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  • Auschwitz, 80 años después

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 23/04/2025 16:31

    La entrada principal a Auschwitz-Birkenau, un portal de muerte que marcaba el inicio de un destino irreversible para millones de víctimas del Holocausto (Laureano Pérez Izquierdo/Infobae) (Cracovia, especial) Sobraban los nudos en las gargantas y faltaban las palabras. Fue por eso que el rabino Guido Cohen pidió, sobre una ronda final, que cada uno de los más de 40 participantes invitados por el Museo del Holocausto de Buenos Aires definiera con una palabra la experiencia vivida en la visita a Auschwitz y Birkenau, el mayor centro de exterminio montado por la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. Oscuridad. Infierno. Nunca más. Horror. Historia. Memoria. Incomprensión. Esas fueron solo algunas de las palabras que brotaron de las personas conmovidas y, muchas de ellas, atravesadas por el dolor (imborrable) de la propia historia familiar. Este jueves 24 de abril, como cada año, se desarrollará la International March of the Living (Marcha internacional de la vida), una marcha que resignifica la que fue la última tanda de prisioneros judíos llevados a pie de Auschwitz a Birkenau para ser exterminados en las cámaras de gas. Este año, además, la marcha marca la particularidad de que se cumplen 80 años de la llamada “liberación” de los campos de exterminio. Será un día con menos palabras y más emociones. Una vista panorámica de Auschwitz-Birkenau, donde el contraste entre la calma del paisaje y la brutal historia del lugar se hace aún más insoportable Los barracones de Auschwitz, con sus chimeneas marcando la desolación de un paisaje que oculta las historias de dolor y sufrimiento vividas por los prisioneros en su interior Barracón de Auschwitz, con sus estructuras de madera que albergaban a los prisioneros en condiciones inhumanas, ahora desiertas pero impregnadas de la memoria de aquellos que sufrieron allí Las chimeneas de los crematorios de Auschwitz-Birkenau, vacías ahora, pero anteriormente responsables de la desaparición de cuerpos, un recordatorio de la escala industrial del exterminio nazi El patio de Auschwitz, con sus árboles jóvenes que parecen ser testigos silenciosos del paso del tiempo, mientras las huellas del sufrimiento de millones siguen vivas en el lugar La entrada al campo de concentración Auschwitz con el lema "Arbeit Macht Frei", cuya irónica inscripción engañaba a las víctimas, prometiendo libertad a cambio de trabajo forzado, mientras conducía a la muerte El bloque 24 de Auschwitz, donde los prisioneros fueron sometidos a trabajos forzados, encarcelados en condiciones inhumanas, y donde muchos nunca volvieron a ver la luz del día El verdor de los árboles que rodean Auschwitz, un contraste inquietante con la brutalidad que una vez ocurrió en este espacio, ahora inmortalizado en la memoria histórica Un vagón de tren utilizado para el transporte de prisioneros, símbolo de los desplazamientos forzados hacia la muerte en cámaras de gas y crematorios, parte de la maquinaria de exterminio nazi Una flor amarilla caída sobre las vías del tren, un símbolo de resistencia y memoria que se alza sobre el metal frío de los rieles que transportaron a los prisioneros hacia su destino fatal Las ruinas del crematorio de Auschwitz-Birkenau, donde las huellas de su destrucción se mantienen como un testimonio de la magnitud del genocidio perpetrado La torre de vigilancia y las alambradas de Auschwitz, vigías inquebrantables de la represión, que observaban la vida y muerte dentro del campo, sin dejar de mantener a los prisioneros en su vigilancia constante La horca de Auschwitz, un símbolo aterrador de las ejecuciones públicas que se realizaban en el campo de concentración. En ella fue ejecutado el administrador del campo, Rudolf Hoss, el comandante nazi conocido como "El animal de Auschwitz" El cartel de “Halt! Stój!”, que recuerda la constante amenaza y control que los prisioneros vivieron bajo la mirada vigilante de los soldados nazis El camino de Auschwitz, flanqueado por altos árboles y torres de vigilancia, un sendero que parecía conducir solo a la muerte, con el zumbido constante de la vigilancia nazi Torre de vigilancia en Auschwitz, donde los soldados del campo observaban a los prisioneros, manteniéndolos bajo constante control Un candado oxidado en el portón de Auschwitz, recordatorio de la prisión inquebrantable que separaba a los prisioneros de cualquier esperanza de libertad El interior de uno de los barracones de Auschwitz, donde los espacios vacíos hablan del hacinamiento, la insalubridad y la privación de dignidad que definieron la vida de los prisioneros El interior de un barracón de Auschwitz, donde los prisioneros vivieron en condiciones extremas de hacinamiento y sufrimiento, sin ningún tipo de dignidad humana Una cámara de gas de Auschwitz, donde se experimentó con esta forma de aniquilar en masa y que luego fue perfeccionada en Birkenau Una vista de los alambres de púa y la torre de vigilancia, una barrera física y psicológica que mantenía a los prisioneros bajo constante amenaza y vigilancia Niños prisioneros, una de las imágenes más desgarradoras del Holocausto, donde la inocencia se vio truncada por la violencia de la maquinaria nazi Dibujo en las paredes de Auschwitz, realizado por prisioneros, que refleja la brutalidad y deshumanización del lugar, representando la violencia y el sufrimiento constante bajo el régimen nazi Un dibujo hecho por un prisionero de Auschwitz, mostrando las horrores del ahorcamiento, una de las múltiples formas de tortura y ejecución implementadas por los nazis Entrada a uno de los barracones de Auschwitz, que muestra la simplicidad inquietante de las instalaciones, ahora preservadas como testigos de la barbarie que se vivió en el campo de concentración La pared de ejecución en Auschwitz, donde muchos prisioneros fueron fusilados por los oficiales nazis La alambrada de electrificación que rodea Auschwitz, un recordatorio de la separación total entre los prisioneros y el mundo exterior Una puerta cerrada del barracón de Auschwitz, cuyo cerrojo selló el destino de miles de personas Marcas talladas en la madera de un barracón, un testimonio de la desesperanza y resistencia de aquellos que vivieron y murieron en Auschwitz Las letrinas de Auschwitz, donde los prisioneros apenas tenían espacio para satisfacer sus necesidades básicas en condiciones insalubres, contribuyendo al sufrimiento y la deshumanización Hueco en el techo de un barracón, que alguna vez sirvió como el último respiro de los prisioneros antes de la asfixia en las cámaras de gas Maletas y cestas pertenecientes a los prisioneros, símbolo de las vidas despojadas de su identidad Un dibujo en la pared de un barracón de prisioneros, realizado por alguien atrapado en el horror, evocando el recuerdo de la ciudad de Hamburgo, un vestigio de la vida antes del cautiverio Corsés y dispositivos de tortura, utilizados por los nazis en sus experimentos médicos y en su esfuerzo por deshumanizar a las víctimas, dejando tras de sí vestigios de sufrimiento físico y emocional Dibujo encontrado en las paredes de Auschwitz, que representa un hombre abrazado por un ave, tal vez un símbolo de la esperanza o un reflejo de la resistencia interior frente al deshumanizante régimen nazi Una pila de tazas rotas en Auschwitz-Birkenau, un testimonio mudo de las pertenencias despojadas a millones de prisioneros antes de ser conducidos a su muerte Lata de gas Zyklon B, el método infame utilizado en Auschwitz para exterminar a miles de personas en las cámaras de gas, un recordatorio del horror industrial del Holocausto Una montaña de zapatos que pertenecieron a los prisioneros, abandonados en el campo, símbolos del despojo de identidad, dignidad y humanidad de las víctimas del Holocausto (Laureano Pérez Izquierdo/Infobae)

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