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» Diario Cordoba
Fecha: 16/04/2025 16:45
"¿Y si sí?". Dos conjunciones y un adverbio, pura economía sintáctica, dan forma verbal estos días a la aparente utopía del madridismo. Cinco letras y dos signos de interrogación, para qué más. Porque el sujeto, el Real Madrid, y el verbo, remontar, se dan por implícitos en la oración. Tantas veces en el pasado se conjugaron con éxito que la naturalidad de la elipsis de cara al partido que esta noche (21.00 horas) acoge el Santiago Bernabéu frente al Arsenal queda plenamente justificada. "¿Y si sí?" ¿Y si el Real Madrid fuera capaz de hacerlo de nuevo, por mucho que no haya apenas argumentos racionales para pensar que sea siquiera posible? Ese sería el error del Arsenal, creer que esto va de razón, incluso de fútbol, cuando el reto blanco se escribe con el lenguaje del misticismo y la brujería. No va más para Ancelotti No, nada lleva a pensar que este Real Madrid que hace ocho días encajó un apabullante 3-0 en Londres, que este mismo domingo sufrió para derrotar al Alavés y que el sábado anterior se vio sorprendido en casa contra el Valencia pueda salir con vida de estos 90 minutos en el Bernabéu, por 'molto longos' que sean. Pero nadie en su sano juicio les daría por muertos. De ahí el "¿y si sí?" que recorre las venas del madridismo y al que se agarra, con un clavo ardiendo, un Carlo Ancelotti que sabe que la de este miércoles puede ser su última gran velada en el banquillo del Santiago Bernabéu. "Creo que no", decía ayer el técnico cuando le preguntaron si entiende que su futuro depende de lo que ocurra esta noche en el templo blanco. Difícil creerle. Carlo Ancelotti, durante su rueda de prensa de este martes. / DPA vía Europa Press "Con cabeza, con corazón y con cojones" Ancelotti, claro, es consciente de lo hercúleo de la misión a la que él y sus jugadores se han visto encadenados por deméritos propios, aunque su tono de voz era el de quien ya no tiene nada que perder. "Necesitamos un partido a nuestro máximo nivel para cambiar una eliminatoria que ahora mismo está muy difícil. Hay que jugar con cabeza, con corazón y con cojones, como dice Alcaraz, que me ha gustado mucho", sintetizaba ayer el técnico, citando al tenista murciano, que en esos momentos, curiosamente, debutaba en el Open de Barcelona. "Jugar para ganar el partido es la manera en que nos sentimos más cómodos, lo que nos dará la probabilidad más alta de estar en semifinales", replicaba unas tres horas después Mikel Arteta, el entrenador de un Arsenal que no se confía, por mucho que no haya encajado tres goles en ningún partido de la presente temporada. La historia, solo dos semifinales de la Copa de Europa ha jugado el Arsenal en toda su historia, invita a una prudencia equivalente al previsible envalentonamiento con el que les recibirá el Bernabéu. Los jugadores del Arsenal, en el entrenamiento previo al partido de esta noche. / TOLGA AKMEN / EFE Ancelotti medita cómo sacudir su alineación en busca de estímulos nuevos. Brahim, cuya suplencia en Vitoria fue llamativa, podría tener cabida en la alineación titular. ¿Por Rodrygo? Veremos. Más difícil, por una cuestión física, lo tiene Ceballos, que regresó en el descuento del choque contra el Alavés tras mes y medio de baja. La posición de Valverde, en el lateral o la medular, volverá a ser objeto de tertulias previas; y en el lateral izquierdo Alaba y Fran García opositan a la plaza del lesionado Mendy. Presión para Mbappé y Vinicius La presión en las filas blancas, en todo caso, ha de recaer sobre un Vinicius que hace meses que no es el que era y sobre un Mbappé que lleva cuatro partidos sin marcar gol y que viene de perder los papeles en Mendizorroza, con su salvaje entrada a Antonio Blanco que le costó una merecidísima expulsión, por la que solo ha recibido un partido de sanción. "Es una noche hecha a la medida del Madrid", decía ayer Bellingham, otros de los jugadores que han de ser protagonistas para que el equipo blanco tenga éxito a su misión y al que le preguntaron, se la dejaron botando, cuál es la palabra que más ha escuchado estos días en el vestuario: "Remontada". Pues eso.
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