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» Comercio y Justicia
Fecha: 17/04/2025 05:13
Transcurrido el primer año de gobierno de Javier Milei, y considerando que la política impositiva fue uno de los pilares de su campaña, un informe del Centro de Estudios Tributarios de la Universidad Austral, elaborado por Diego Rivas y Lucio Cardinale-Lagomarsino, analiza qué decisiones tomó en materia tributaria a lo largo de 2024 y cómo se compara con los primeros años de gestión de los últimos presidentes. El primer año de gestión de cualquier gobierno es, en general, el de mayor popularidad y apoyo. Mandatarios recién elegidos y un electorado expectante por las medidas a tomar por parte del gabinete recién asumido. Suele ser este primer año en el que los gobiernos adoptan las medidas que consideran más trascendentales dentro de su plan de gestión. En nuestro país, historia reciente conocida, el devenir de los siguientes años normalmente trae agendas cargadas de problemas coyunturales que los tiene rehenes del día a día, sin demasiado tiempo ni espacio político para decisiones estructurales. La política tributaria es parte de estas decisiones estructurales, y los gobiernos en general intentan imponer su agenda tributaria lo más pronto posible. Las últimas tres presidencias argentinas reflejan esta situación. Mauricio Macri asumió en diciembre de 2015 y a los días de asumir firmó el decreto 133/2015 que reducía los derechos de exportación de diversos productos. Al año de asumir, en diciembre de 2016, sea probó la ley 27.346 que incrementó la escalas y las deducciones del impuesto alas ganancias de las personas físicas y sucesiones indivisas, a la vez que estableció el mecanismo de actualización anual de escalas y deducciones. Alberto Fernández, por su parte, también en el mismo mes de su asunción tuvo la aprobación de la Ley 27.541 de Solidaridad y Reactivación Productiva que, entre sus numerosos capítulos, incluía varias modificaciones impositivas como la creación del impuesto PAIS, el incremento del impuesto sobre los bienes personales y la suspensión de la reducción de las cargas sociales y del impuesto a las ganancias de sociedades que había pautado la reforma tributaria del 2017. Javier Milei, recientemente, envió su paquete fiscal al Congreso que, finalmente, fue aprobado (ley 27.743) e incluyó rebaja de las alícuotas del impuesto sobre los bienes personales, pero también una restitución del impuesto a las ganancias de los trabajadores. Más adelante, en diciembre de 2024, no prorrogó el impuesto PAIS, y un mes después redujo temporalmente los derechos de exportación de ciertos productos. Como se puede ver, el primer año de gobierno nunca pasa desapercibido en términos tributarios en nuestro país. Si observamos los datos de presión tributaria de los últimos 20 años, el gobierno de Macri fue el único de los últimos 5 mandatos (CFK I, CFK II, MM, AF y JM) que tuvo una baja en la presión tributaria en el primer año de su gobierno (-0,7 p.p.). Por su parte, los dos gobiernos de Cristina Fernández tuvieron un incremento de alrededor de 1 p.p. en la presión tributaria en los primeros años de gestión(2008 y 2012), misma situación que tuvo el de Alberto Fernández. Milei tuvo un pequeño incremento de 0,2 p.p. Más allá del primer año, los 4 gobiernos previos al de Milei cerraron sus mandatos con los cambios del primer año como las principales variaciones de su política tributaria. Cristina Fernández comenzó el 2008 con el incremento en la participación de los derechos de exportación y de los tributos sobre la seguridad social, y estos fueron los principales cambios entre el 2007 y el 2011. En el 2009, los principales cambios fueron en seguridad y social e impuesto a las ganancias, y también esas fueron las variaciones más relevantes del período 2011-2015. Mauricio Macri, como fuera mencionado, redujo el peso del impuesto a las ganancias y los derechos de exportación en su primer año de gobierno, a la vez que, ese mismo año, presentó una baja en el peso de la recaudación de la seguridad social. Si bien la suba de los derechos de exportación en el año 2018 impidió que la baja de este tributo de 2015 se mantenga a lo largo de toda la gestión, los cambios en ganancias y seguridad social sí fueron los más relevantes del período2015-2019. En último turno, Alberto Fernández incrementó bienes personales e impuesto PAIS en el 2019, modificaciones que resultaron ser preponderantes en la política tributaria de su gobierno. Los datos del primer año de Milei no reflejan -al menos todavía- una baja significativa de impuestos, ya que, pese a reducir el impuesto sobre los bienes personales, restituyó por completo el impuesto a las ganancias para los trabajadores. La variación de la presión impositiva en el primer año de gestión fue casi nula (incremento de 0,2 p.p.), con aumentos en el peso del impuesto PAIS y los derechos de exportación, y bajas en el peso del IVA y el impuesto sobre los bienes personales. Restará ver si se mantiene la tendencia de los últimos gobiernos de que el primer año marca la ruta de toda la gestión, o si Milei romperá con este patrón. Para el segundo año tendrá, en principio, el efecto de la eliminación del impuesto PAIS en diciembre de 2024 y la baja de los derechos de exportación a ciertos productos. ¿Será distinto esta vez? Es el interrogante que se plantean los investigadores. La “reforma tributaria” de Milei se hace esperar. Quedan abiertos varios interrogantes: ¿Llegará? ¿Seguirá teniendo la fuerza y apoyo para implementarla cuando llegue? ¿Irá en el sentido prometido en campaña? Por ahora, todos estos interrogantes quedan en espera.
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