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  • Jueves Santo, una tarde donde los cielos tuvieron caridad

    » Diario Cordoba

    Fecha: 18/04/2025 13:41

    La jornada del Jueves Santo comenzó con toda la inquietud del mundo después del traicionero cambio de tiempo que al filo de la medianoche del miércoles dio al traste con lo que estaba siendo un magnífico día de Semana Santa en Córdoba. Las previsiones eran que la lluvia daría una respiro y que las siete hermandades del Jueves Santo, incluida la Buena Muerte ya de madrugada, podrían hacer sin novedad su estación de penitencia. Pero es que en este año ya nadie se fía de la que pueda formar cualquier pequeña nube desleal y pese a que los servicios meteorológicos afinen más que nunca. La Caridad y el Caído El caso es que confiando tanto en el corazón como en la cabeza, y en el horario previsto, las hermandades de la Caridad y del Caído pusieron sus respectivas cruces de guía en la calle casi simultáneamente en dos extremos del casco histórico. Así, en la iglesia de San Francisco y San Eulogio, el Tercio Gran Capitán Primero de la Legión esperó formado para acompañar al Señor de la Caridad, cuyo paso se exornaba con el clásico clavel rojo y jarras de rosas, también rojas, y espigas. Fue quizá la única procesión en la que los impertinentes móviles se levantaron más ante el cortejo, concretamente al paso de las damas y caballeros legionarios, que para grabar al titular. Y eso que a muchos se les olvida que, además de unas tallas tan sublimes, pocas hermandades en Córdoba tienen un guion procesional más coherente, siendo una auténtica lección de historia y estética de la época de la dinastía castellana de los Trastámara. En todo caso, el próximo 2026 habrá mucho que celebrar al cumplirse 75 años desde que el Tercio fuenombrado hermano de honor de la hermandad. La Caridad, en imágenes / En la otra parte del Casco Histórico, la hermandad de Nuestro Padre Jesús Caído también puso puntualmente en la calle, poco después de las 17.00 horas, hora por cierto taurina, el paso del Señor de los toreros, exornado con rosas lilas y statice morado. Detrás, Rafael González Chiquilín cumplió 41 años desde la primera vez que acompañó al Señor y, a su lado, entre otros maestros, el decano de los toreros cordobeses, José María Montilla. Y aunque ya el lluvioso año pasado pudo admirarse en el templo, por fin se vio en la calle cómo camina el restaurado, redimensionado y remodelado paso de palio de Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad. La dolorosa de San Cayetano escuchó a la salida la marcha Soledad del Jueves Santo y después ese himno local que ya es Saeta Cordobesa por parte de la banda de música de María Santísima de la Esperanza. Por cierto, que menudo estreno de uniforme está teniendo este año los corbatas verdes con los chubascos traidores. El Caído, en imágenes / Francisco Fernández Ahora bien, hagamos un paréntesis para hablar de la música en este Jueves Santo, más allá del riguroso silencio del Nazareno y de la Buena Muerte y de la banda de cornetas y tambores del Tercio con el Señor de la Caridad. Así, fueron protagonistas la banda de cornetas y tambores Caído y Fuensanta y la ya citada banda de La Esperanza con el Caído; la agrupación musical Santísimo Cristo de Gracia, con su titular; en la procesión de la hermandad de la Cena han estado la agrupación Jesús de la Fe y la banda Tubamirum (de Cañete de las Torres pero desde hace mucho adoptada en la capital), y la banda musical El Saucejo, con Las Angustias. Como ven, un sello de más del 80% cordobés, algo que hubiera sido impensable hace muy pocos años. El Nazareno Pero cerremos el paréntesis musical para hablar del silencio en el que transcurre (o debería hacerlo si hubiera más respeto) la hermandad del Nazareno, que sin embargo fue saludado por una sentidísima saeta a su salida, frente a la residencia, casi rozando las 18.00. El Nazareno, en imágenes / Víctor Castro Flores de un intenso color iris enmarcaron la austeridad del Nazareno y rosas blancas en piñas cónicas el paso de palio de María Santísima Nazarena. Por cierto, el paso estrenó en la calle los faroles de cola, ejecutados por Manuel Valverde. La Cena La puntualidad y la falta de sobresaltos, al menos hasta el cierre de esta edición, marcaron el transcurrir de la jornada. También en Poniente, desde donde salió con un doble motivo de celebración la hermandad de La Cena. Por un lado, por conmemorarse un Año Jubilar de la Esperanza que es reflejo vivo de la titular mariana de esta hermandad sacramental. Y segundo, por portar en el cortejo reliquias del Beato Álvaro de Córdoba, justo quien da nombre a su sede canónica y a quien se rinde tributo en este 2025 por los 600 años del primer vía crucis en occidente. Nada menos que un vía crucis magno nos lo recordará el próximo mes de octubre. Dura salida a media altura para los costaleros en un paso de palio, por cierto, magníficamente exornado con flores blancas. La Sagrada Cena, en imágenes / Cristo de Gracia También sobre el horario previsto salieron las cruces de guía del Cristo de Gracia y de las Angustias. Auténtica bulla es lo que se vivió en la plaza del Alpargate, aunque su nombre oficial es la del propio Cristo que llegó de las Américas en el siglo XVII. El exorno, tan exhuberante como siempre, con largos espárragos (que nos hablan de una Sierra de Córdoba donde no ha parado de caer agua) y una variadísima lista de flores y frutos, muchos de ellos americanos para evocar el origen de la talla. No faltó la esterlicia, que precisamente es uno de los grandes motivos vegetales del guión de Juventud bordado por Francisco Pérez Artés y que se estrenó este Jueves Santo. El Cristo de Gracia, en imágenes / Las Angustias Por su parte, y desde la iglesia conventual de San Agustín, esa obra magna de Juan de Mesa volvió a enamorar al barrio, a propios y extraños, con un paso con cuarenta costaleros a las órdenes de Antonio Barbudo exornado con clavel púrpura y grandes piñas de rosas moradas en las esquinas. Un total de 900 hermanos forman la nómina de la hermandad, aunque solo unos trescientos participan en el cortejo. En todo caso, una cifra que da cuenta del buen momento que vive la decana de las cofradías cordobesas. Las Angustias, en imágenes / Buena Muerte Al cierre de la presente edición se acercaba el momento de la salida del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora Reina de los Mártires. Al menos en los instrumentos meteorológicos parecía que todo estaría tranquilo y hacía prever que la hermandad podría estrenar ese nuevo libro de reglas en orfebrería adquirido a un anticuario y restaurado por Herpoplat, así como el también remozado estandarte que ha recuperado Gema Pérez. La Buena Muerte, en imágenes / Víctor Castro En todo caso, la crónica del Jueves Santo debe terminar como empezó: hablando de ese tiempo inestable que viene marcando las jornadas desde el Domingo de Ramos, unos días con más suerte que otros, y que también condicionará al Viernes Santo. Si todo va bien, la primera hermandad en salir rumbo a la carrera oficial hoy, que lo hará a las 16.45 horas, será la de La Soledad, desde su reciente nueva sede canónica en la iglesia franciscana de Guadalupe. Pero eso ya será otra crónica. Suscríbete para seguir leyendo

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