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» Radio Sudamericana
Fecha: 22/04/2025 23:30
Martes 22 de Abril de 2025 - Actualizada a las: 23:05hs. del 22-04-2025 ADIÓS AL PAPA La defensora pública Nora Maciel recordó su encuentro con el Papa Francisco, donde él les contó su labor en las cárceles y del compromiso con los descartados por el sistema. Maciel se mostró sosrprendida por la sencillez y el sentido del humor del Sumo Pontífice. A pocos meses de cumplirse una década de un momento imborrable, la defensora pública Nora Maciel rememoró en una emotiva entrevista su encuentro con el Papa Francisco, ocurrido el 15 de diciembre de 2015 en el Vaticano. Aquel día, junto a otros 15 integrantes de la Asociación de Defensores Públicos de la República Argentina (ADEPRA), fue recibida en audiencia privada por el Sumo Pontífice. “Nos recibió uno a uno, nos saludó personalmente antes de la charla grupal”, recordó Maciel conmovida. El encuentro fue posible gracias a gestiones iniciadas por la defensora Marcela Paz, y coronó un proceso que incluyó jornadas en Buenos Aires y la presentación de casos paradigmáticos de defensa de derechos humanos. “La defensa pública representa a los más vulnerables: personas pobres, privadas de libertad, con derechos vulnerados. Y Francisco siempre estuvo muy vinculado a esa lucha”, explicó. Uno de los momentos más simbólicos de la audiencia fue cuando Nora le entregó al Papa un botellón de madera tallado por internos de la Unidad Penitenciaria Nº1 de Corrientes, obra de los hermanos Pizarro. El objeto, realizado en un taller de arte impulsado por la referente Hilda Presman, llevaba grabado el nombre de Francisco y su sello episcopal, tallado cuando aún era reciente su elección como Papa. “Ese botellón estaba destinado a él sin saberlo. Fue muy emocionante”, contó Maciel, quien también compartió la anécdota del momento: “Le dije que era para el agua, y él me respondió con humor: ‘Para el vino, mejor’”. El Papa Francisco, durante la audiencia con los defensores públicos en diciembre de 2015, dijo una frase muy profunda y humana sobre las personas privadas de libertad. Según recordó Nora Maciel: “Quienes están ahí, están por circunstancias que no siempre dependen solo de una decisión individual. Podríamos haber sido cualquiera de nosotros. A nosotros nos tocó otra suerte, otro contexto, por eso no estamos ahí.” “Nos dijo que la defensa pública va por el camino correcto, que si molesta es porque está bien hecha. Eso nos dio una fuerza tremenda”, relató Maciel, que mañana cumple 18 años de servicio como defensora oficial en Corrientes. LOS REGALOS QUE LES DEJÓ EL PAPA El Papa les obsequió una medalla papal y dos de sus encíclicas: Laudato Si’ y Evangelii Gaudium, que Nora conserva como legado para sus hijos. "Nos entregó él mismo, no sus secretarios ni nada, él mismo lo sacó de una mesita. No sé si podré dejarles herencia material, pero sí esto, ayer me di cuenta la trascendencia que va a tener este legado", expresó. Hoy, Nora continúa ejerciendo su función con pasión, sin perder la sensibilidad que la define. “La defensa pública es el puente entre los derechos y quienes más los necesitan”, concluyó. Un puente que, hace casi diez años, también llegó hasta el corazón del Vaticano.
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