26/04/2025 11:10
26/04/2025 11:10
26/04/2025 11:10
26/04/2025 11:10
26/04/2025 11:10
26/04/2025 11:03
26/04/2025 11:00
26/04/2025 11:00
26/04/2025 11:00
26/04/2025 11:00
» Diario Cordoba
Fecha: 26/04/2025 05:02
Podemos busca pescar en aguas revueltas tras las turbulencias en el ala minoritaria del Gobierno. El contrato formalizado por el Ministerio del Interior a una empresa israelí -después revertido- no sólo tensionó las costuras del Gobierno de coalición. También exhibió las serias diferencias que existen entre Izquierda Unida y Yolanda Díaz en su forma de abordar las relaciones con el socio mayoritario, con réplicas y contrarréplicas públicas entre ambas partes sobre la existencia o no de una crisis en el Ejecutivo, y el golpe en la mesa de IU, que abrió por primera vez la puerta a abandonar el Gobierno. En Podemos observan con atención estos tiras y aflojas. El partido, que salió del grupo parlamentario Sumar en diciembre de 2023 tras haber sido excluidos del Consejo de Ministros, se ha reconvertido ahora en el principal azote del mismo Gobierno al que aspiraban a entrar. Con cuatro diputados en el Congreso e Irene Montero como candidata a las próximas generales, los morados buscan ganar músculo en la izquierda para volver a tener el papel hegemónico que lograron hace una década. Y el éxito o fracaso de esta empresa dependerá en buena medida de la posición que adopte Izquierda Unida, el principal partido nacional dentro de la coalición de Sumar, a quien Podemos intenta atraer para unos próximos comicios. El partido de Ione Belarra, que ha condicionado las alianzas territoriales con IU a un pacto nacional, ve imposible la convivencia con Yolanda Díaz en una misma candidatura, y el mensaje que trasladan es que tanto IU como el resto de aliados de Sumar "tendrán que elegir" entre Sumar o Podemos. Y en este contexto, los morados han emprendido una durísima estrategia contra el Ejecutivo, equiparando a ambos socios de coalición, cargando contra el "Gobierno de la guerra" y situando el antibelicismo como su principal eje político. Una bandera que históricamente ha ondeado en solitario IU, nacido al calor del movimiento anti OTAN, y que ahora trata de disputarle Podemos. Las durísima ofensiva de Podemos por el aumento del gasto militar y la causa palestina es también una forma de presionar a IU y tensionar las costuras con Yolanda Díaz, a quien sitúan directamente en las filas del PSOE. El partido de Antonio Maíllo ha tratado en los últimos días de marcar distancias al máximo con Sumar, endureciendo el tono con el PSOE -mientras Yolanda Díaz intentaba rebajarlo-, pidiendo la dimisión de Fernando Grande Marlaska y abriendo por primera vez la puerta a salir del Gobierno de coalición. Un escenario que recibió con buenos ojos Podemos, que lleva días azuzando la ruptura del Ejecutivo. "El Gobierno de coalición es ya insostenible"; decretó el miércoles Pablo Iglesias, principal referente del partido. "Podemos no estaría en un Gobierno que aprueba el mayor gasto militar de la historia", dijo también la secretaria general en rueda de prensa el martes. En los últimos tiempos Izquierda Unida trata de diferenciarse nítidamente del sector de Díaz en el Gobierno: "No estamos en Sumar", vino a asegurar Maíllo este jueves en una entrevista en Canal Sur, afeando la "confusión" entre el nombre del grupo parlamentario y el partido de Yolanda Díaz, y reivindicando la marca de Izquierda Unida. En este mismo sentido va el documento político de alianzas electorales avanzado por EL PERIÓDICO y que la ejecutiva de IU prevé aprobar este sábado. Un planteamiento donde la organización se reivindica como un actor principal y rechaza estar "subordinado" a otras fuerzas, criticando el funcionamiento de las coaliciones tanto con Podemos o Sumar. IU lanza una propuesta a estas fuerzas para una candidatura unitaria pero, eso sí, superando los "errores del pasado" y fijando sus propias condiciones, que pasan por primarias, programa mínimo en común y autonomía de los partidos integrantes. Desde Podemos mantienen su estrategia de intentar atraer a los de Maíllo y consideran que pueden verse favorecidos por las tensiones vividas en la coalición de Sumar. Fuentes autorizadas del partido creen que Izquierda Unida está en "una posición muy incómoda" dentro con el debate militar dentro del espacio, donde en los últimos días se vio a Yolanda Díaz cerrar filas con el ala socialista del Gobierno, en plena crisis por el polémico contrato a una empresa israelí, llegando a rechazar la existencia de una crisis en el Ejecutivo antes de que se resolviera el contrato. Una vez anulada la transacción, la vicepresidenta segunda alabó al ministro del Interior, asegurando que era una "extraordinaria persona" a la que tenía "cariño". Unas horas antes, IU había pedido su dimisión en caso de no rectificar. Tanto la vicepresidenta segunda del Gobierno como IU se arrogaron el mérito de haber torcido el brazo al PSOE. En las filas moradas azuzan la división interna en Izquierda Unida, apelando a un sector minoritario dentro del Partido Comunista Español (PCE), integrada dentro del partido de Antonio Maíllo. A estas tensiones atribuyeron precisamente el golpe en la mesa de IU el miércoles, cuando por primera vez abrieron la puerta a salir del Gobierno de coalición. Una amenaza que aumentó la presión para hacer rectificar a Moncloa, y que luego llevó a que tanto Yolanda Díaz como IU se atribuyeran el mérito por haber logrado su objetivo. Podemos acogió con grandes expectativas el discurso duro de Izquierda Unida y dieron la bienvenida al paso de abrirse a abandonar el Gobierno. Fuentes de la formación consideran que estas posiciones, más críticas con el Gobierno, le acercan a sus propias tesis y señala que el paso de salir del Consejo de Ministros "abriría oportunidades interesantes" de cara a una eventual alianza con Podemos, al considerar que el partido de Maíllo "demostraría su compromiso" con la causa antibelicista en caso de formalizar esta salida. Estas mismas fuentes creen que esto ayudaría a revertir el desencanto de la militancia morada hacia IU, al considerar que "está quemadísima" con las fuerzas que componen Sumar. Consideran que una eventual salida del Gobierno sería "un gesto de dignidad política fuerte" que llevaría a un cambio de percepción entre sus bases. Recuerdan asimismo que son estas mismas bases las que en último lugar tienen que votar si sellan o no una alianza. Obvian,, sin embargo, que los resultados de estas votaciones siempre han atendido, al menos hasta ahora, a la directriz de la dirección de Podemos.
Ver noticia original