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Usuhahia » Diario Prensa
Fecha: 21/04/2025 00:52
Participaron del evento científicos de Argentina y Chile. Investigadores del INTA y del INIA Kampenaike expusieron sobre las propiedades de esta especie, también conocida como “espárrago de mar” y su potencial como alimento y recurso sostenible para la región. Ingeniero Oscar Bianciotto, integrante de la Fundación Salicornia, promueve desde hace muchos años el conocimiento, propiedades y posibilidades de cultivo en la provincia, de «los espárragos de mar». En un significativo avance para la cooperación científica regional, se llevó a cabo en Río Grande un simposio binacional sobre la salicornia, una planta halófita (resistente a la sal) de notable potencial alimentario. El evento reunió a investigadores del INTA de Argentina y del INIA Kampenaike de Chile, destacando la importancia de esta especie en la sostenibilidad agrícola y la nutrición humana. El simposio, impulsado por el ingeniero ushuaiense Oscar Bianciotto a través de la Fundación Salicornia, contó con la participación de los ingenieros Pamela Bahamondez Morales y Ángel Suárez del INIA Kampenaike, y del ingeniero Paulo Gea, titular del INTA en Río Grande. Durante el encuentro, se compartieron experiencias y avances en la investigación de la salicornia, resaltando su adaptabilidad a suelos salinos y su valor nutricional. El significado de la palabra salicornia es “cuerno salado”, especie que también es conocida como espárrago de mar, alacranera, hierba salada y hierba de cristal. Crece habitualmente en las costas marinas y desembocaduras de ríos y es comestible, rica en proteínas y ácidos grasos Omega, y beneficiosa para la salud cardiovascular. Su inclusión en el Código Alimentario Argentino marca un hito en su valorización. Además, estudios indican que su consumo puede elevar el colesterol bueno (HDL) y reducir el malo (LDL). Su potencial se extiende a la gastronomía gourmet, siendo utilizada actualmente por chefs en diversas regiones de Argentina. En Tierra del Fuego, se estima que existen más de 50.000 hectáreas aptas para su desarrollo. El INTA y la Fundación Salicornia han trabajado en su cultivo en condiciones controladas, incluso en sistemas de hidroponía. La visita de los investigadores chilenos permitió un intercambio enriquecedor de conocimientos y experiencias. La ingeniera Bahamondez Morales destacó la capacidad de la salicornia para crecer en suelos salinos, lo que la hace valiosa para la recuperación de áreas erosionadas. Por su parte, el ingeniero Suárez enfatizó su potencial como alimento humano y forraje para el ganado. Ambos coincidieron en la importancia de la colaboración entre Argentina y Chile para avanzar en la investigación y aplicación del cultivo y aprovechamiento de esta planta.
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