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Parana » Radio La Voz
Fecha: 19/04/2025 06:55
En Villa Soldati, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, encabezó el tradicional lavado de pies del Jueves Santo. Estuvo dedicado a los adultos mayores por iniciativa de curas villeros y sacerdotes de barrios populares. Reclamaron una jubilación que permita "descansar con dignidad tras una vida de trabajo". En una señal directa al gobierno de Javier Milei, la Iglesia Católica argentina dedicó el tradicional lavado de pies del Jueves Santo a los jubilados, en un gesto de denuncia por la crítica situación social que atraviesan. La acción, impulsada por curas villeros y sacerdotes de barrios populares, contó con el respaldo del arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, y se replicó en templos de todo el país. "Queremos reconocer su dignidad, que tengan medicamentos y todo lo que necesitan", expresaron los organizadores bajo el lema "A los pies de nuestros abuelos". En la parroquia Virgen Inmaculada de Villa Soldati, García Cuerva encabezó la celebración principal, acompañado por miembros de la Familia Grande Hogar de Cristo. En su mensaje, reclamaron una jubilación que permita "descansar con dignidad tras una vida de trabajo", y citaron a referentes eclesiásticos como los arzobispos Ángel Sixto Rossi y Marcelo Colombo, y al papa Francisco. “Cuando se rompe el tejido social, es necesario integrarnos y no dejar a nadie afuera. El Padre no quiere que se pierda nadie”, señaló un comunicado antes de la ceremonia. Apoyados por distintos sectores, los jubilados vienen marchando todos los miércoles al Congreso para reclamar por sus haberes, por el precio de los medicamentos y contra el fin de la moratoria previsional. Esas movilizaciones son reiteradamente reprimidas por las fuerzas de seguridad a cargo de la ministra Patricia Bullrich. Misa en la Catedral Más temprano, el Arzobispo porteño presidió la Misa Crismal en la Catedral Metropolitana, donde consagró el Santo Crisma, bendijo los óleos santos y encabezó la renovación de las promesas sacerdotales. La celebración estuvo marcada por una peregrinación previa de sacerdotes desde la parroquia San Ignacio de Loyola hasta la Catedral, pasando por la Casa Rosada. "Démosle el dominio político al corazón", pidió García Cuerva en su homilía, y reclamó mayor unidad frente a la "realidad compleja y desafiante" que atraviesa el país. Con la Catedral colmada y con la presencia de más de 400 personas, entre ellas religiosos, obispos y seminaristas, García Cuerva llamó a no dejar a nadie afuera: "Hoy es la hora de vivir nuestro ministerio sacerdotal anclados en Cristo, sin postergaciones ni excusas".
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