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» Diario Cordoba
Fecha: 21/04/2025 21:05
El empate sin goles ante el Real Oviedo dejó al Córdoba CF con un punto de sabor a poco y un buen puñado de apuntes a revisar. Entre la ansiedad, la falta de puntería y las oportunidades perdidas, hubo sin embargo un destello positivo al que aferrarse: el regreso de José Calderón. Y es que el lateral paradeño volvió al ruedo tras cinco jornadas en blanco, y no necesitó más de un cuarto de hora para reivindicarse como uno de los nombres propios de la tarde en El Arcángel. Desde la jornada 30 no aparecía en los planes de Iván Ania el paradeño, pero su entrada en el tramo final del duelo sirvió para algo más que oxigenar al equipo -al que le hacía falta, ciertamente-. Sufría el bloque cordobés por el costado zurdo tras el ingreso de Hassan, que estaba desbordando a Albarrán, a pierna cambiada. El cuerpo técnico movió ficha: Calderón al lateral izquierdo, Albarrán de vuelta al derecho y fuera Carlos Isaac, que se había desfondado. La fórmula funcionó de inmediato en el duelo contra el Oviedo. Y fue entonces cuando el «3» blanquiverde volvió a hacerse grande. No solo sujetó con solvencia al carrilero francés, sino que dejó un par de acciones ofensivas que pudieron haber cambiado el desenlace del partido. Una recuperación suya levantó a la grada, sin ir más lejos, y en el descuento dejó una joya técnica: recorte en una baldosa y asistencia milimétrica a Théo Zidane, que no pudo batir a Escandell a quemarropa. El gol que pudo ser y no fue, pero que sí confirmó que Calderón vuelve a andar enchufado, por tanto como una opción de peso en las rotaciones de Iván Ania. Calderón, en el partido contra el Oviedo. / CCF Un impulso de confianza «Hizo unos muy buenos minutos, espero que le den confianza y que de aquí al final pueda disponer de más», apuntó Ania tras el choque, reconociendo el peso de su actuación, aunque breve, y dejando la puerta abierta a un papel más protagonista en las jornadas venideras, que no son más de media docena de aquí al cierre de la agenda regular. Hasta el momento, pese a su rol secundario en las últimas semanas, sigue siendo el octavo jugador de campo con más minutos acumulados en la plantilla: 1.811 repartidos en 28 encuentros, con una asistencia como balance ofensivo. Su versatilidad y profundidad en ataque también lo convierten en una opción real tanto en el once como en momentos de necesidad. Más aún ahora, con Carlos Albarrán al borde de la sanción y el carril izquierdo en busca de refresco en determinados momentos. Y ahí, parece que el de Paradas vuelve a alzar la mano. Desde luego, ante el Oviedo demostró que se pueda contar con sus servicios en cualquier momento. Suscríbete para seguir leyendo
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