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  • Papa Francisco: "Una nueva economía para el bien común"

    » La Capital

    Fecha: 21/04/2025 18:56

    El Papa Francisco expresó una visión crítica de la economía actual y propuso una economía que priorice la dignidad humana y la justicia social. Fue casi su eslogan "no dejar a nadie atrás" "Crear una nueva economía para el bien común" era uno de los grandes postulados del Papa Francisco . Durante su pontificado ofreció definiciones y precisiones doctrinales que buscaron iluminar las estructuras económicas desde la perspectiva del Evangelio y la doctrina social de la Iglesi a. El Papa Francisco expresó una visión crítica de la economía actual y propuso una "economía del bien común" y una "economía de Francisco" que prioricen la dignidad humana, la justicia social y la protección del medio ambiente. Criticó intensamente la "economía de exclusión" y la "cultura del descarte", donde algunos se benefician a costa de la mayoría. Para el Papa cualquier "nueva economía para el bien común" debía ser inclusiva. Fue casi un eslogan "no dejar a nadie atrás". A poco de su asunción como Papa, Francisco sostuvo que el actual orden económico “mata” porque es un orden económico que pone por encima “el beneficio de la dignidad humana dejando a muchos excluidos y marginados”. Siguiendo con los postulados del catolicismo y en línea con su pensamiento crítico, Francisco sostenía que “el dinero debía servir, no gobernar”, en alusión a las corporaciones que generaban escenarios con la única búsqueda de maximizar ganancias son tener en cuenta al ser humano. “La economía no puede ser liberal”, sino que “tiene que estar al servicio de la sociedad”, era el concepto que solía repetir cada vez que se lo consultaba sobre su visión global. Su pensamiento tuvo especial arraigo en sus fieles y nació “La economía de Francisco” un foro que se dedicaba a difundir los pensamientos del Papa. The Economy of Francesco -el encuentro de jóvenes economistas, agentes de cambio y emprendedores- se llevó a cabo anualmente desde el 1º de mayo de 2019 en Asis. Entre sus principales objetivos figuran crear una economía más humana, sostenible, equitativa e inclusiva; desarrollar nuevos modelos de pensamiento y práctica económica e involucrar a jóvenes economistas, empresarios y emprendedores en la transformación económica. Meses antes del nacimiento del Foro, Francisco publicó una carta en la que invitó a jóvenes emprendedores, empresarios a forjar otra economía. Más de 2.000 jóvenes en todo el mundo fueron los precursores de en este camino. En esa nota llamó a un pacto “para cambiar la economía actual y dar un alma a la economía del mañana”. La convocatoria fue con el objetivo de promover “a través de un pacto común, un proceso de cambio global que vea en comunión de intenciones no solo a los que tienen el don de la fe, sino a todos los hombres de buena voluntad, más allá de las diferencias de credo y de nacionalidad, unidos por un ideal de fraternidad atento sobre todo a los pobres y a los excluidos”. Una economía con justicia social El Papa Francisco tenía una meta. Durante el 27º Congreso Mundial de la Unión Internacional Cristiana de Empresarios que se realizó en octubre de 2022 habló a los empresarios presentes y citó la Encíclica "Laudato Si'". Francisco definía la vida del empresario, como una "noble vocación" y durante una de sus intervenciones resaltó: "Todas nuestras capacidades, incluido el éxito en los negocios, son dones de Dios". Como escribe en "Fratelli Tutti", Francisco sostenía: "Deben estar claramente orientados al desarrollo de los demás y a la eliminación de la pobreza, especialmente a través de la creación de oportunidades de trabajo diversificadas". Contemplando los elementos constitutivos de una "economía diferente", el Pontífice reiteró lo que dijo a los participantes en Economy of Francesco, en 2019, recordando que "da vida y no mata, incluye y no excluye, humaniza y no deshumaniza, cuida la creación y no la explota". Además, recordó como se afirma en el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia: "Toda persona tiene derecho a participar en la vida económica y el deber de contribuir, según sus capacidades, al progreso de su país y de toda la familia humana" y esto "es un deber de solidaridad y de Justicia, pero también es la mejor manera de hacer progresar a toda la humanidad". El Papa Francisco se remitió a la Encíclica Populorum Progressio de San Pablo VI, que define el desarrollo integral como el único posible, "orientado a la promoción de todo hombre y de todo el hombre". Los empresarios y los emprendedores están, pues, "llamados a actuar como fermento para que el desarrollo llegue a todas las personas, pero especialmente a las más marginadas y necesitadas, de modo que la economía pueda contribuir siempre al crecimiento humano integral". El Papa pidió que no se olvide a los trabajadores informales, jornaleros, poco cualificados y, a menudo, en los "márgenes del mercado laboral", a los que realizan trabajos "peligrosos, sucios y degradantes", a menudo migrantes y refugiados, que durante la pandemia y los cierres "aseguraron el suministro y la entrega de bienes necesarios para la vida cotidiana y el cuidado de nuestros seres queridos más frágiles, y mantuvieron las actividades económicas básicas, a pesar de la interrupción de muchas actividades formales". "Porque la inclusión de los pobres y marginados, aclara Francisco, no puede ser satisfecha "con nuestros esfuerzos para proporcionar asistencia financiera y material". La vida digna a través del trabajo Como está escrito en Laudato si' "ayudar a los pobres con dinero debe ser siempre un remedio temporal para hacer frente a las emergencias. El verdadero objetivo debe ser permitirles llevar una vida digna a través del trabajo". De hecho, la puerta de entrada a la dignidad del hombre es el trabajo. El concepto fue claro. El trabajo, que para el hombre es "parte del sentido de la vida en esta Tierra, un camino hacia la madurez, el desarrollo humano y la realización personal", debe estar bien integrado en una economía del cuidado, entendida como "el cuidado de las personas y de la naturaleza, ofreciendo productos y servicios para el crecimiento del bien común" Francisco proponía una economía que se preocupe por el trabajo, creando oportunidades de empleo que no exploten al trabajador mediante condiciones laborales degradantes y horarios extenuantes". "El cuidado va más allá, debe ser una dimensión de todo el trabajo. Un trabajo que no cuida, que destruye la creación, que pone en peligro la supervivencia de las generaciones futuras, no es respetuoso con la dignidad de los trabajadores y no puede considerarse decente", resaltó en más de una oportunidad. Definiciones doctrinales que el Papa Francisco brindó sobre la economía:

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