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Federal » El Federaense
Fecha: 22/04/2025 11:00
El Arzobispo de Buenos Aires llevó a cabo una emotiva misa en la Catedral Metropolitana en honor al recientemente fallecido Papa Francisco. Esta ceremonia, que fue anunciada de forma inesperada, atrajo a miles de fieles que llegaron ágilmente para rendir homenaje al querido líder religioso. Las filas que se formaron en la catedral estaban compuestas por personas de diversas clases y ocupaciones, desde trabajadores con mamelucos y ropa deportiva, hasta jóvenes estudiantes con carpetas de estudios médicos y oficinistas. En particular, se unieron a la ceremonia alumnas del último año del Colegio Padre Luis Etcheverry Boneo, destacando el sentido de comunidad y pertenencia que generó la partida del Papa. La atmósfera en la Catedral Metropolitana era de profunda tristeza, acentuada por el sonoro órgano que llenaba el espacio con melodías que acompañaban la homilía cargada de nostalgia del Arzobispo Jorge García Cuerva. Durante su discurso, enfocó sus palabras en el legado del Papa, afirmando: “Se murió el padre de todos, el padre de toda la humanidad, que insistió una y mil veces en que en la Iglesia debía haber lugar para todos”. García Cuerva resaltó la dedicación de Francisco hacia los más vulnerables, incluyendo su especial preocupación por migrantes y comunidades marginadas. La comunidad se sintió tocada por el mensaje inspirador del Arzobispo, quien recordó que aunque Francisco ha partido, su espíritu sigue vivo a través de sus enseñanzas y acciones. “Las únicas personas que mueren son las que olvidamos. Francisco está vivo entre nosotros, su legado está vivo”, expresó con firmeza. A lo largo de su discurso, García Cuerva hizo un llamado a los presentes para actuar con generosidad y amor hacia los más necesitados, subrayando que “ahora todos nosotros tenemos que ser un poco Francisco”. Al finalizar la misa, extendió una invitación a la comunidad para acercarse a la Catedral, la cual permanecerá abierta a todos los que deseen ofrecer una oración por el eterno descanso del querido líder. “Esta ha sido la sede del Cardenal Bergoglio. Esta es un poco su casa. Todos los que quieran venir, están más que invitados”, enfatizó, advirtiendo que la misa principal se llevará a cabo el día del sepelio, que será determinado en breve por el Vaticano. Los presentes fueron animados a recordar al Papa Francisco como “el padre de todos, el padre de la misericordia y el padre de la vida”, consolidando el compromiso de la comunidad de seguir sus enseñanzas y valores.
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