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Concepcion del Uruguay » Miercoles Digital
Fecha: 17/04/2025 00:23
Luego de la firma del Proceso Preventivo de Crisis, mientras el Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimenticia (STIA) evita pronunciarse públicamente, la empresa avícola Granja Tres Arroyos implementa cambios de sectores, amenaza con crear un turno único, avanza con despidos, paga quincenas en cuotas, recrudece normas internas y presiona a los trabajadores para que firmen el acuerdo cediendo el 9%. Paralelamente, trabajadores son perseguidos y sufren hostigamiento empresarial por haber formado parte del sector activista durante el conflicto. La falta de respaldo del STIA a estas voces críticas profundiza el malestar entre los trabajadores. Pero la lucha sigue y la solidaridad popular también. Por MICAELA DECOMBARD y PABLO LORÁN (de LA IZQUIERDA DIARIO). A exactamente 50 días de la firma del acuerdo marco y el preventivo de crisis, la situación de los trabajadores del frigorífico Granja Tres Arroyos se ha hecho más difícil: la empresa creó un clima muy hostil, con cambios de sectores y de turnos, aprietes a los trabajadores para firmar la entrega ilegal del 9%. A los activistas del conflicto o quienes resisten estos ataques, hay suspensiones e incluso despidos. Ya van 27 despidos, algo que viola el acta acuerdo firmado en el Ministerio de Trabajo con el rechazo de la mitad de los trabajadores. Es decir, la empresa incumple el acuerdo y el sindicato se hace a un lado. Esta situación se da en el marco de abandono sindical por parte del STIA. Al punto que en el marco de un Paro General convocado (tardíamente) por la CGT este 10 A, el gremio local no convocó a parar, ni promovió medidas de fuerza. Ante esta actitud, la CGT local no dijo nada. Por otro lado, la comisión interna de GTA no le reclamó ni hizo público un pedido para que el sindicato cumpla con la medida, en defensa de sus afiliados, algo que hubiera obligado al secretario general a tener que dar explicaciones. ¿Consultó en asambleas esa decisión? Para nada. Como no las ha convocado ante todos los hechos que contamos antes. Nada de lo que ocurre es producto de la casualidad. La empresa se sirve del “clima” propiciado por un gobierno que, aunque atravesado por una profunda crisis, pretende imponer con decretos de necesidad de urgencia o leyes como la Ley Bases (gracias a la colaboración del PRO, UCR o sectores del PJ) ajustes, despidos, flexibilización laboral y congelamiento de salarios. En vez de aprovechar lo golpeado que está el gobierno y el malestar por la crisis, las conducciones sindicales hacen la plancha y el STIA no es la excepción. El acto en la previa del paro general El miércoles 9 de abril en la Plaza Ramírez, la plaza principal de la ciudad, se congregaron diferentes agrupaciones y corrientes nucleadas bajo el Movimiento Obrero Sindical Uruguayense (MOSU), junto con otras organizaciones. Se leyeron distintos documentos que expresaron apoyo a la lucha de los jubilados y jubiladas, en repudio a la represión del gobierno y al ajuste brutal sobre las espaldas de la clase trabajadora. En ese marco, la Comisión de mujeres “Alianza Familiar Trabajadora – Las Leonas”, leyeron una carta dirigida a la comunidad en agradecimiento por el apoyo que han recibido en torno al conflicto de parte de toda la comunidad, de agrupaciones como Teatristas de C del U, Agrupación Pocho Lepratti, trabajadores de la salud de centros de atención primaria como Giacomotti, Bajada Grande y del Htal Urquiza.., la carta comenzaba así: “Hoy venimos a darle nuestro apoyo a los jubilados a sabiendas que están pasando por un momento muy difícil, que la motosierra está cortándole todos sus derechos, es por eso que los acompañamos, de la misma manera q nos venimos haciendo presente en la ronda los miércoles, ustedes mis abuelos no debieran estar pasando por esto! Que este paro general golpeé a las patronales y al gobierno. Tenemos que tener fuerza para la pelea que venimos dando todos (jubilados, docentes, todos los trabajadores). Queremos agradecerle a cada uno de ustedes, a la población de concepción, a cada vecino, que nos acompañó desde un primer momento en nuestra lucha. Nos sentimos abrazados y acompañados por una ciudad que no dudo en estar presentes. Es por eso que creemos justo que sepan lo que sigue pasando en Granja Tres Arroyos, que están despidiendo trabajadores sin causas o con causas armadas y van a despedir 400 más, persiguiéndolos para que firmen el retiro voluntario, no se respetó la paz social ya que la patronal no cumple el acta acuerdo y el sindicato y la secretaria de trabajo lo dejan pasar (…)”. Cabe recordar que un sindicato debe ser una herramienta de defensa de los trabajadores, pero aquí solo funciona como refugio de los traidores. Tal es así que el día jueves 10, un grupo de trabajadores acompañados por parte de la comisión de mujeres se hicieron presentes en la sede del STIA, reuniéndose con el secretario general Miguel Klenner, pidiéndole explicaciones sobre por qué no hace nada frente al incumplimiento patronal. El dirigente comentó que había realizado la denuncia a la Secretaría de Trabajo de la Nación, por el incumplimiento del acuerdo macro y la ruptura de la paz social por parte de la empresa. Luego de eso, sólo cabía esperar la respuesta de la oficina del gobierno. Se excusó con que la situación vivida en Tres Arroyos no era excepcional, sino que otros sectores estaban sufriendo situaciones similares y que no había promovido el paro de la CGT ni la movilización del día anterior para resguardar a los compañeros y porque entendía que, aunque convocara, la gente no asistía ni a las movilizaciones ni a las asambleas. Su argumento fue responsabilizar a los trabajadores de la derrota y mostrarse como un ferviente militante de la resignación. Lejos de lo que dice Klener el paro fue muy contundente en todo el país. La movilización al Congreso fue masiva al punto tal que Bullrich se vio impedida de aplicar su protocolo represivo. Una vez más, realidad mata relato. En grandes fábricas de la alimentación, como Mondelez, el paro fue total. Las agrupaciones opositoras a Daer, como la Bordó que impulsa el PTS en el Frente de Izquierda, dieron la pelea con habladas en los comedores y el debate en todos los sectores. Esto se suma a las jornadas en apoyo a los jubilados del 12 y 19 de marzo, que mostraron que la bronca va creciendo, o los conflictos por salario que surgen en muchas provincias. Hay bronca y hay fuerzas. ¿Quién paga la crisis? El gobierno viene sufriendo revés tras revés desde el fatídico discurso homofóbico en Davos, pasando por la gran estafa de la moneda Cripto Libra, por la que tendrán que dar explicaciones frente a la comisión investigadora de la Cámara de Diputados, siguiendo por el rechazo a los pliegos de los jueces Lijo y García Mansilla, la derrota electoral en Santa Fe y las dificultades que tendrá en los próximos distritos donde se vota (CABA, prov. De Bs As, Jujuy…), por citar algunos ejemplos. Y en el plano económico se empieza a caer el relato del fin de la inflación, la cual este mes ya sufrió un repique alcanzando casi un 4%, la cual se agravará con la devaluación que pactó con el FMI. Mientras esto sucede, el peronismo está enfrascado en sus internas que solo tienen intereses electorales. No solo entre Kicillof y Kirchner, sino en cada provincia del país. Es el mejor favor que le pueden hacer a Milei. Por eso desde la izquierda creemos que se vienen momentos más intensos. La pregunta que nos tenemos que hacer cada obrero, maestra, personal de salud, estudiante, desocupado y todo el pueblo trabajador, es qué vamos a hacer para que no vuelvan a cargar la crisis sobre nuestras espaldas. Qué vamos a hacer para que no nos llamen a la resignación y que esperemos 2027 para volver a desilusionarnos con sus “proyectos”. ¿Qué hacer? En lo inmediato, tenemos que apoyar a todos y todas los que están peleando, como en Granja Tres Arroyos o la docencia. GTA es una lucha testigo y si frenamos a la patronal va a ser un ejemplo para toda la región y más allá. Hay que retomar el camino que hizo famosa esa lucha: con el paro, las asambleas y el apoyo popular que copó Plaza Ramírez. Las organizaciones obreras y sociales de la ciudad tienen que dejar clara su posición: en estos momentos se ponen a prueba todos los discursos contra el ajuste, la derecha, la solidaridad y la defensa del pueblo uruguayense. Desde la izquierda vamos a seguir en las calles apoyando cada lucha, difundiéndola en todo el país y acercando nuestras propuestas para que la crisis la paguen los que la generaron: los grandes empresarios y sus gobiernos. (*) Artículo publicado en el sitio La Izquierda Diario
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