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Federal » El Federaense
Fecha: 25/04/2025 00:58
En una decisión sorprendente, YPF ha decidido dar un giro inesperado en su estrategia de exportación de gas natural. La empresa anunció que suspende la construcción de la planta de gas natural licuado (GNL) que se planificaba en la provincia de Río Negro y opta por una alternativa diferente: utilizar barcos regasificadores para llevar el gas argentino al mercado internacional. Desde la compañía, se enfatizó que, aunque la modalidad del proyecto ha cambiado, el objetivo final de exportar gas se mantiene firme. Un portavoz de YPF destacó que si bien la nueva estrategia requerirá de menos personal en la fase de construcción, seguirán existiendo oportunidades laborales relacionadas con la infraestructura necesaria, como los espigones y los gasoductos. Reacciones de las autoridades y sectores involucrados El gobierno de Río Negro brindó su respaldo a esta decisión y reafirmó que la cantidad de GNL destinada a la exportación no se verá alterada, asegurando que el impacto económico seguirá siendo positivo para la provincia. A pesar de los cambios en la infraestructura, los acuerdos previamente firmados permanecen vigentes, y se había contemplado desde un principio la opción de operar con barcos en la fase inicial. Sin embargo, la reacción de la UOCRA no fue tan positiva. El sindicato expresó su malestar, indicando que la modificación en los planes significará menos contratos y oportunidades laborales de las anticipadas. Por otro lado, Neuquén se enfocó en un proyecto alternativo que sigue avanzado: un oleoducto que ya tiene en marcha su primer tramo hacia una planta en Allen. Las proyecciones económicas y el interés internacional El presidente de YPF, Horacio Marín, había defendido la inversión en la planta de GNL, aclarando que el desarrollo no dependía ni estaba exclusivamente ligado a Petronas, la empresa malaya que había mostrado interés en asociarse. Además, Marín destacó que existe un creciente interés internacional por el gas argentino, con proyecciones que apuntan a generar ingresos anuales de aproximadamente US$15.000 millones para el 2030. El cambio de ubicación inicial que se contemplaba en Bahía Blanca hacia Río Negro se vio frustrado por la tensión política entre el presidente Javier Milei y el gobernador bonaerense Axel Kicillof. Esta situación ha llevado a una reconsideración estratégica, priorizando alternativas que aseguren el éxito del proyecto en un entorno cambiante.
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