluido. Eso es muy importante”, reflexiona a la salida del funeral. Sorprendidas por cómo se les ha pasado el tiempo -“ha sido una misa muy entretenida y bonita”- alaban la figura de Francisco y continúan su camino entre la gente que, poco a poco, inunda y se expande por las calles de Roma.
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