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  • ¿Quién es Tim Ballard, el ex agente de la CIA y amigo de Trump que está detrás de las denuncias de Viviana Canosa?

    » El Ciudadano

    Fecha: 18/04/2025 11:30

    Por: Ivy Cángaro y Mauro Federico / dataclave.com.ar El nombre de Tim Ballard surgió de boca de Viviana Canosa en medio de su denuncia contra Lizy Tagliani. Lo que había empezado como una acusación de robo de dinero (ya prescripto por el tiempo transcurrido), trocó al supuesto involucramiento de la artista en una red de trata de menores. La periodista comentó haberse entrevistado con el supuesto experto en tráfico de niños quien la habría asesorado. Ballard efectivamente estuvo en Argentina en febrero y tuvo incluso un periplo mediático en medios de Mar del Plata, donde habría colaborado a desmontar una célula de pedófilos. Su historia es mucho más oscura de lo que aparenta. Timothy Ballard, o Tim Ballard, se hizo mundialmente conocido hace un par de años, cuando se estrenó la película «Sonidos de Libertad«, que supuestamente narra su historia personal y que produjo el mexicano Eduardo Verástegui. Tanto uno como otro, también, son populares en Argentina por el vínculo directo con Javier Milei, Donald Trump, y la extrema derecha que se reúne, entre otros sitios, en CPAC o en Mar a Lago. Precisamente en Mar a Lago Ballard recibió el premio «Patriota Heroico», en un evento de oración religiosa a favor de Trump, solo unos meses antes de que premiaran allí a Javier Milei con el “León de la Libertad”. En la Conferencia de Acción Política Conservadora de febrero en Miami, donde también estuvo Milei, Ballard fue orador donde insistió con la creación del muro entre USA y Méjico y las políticas de expulsión de inmigrantes latinos. En julio de 2023, el exabogado de Trump, Rudolph W. Giuliani, recibió a Ballard en su transmisión desde la Convención Nacional Republicana, instándolo a no desanimarse y asegurándole que contaba con muchos aliados y un futuro prometedor. Donald Trump lo nombró asesor: en 2019, Ballard fue nombrado miembro del Consejo Asesor de Asociaciones Público-Privadas de la Casa Blanca para poner fin a la trata de personas. La flor y nata de la derecha reaccionaria de Estados Unidos lo apoya y él cuenta con ese apoyo que además de político, es económico. La confusa historia personal de Ballard El relato oficial dice que Ballard, de 53 años y un devoto mormón, fue un agente de la CIA que de un día para otro y como si eso fuera posible cuando se es parte de la élite de esa organización estatal de los Estados Unidos, conmovido por la trata de menores y por ser él también padre de nueve hijos, dejó todo para investigar, perseguir y denunciar el asunto. En 2013 fundó Operation Underground Railroad (O.U.R.), una organización dedicada a combatir la trata infantil. Con un discurso emotivo y básico, que sostenía con frases como “¿Permitirías que tu hijo sea abusado?” y operativos de rescate en América Latina absolutamente mediatizados, Ballard se ganó el respaldo de celebridades, políticos y donantes estadounidenses de alto perfil, incluidos el magnate conservador Glenn Beck y el entrenador de la NFL Mike Tomlin. Para 2020, O.U.R. había recaudado cerca de 50 millones de dólares. Nunca, en ninguna de sus “misiones”, expuso que en las redes que supuestamente desbarata estuvieran involucrados norteamericanos tanto en consumo interno como externo, ni personajes del gobierno, la justicia o el ámbito empresarial. Una de esas misiones fue en Cartagena, Colombia, cuando desbarató una banda dedicada a la pedofilia y liderada por una modelo y que es la historia que dio pie a la película Sonidos de Libertad. La película se centra en la historia, precisamente, de un policía del Departamento de Seguridad Nacional de los EEUU (DHS) de nombre Timothy Ballard que al renunciar a su cargo, continua operando de manera parapolicial o paramilitar rescatando niños con el respaldo de su gobierno y de las fuerzas armadas de otros. Un evidente refrito cinematográfico de las películas tipo Rambo. Él declaró en decenas de entrevistas que la historia y los personajes son reales y que él fue protagonista de ese rescate de más de cincuenta niños. La visión de la película es totalmente afín a la política de extrema derecha, conspiranoica y obsesionada con las disidencias y con acusar de pedófilo a cualquiera que consideren de izquierda; tal como manifiestan abiertamente Trump o Milei; y del mismo modo que muchas comunidades religiosas tanto del catolicismo como de los pentecostales. Ballard, que es adherente a la Iglesia de los Santos de los últimos días, contó con buena parte de los fondos para la película de la iglesia mormona. El productor general de la película fue Eduardo Verastegui, el actor y político de extrema derecha, que fue candidato a presidente de México. Si con la fundación en solo un año recaudó 50 millones de dólares, con la película juntaron más de 250 millones de dólares. La Fundación «Operation Underground Railroad»: denuncias de malversación y abusos sexuales La primera señal de alerta llegó al poco tiempo de creada la ONG, cuando en algunos medios surgieron denuncias que decían que muchos de los casos que Ballard presentó como exitosos y reales, eran mentiras para los medios, y uno de los ejemplos fue el de Cartagena en el que, precisamente, se basó la película “Sonidos de Libertad”. En octubre de 2020, la Oficina del fiscal del condado Davis en el estado de Utah, declaró que O.U.R. y Tim Ballard estaban bajo investigación por quejas que alegan que O.U.R. había cometido actos ilegales de recaudación de fondos inventando rescates que nunca sucedieron. Jordana Bree Righter es una exmarine y trabajadora social con amplia experiencia con sobrevivientes de trata. Ballard la convocó para su ONG y ella colaboró poco tiempo: en una entrevista contó que Ballard la invitó a participar en operaciones y que le horrorizó ver cómo la organización repartía cientos de dólares y les decía a los posibles traficantes que podían ganar más dinero si les traían niñas. «Si vives en una zona de bajos recursos y le das un montón de dinero a un proxeneta y le dices que te consiga menores de edad, te las conseguirá», le habría dicho. La circulación de dinero que llega por aportes, y se destina de ese modo, no tiene ningún tipo de paso legal si es tal como lo dice el propio referente. Junto con el éxito de la película, surgieron denuncias de abuso y acoso, que documentó y publicó The New York Times, medio que no dudó en llamar a Brallard «depredador sexual». En la extensa nota de investigación de uno de los medios más prestigiosos del mundo se cuenta que para las «misiones» que Ballard hacía como topo solicitaba la colaboración de mujeres que fungían como voluntarias de la ONG, jóvenes y bonitas, para que se infiltraran con él en diversos círculos y se hicieran pasar por sus novias para que, de esa manera, mostrarse como potenciales clientes de pornografía infantil y pedofilia y generar confianza en los tratantes. Con ese escudo y porque debían mantener el rol durante todo el tiempo y en todo lugar, aún a solas, las obligó a tener relaciones sexuales con él y con otras personas, con la amenaza doble de que podían estar siendo filmadas y que, además, de saberse que eran “espías” podrían matarlas. El New York Times entrevistó a diez personas que trabajaron con Ballard en la organización y describen lo vivido como una pesadilla de acoso, abusos, violaciones y amenazas de muerte. El artículo no ahorra detalles y datos concretos. Todas las mujeres relatan el mismo modus operandi: el reclutamiento cargado de buenas intenciones y como parte de un acto de justicia en pos de la libertad de niños esclavizados; la manipulación para que estén dispuestas a obedecer cualquier orden que, de contrariarse, pondrían en peligro a decenas de infantes; la extorsión religiosa, puesto que la mayoría de las mujeres eran mormonas y Ballard sostenía que el método tenía el aval de los “apóstoles de la iglesia”. Amy Morgan Davis, exMiss Utah, fue una de sus víctimas y dijo: «Es difícil asimilarlo porque, en realidad, uno quiere que él sea el héroe». Kira Lynch era peluquera en Salt Lake City. Denunció que él abusó de ella diciendo que todo estaba aprobado por uno de los profetas de la Iglesia. Cuando ella luego se negó a ser violada, él le dijo que por culpa de ella muchos niños serían abusados. Celeste Borys, otra de las denunciantes, contó que estando en Ecuador, en 2022, la obligó a participar de una orgía con dos menores de 15 y 16 años. Ninguna de las mujeres abusadas dijeron que en todos los años que estuvieron en la ONG vieron ni fueron parte de ningún rescate ni conocieron a niños rescatados. En los tribunales de Utah en este momento hay seis causas en trámite por abuso, agresión sexual, violación y amenazas. Baillard dice que son mentiras y que las mujeres solo buscan dinero o que pertenecen a organizaciones de tráfico de personas que buscan desacreditarlo. En junio de 2023 renunció a la Fundación que él mismo había creado, acosado por las denuncias y la Iglesia Mormona le soltó la mano. Ballard ya había ganado seguidores por sus escritos y programas de televisión sobre la fe mormona, a la que pertenece. En su momento, una de las ideas de la iglesia era usar la televisión para convertir a Ballard en un «héroe estadounidense» que pudiera ayudar a la iglesia a lograr su objetivo de atraer a la corriente evangélica convencional, de mucho más peso en los Estados Unidos. Finalmente, la Iglesia de los Santos de los Últimos Días denunció en septiembre pasado las actividades de Ballard como «moralmente inaceptables» Los productores de la película: un pedófilo y un secuestrador El productor general de “Sonidos de Libertad” también es parte del conglomerado político y religioso que viene pisando fuerte en todo el continente. Misógino y contrario a cualquier derecho ganado por minorías de cualquier tipo, Verástegui tiene enorme influencia política y mediática gracias, también, a su rol de actor de telenovelas. En el último encuentro de CPAC del que participó fue cuestionado por haber hecho -él dice que involuntariamente- el saludo nazi, del mismo modo que Elon Musk. Uno de los slogans que instaló Verástegui en su campaña contra la trata infantil y con el que se lo ve en una remera dice: “Los niños de Dios no están en venta”; es una curiosa analogía, puesto que la secta que lleva el mismo nombre, “Los Niños de Dios”, es una de las mas temibles organizaciones de tráfico de niños. Además de contar con los aportes de la ONG y de algunas contribuciones particulares, la película se financió gracias a un par de productores más, que aparecieron en los medios como tales, en giras de promoción, y en los créditos finales del film. Uno de ellos fue Paul Hutchinson, un millonario empresario de Utah que además es financista de la ONG de Ballard Operation Underground Railroad y suele participar de algunas “operaciones” de rescate. Hutchinson acarrea varias causas en su contra en donde lo denuncian por abusos sexuales. Uno de esos casos denunciados sucedió hace diez años en el Cabo San Lucas, cuando participó de una operación junto a Ballard y en un video se lo ve toqueteando los senos de una chica de 16 años a quien tiene delante, desnuda, y que vivía en un orfanato al que arribaron en un operativo poco claro. En la causa declaró una mujer del staff cinematográfico y dijo que Ballard estaba al corriente de las inclinaciones de Hutchinson. Sostuvo: “Ballard explicó que Paul tenía problemas sexuales y que todos en OUR lo sabían”, y agregó: “Ballard me dijo que tenía que soportar a Hutchinson debido a su riqueza y porque Paul podía usar su influencia”. Hutchinson además dirige la Fundación para la Liberación del Niño, una nueva organización para realizar misiones de rescate y fue uno de los que salió en gira promocional de “Sonidos de Libertad” por todo el continente, tal como se acredita al ver diversos medios de América Latina. Fabian Marta también fue productor de «Sound of Freedom». Fue acusado de secuestrar a un chico de 14 años y arrestado el pasado 23 de julio. Al día siguiente pagó una fianza de quince mil dólares y fue liberado hasta que se inicie el juicio el mes próximo. Podría tener una condena de entre 10 años y prisión perpetua. Pero si los roles de todos los involucrados en la ONG y en la película son confusos, y pasan de combatir un delito a ser parte de él; la cosa no cambia con las personas reales y sus historias en las que supuestamente se basó el film. En el mismo presentan el personaje de una mujer afroamericana que es una promotora de modelos que recluta niñas y niños para su esclavización sexual. Es “la mala” del film que no ahorra en estereotipos. Ballard declaró en varios medios que ese personaje era real, y que se llamaba Kelly Suarez, una mujer colombiana presa gracias a uno de sus operativos. La real Kelly Suarez era una bailarina y modelo muy humilde, a la que en 2014 invitaron a una fiesta de día, al aire libre, en la que solo había adultos. La invitación le llegó por una red social y fue sin saber quienes eran los demás invitados, apenas conocía a uno. Al llegar, vio que había varias personas estadounidenses, y a poco de comenzar la fiesta llegaron agentes «gringos» que detuvieron a todos mientras filmaban el operativo. Fueron todos presos acusados de trata de niños, incluida Kelly Suarez, que estuvo casi un año en prisión hasta que fue puesta en libertad, con una causa que aún no se cerró. La mujer grita inocencia absoluta y que fue víctima de una trampa. Aparentemente, Ballard fue quien organizó ese supuesto «operativo», que filmó y cuyo material se ve en la película. En la causa seguida contra Suárez otros agentes yanquis del operativo declararon que “se equivocaron de persona, que Kelly no tenía nada que ver y la confundieron con una tal Naty”. Sin embargo, en la película la muestran y nombran como líder de una red de trata. Hoy Suarez está libre y le inició un juicio a Ballard por difundir su nombre en el mundo como si fuera una delincuente y no una víctima.

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