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» Elterritorio
Fecha: 22/04/2025 09:24
El pontífice trató y buscó de tener cercanía con grupos postergados. Sus acciones generaron adhesiones, pero también críticas dentro de la jerarquía eclesiástica martes 22 de abril de 2025 | 5:00hs. El Papa buscó modernizar las normas de la Iglesia para que más personas se acerquen al catolicismo. Foto: AP Desde su elección, el papa Francisco impulsó una serie de reformas en la Iglesia Católica que transformaron la estructura del Vaticano, la gestión financiera y el papel de la mujer en la institución. Su enfoque generó apoyo entre sectores progresistas, pero también resistencias dentro de la jerarquía eclesiástica. Con un énfasis en la sinodalidad, la transparencia y la cercanía a las comunidades marginadas, su liderazgo ha redefinido el papel del pontificado en el siglo XXI. Una nueva Curia Uno de los cambios más significativos del pontificado de Francisco fue la reforma de la Curia Romana, plasmada en la constitución apostólica Praedicate Evangelium, promulgada en 2022. Esta reorganización buscó hacer de la Iglesia una institución más misionera y menos burocrática. El Papa quiso descentralizar el poder en la Iglesia y dar más protagonismo a las iglesias locales. La reforma permitió que laicos, incluyendo mujeres, dirijan dicasterios (ministerios vaticanos), una medida sin precedentes en la historia. Francisco promovió que más mujeres participaran en la jerarquía católica. Foto: ap También fusionó organismos para reducir duplicaciones y promovió una mayor autonomía para las conferencias episcopales locales, desafiando el tradicional centralismo vaticano. Francisco ha insistido en que la curia no debe ser un órgano de poder, sino de servicio, subrayando que “el poder en la Iglesia es servicio”. Esta transformación generó resistencias entre algunos sectores eclesiásticos que vieron en estos cambios una “desviación de la tradición”. Tolerancia cero ante los abusos El escándalo de abusos sexuales ha sido uno de los mayores desafíos para la Iglesia en las últimas décadas. Francisco endureció las normas con la publicación de “Vos estis lux mundi” (2019), que obligó a obispos y superiores religiosos a denunciar casos de abuso, y brindó protección a los denunciantes. Tras el fracaso de una comisión internacional creada en 2014 y el escándalo en Chile en 2018, donde inicialmente defendió a un obispo señalado por encubrimiento, Francisco pidió disculpas públicas y tomó medidas drásticas, como la reducción al estado laical del cardenal Theodore McCarrick. También creó una comisión de consulta para la protección de menores, integrada en la Curia, y organizó una cumbre sin precedentes en 2019 que llevó a la supresión del secreto pontificio en casos de abusos sexuales del clero y la obligación de los religiosos de reportar casos a su jerarquía. Transparencia económica Desde el inicio de su pontificado, Francisco promovió la transparencia en las finanzas vaticanas, un área históricamente opaca. El pontífice impulsó una auditoría del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido popularmente como el Banco Vaticano, y reforzó el control sobre inversiones y licitaciones. En 2014, creó un Secretariado para la Economía y aplicó un marco de inversiones y medidas anticorrupción. Como parte de estas reformas, se cerraron 5.000 cuentas bancarias sospechosas en el Vaticano. En 2023, el cardenal Angelo Becciu, ex funcionario de la Secretaría de Estado, fue condenado a cinco años y medio de prisión por fraude financiero, una señal de que las reformas también alcanzaron las altas esferas de la Santa Sede. El rol de las mujeres Gracias a la reforma de la curia, los laicos pueden ser jefes de Dicasterios en el Vaticano, como el de la Comunicación y la Secretaría de la Economía, hoy dirigidos por dos laicos, el periodista Paolo Ruffini y el economista español Máximo Caballero Ledo, respectivamente. Y, por primera vez, las mujeres tuvieron la posibilidad de dirigir algunas de las estructuras de la Santa Sede. Es el caso, entre ellas, de la religiosa italiana Alessandra Smerilli, secretaria del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; y de la teóloga argentina Emilce Cuda, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El 2 de julio de 2022, el Papa había dicho a la agencia que quería que las mujeres ocuparan roles importantes en la Iglesia: “Estoy abierto a darles una oportunidad”. Nulidad matrimonial Francisco se enfatizó en la necesidad de simplificar y agilizar los procesos de nulidad matrimonial para hacerlos más accesibles a los fieles que buscan claridad sobre la validez de sus matrimonios. En enero de 2025, durante la inauguración del año judicial del Tribunal de la Rota Romana, el pontífice recordó que su reforma de 2015, plasmada en los Motu Proprio Mitis Iudex Dominus Iesus y Mitis et Misericors Iesus, permitió a los obispos diocesanos actuar como jueces en casos evidencias de nulidad y promovió la gratuidad de los procedimientos. Francisco subrayó que la preocupación por la salvación de las almas debe guiar la aplicación de estas reformas e instó a que los procesos sean lo más rápidos y accesibles posibles. “Debemos cuidar el dolor y la esperanza de quienes buscan la verdad sobre su matrimonio”, afirmó. Bendiciones a los homosexuales La sugerencia de Francisco de permitir bendiciones a parejas del mismo sexo desató una fuerte reacción en los sectores conservadores de la Iglesia. “Una bendición es la búsqueda de las personas para estar en presencia de Dios, pero nunca debe ser confundida con el sacramento del matrimonio”, aclaró el pontífice en una carta. Sin embargo, figuras como los cardenales Raymond Burke y Joseph Strickland expresaron su rechazo a cualquier flexibilización en este tema. Sacramentos y aborto Otro eje de debate ha sido la postura del Papa sobre los divorciados que se han vuelto a casar. Según la doctrina tradicional, quienes contraen matrimonio civil tras un divorcio no pueden recibir los sacramentos, ya que el matrimonio se considera indisoluble, salvo que la Iglesia lo anule. Francisco planteó la posibilidad de una mayor apertura, lo que fue rechazado por el mencionado Burke y otros conservadores. "El pilar de la Iglesia es el matrimonio. Si no enseñamos y vivimos bien esa verdad, estamos perdidos", afirmó el cardenal. En cuanto al aborto, Francisco ha reiterado su postura de que “es un homicidio”, pero dio pasos para flexibilizar la relación de la Iglesia con quienes lo han practicado. Uno de los cambios más significativos fue permitir que cualquier sacerdote pueda otorgar la absolución sacramental a quienes han abortado, un privilegio que antes estaba restringido a los obispos. Esta medida buscó facilitar el retorno de fieles que se alejaron por la postura tradicional de la Iglesia en este tema. El pontífice subrayó la importancia de la continuidad de estos cambios que impulsó. Las transformaciones que llevaron a cabo en la curia y la incorporación de cardenales más jóvenes y provenientes de las periferias. Compartí esta nota:
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