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» Notife
Fecha: 24/04/2025 11:52
El cuerpo del papa Francisco, fallecido el pasado lunes a los 88 años, permanecerá en capilla ardiente durante tres días en la basílica de San Pedro para que los fieles puedan despedirse. Para que esto sea posible, se aplicó una antigua técnica de conservación que permite frenar el proceso natural de descomposición durante un tiempo limitado. Conocida como tanatopraxia, fue aplicada en las primeras horas tras la muerte del pontífice, con el objetivo de mantener en condiciones el cuerpo hasta el funeral del próximo sábado. Así lo explicó el especialista Pascual Pimpinella, titular de la cátedra de Medicina Legal en Santa Fe y exmédico forense del Poder Judicial. “La técnica se llama de conservación de cuerpo o tanatopraxia, que no es lo mismo que embalsamar o momificar. Esto se hace para que el proceso natural de transformación cadavérica de un cuerpo, el cual ocurre a medida que pasa el tiempo, se retrase”, explicó en diálogo con Radio Mitre. Detalló que “la técnica es milenaria, no es algo moderno. Se hace apenas ocurrida la muerte y lleva aproximadamente entre tres a cinco horas. Primero se lo desinfecta, se lo higieniza con bactericida y fungicida, hasta hipoclorito se puede usar”. Luego, continúa un proceso minucioso para que el cuerpo conserve una apariencia serena y natural ante la mirada de los fieles. Un proceso detallado y respetuoso para una despedida pública Según indicó el especialista, “el cadáver se deshidrata, entonces después se lo vuelve a hidratar, para que cuando la gente lo observe parezca que recién ocurrió la muerte. En paralelo, se canalizan las arterias del cuello, la carótida, y se reemplaza la sangre con bombas. Esto hace que se conserve el tejido y permite que este proceso se detenga entre 10 a 14 días”. El procedimiento finaliza con retoques estéticos. “La técnica se termina con maquillaje, e incluso se usan resinas. El cadáver queda con restauración completa, se lo plastifica y permite algo que el formol (que se utiliza habitualmente en los embalsamamientos) no, que es conservar el color de los tejidos”, agregó Pimpinella, diferenciando esta técnica de otras prácticas como la momificación o el embalsamamiento clásico. Puede interesarte El experto también explicó que este tratamiento tiene una duración limitada. “La técnica que se utilizó con el Papa deja hasta 14 días hasta que arranque el proceso natural de descomposición. Finalmente, la destrucción del cadáver comienza con lo que se conoce como ‘mancha verde’ y termina en entre dos a cuatro años, cuando los ácaros toman todo el cuerpo”, concluyó.
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