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» Diario Cordoba
Fecha: 22/04/2025 11:15
La Unidad de Oftalmología del Hospital Universitario Reina Sofía mejora el diagnóstico visual en pacientes complejos gracias a la incorporación hace un año del dispositivo portátil de electrorretinografía y potenciales evocados visuales tipo flash (RETeval). La principal función de este equipo es que facilita el estudio de la función visual en pacientes de cualquier edad, incluso en situaciones de difícil colaboración, como en niños pequeños o personas sedadas. Según explica uno de los oftalmólogos del hospital formados en el uso del dispositivo, José Hens, “el RETeval emplea una técnica no invasiva basada en la aplicación de una tira adhesiva similar a la de un electrocardiograma, colocada en el párpado inferior, que permite medir la respuesta de la retina a estímulos luminosos”. Esta medición ofrece información precisa sobre si el problema visual se encuentra en la retina o en la conexión con el cerebro, aportando datos objetivos sobre la afectación y el pronóstico. Desde su implantación hace casi un año, se han realizado más de 40 pruebas en pacientes de entre 2 meses y 93 años, gracias a la versatilidad del propio equipo. El equipo de profesionales ha ido ampliando su uso dados los buenos resultados y precisión que aporta. Casi un año después, la unidad lo emplea de forma habitual en distintas secciones como oftalmología infantil, neurooftalmología y la unidad de distrofias retinianas. Su portabilidad permite realizar las pruebas en cualquier espacio, mejorando la accesibilidad, especialmente en pacientes ingresados o con movilidad reducida. Precisión Se trata de un dispositivo ligero y portátil que evita que pacientes complejos tengan que desplazarse a otros hospitales de referencia, como sucedía antes de que el hospital contara con este equipamiento en pacientes infantiles que eran derivados al Hospital Virgen Macarena. Además, según apunta el oftalmólogo, “su uso ha resultado clave en la toma de decisiones clínicas relevantes, como desaconsejar intervenciones quirúrgicas en casos en los que los riesgos superaban los beneficios esperados, protegiendo así la seguridad del paciente”. Esto es posible gracias a la información precisa que ofrece. El especialista añade en este sentido: “nos ayuda a detectar daños invisibles a otras pruebas, anticiparnos en el tratamiento y valorar de forma más fiable si un procedimiento será eficaz o no”. Además, ha demostrado ser especialmente útil en casos de pérdida de visión sin causa aparente o en pacientes con dificultades para comunicarse, como los niños en edades preverbal. Este avance tecnológico posiciona al Hospital Reina Sofía entre los pocos centros que cuentan con este dispositivo aplicado a su práctica diaria. Su integración ha sido posible gracias a la apuesta del hospital por la tecnología de vanguardia al servicio de una atención más precisa, humana y segura.
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