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» Diario Cordoba
Fecha: 13/04/2025 19:10
Aplíquese a la vida municipal la teoría de la manta, la fórmula del teorema que advierte de que con una manta corta es imposible taparse la cabeza y el dedo gordo del pie al mismo tiempo, y al revés. La Policía Local ha plantado sus 360 efectivos, placa incluida, encima de la mesa, ha amenazado con hacer tambalear el plan de seguridad de la Semana Santa y se ha llevado a la hucha una actualización de las horas extras que, dicho sea, no se subían desde 2008. Así, y a pesar de haber llamado, entre otros apelativos cariñosos, al alcalde «dictadorzuelo» y «mentirosa» a la delegada de Recursos Humanos, a pesar de haber escrito unos comunicados más incendiarios que los tuits de Donald Trump, los sindicatos y los antes aludidos se fumaron la pipa de la paz a horas de que los cordobeses hicieran cola para ver a la Virgen de los Dolores. La pipa, que se llama 1.074,56 euros por dos servicios extraordinarios por agente y evento, ha alejado la amenaza de una huelga policial encubierta a horas del estallido festivo de mayo, pero ha cabreado al resto de la plantilla municipal, que se siente ninguneada. Los trabajadores de Capitulares dicen que la manta no les llega ni a las rodillas y acusan al equipo de gobierno (a este, al anterior y al anterior del anterior) de estar secuestrado por el área de Seguridad. Todo eso se ha sumado a que en la casa estaba el ambiente ya calentito por el cambio de la sede electrónica, que está dando fallos o «problemillas», según quiera usted verlo, en sus primeras semanas de vida. La independencia digital a la que aspira el Ayuntamiento, vinculado a la Diputación de Málaga desde la pandemia en materia digital, está ocasionando algunos efectos colaterales entre la ciudadanía (retrasos en el registro y en el padrón) y los propios empleados, que gritan «help» no porque sean hijos de la Gran Bretaña, sino porque así se llamaba el tramitador que ahora dejan atrás y de momento añoran. Adiós help, bienvenido noname. Contarles, también, que por fin el alcalde y la delegada de Servicios Sociales, Eva Contador, han inaugurado esta semana el Centro de Emergencia Habitacional, que acogerá a familias que requieran una vivienda por desahucio, desalojo o catástrofe. Ubicado en una de las naves del antiguo hospital Militar, es un proyecto que Isabel Ambrosio, allá por 2017, quiso hacer con fondos Edusi y cuyas obras comenzaron en 2019. A partir de ahí, vayan sumando años a esta tortura burocrática que ha incluido la entrada en concurso de acreedores de la primera adjudicataria, un vicio oculto en una escalera (suena mal, pero es un chapú de obra) y con el Ayuntamiento teniendo que sacar un segundo pliego para acabar la reforma. Échenle otros cuantos años más para decidir cómo gestionar el centro (que si público, que si privado, que si fu, que si fa), de qué color amueblarlo y echarlo a andar, y tendrá usted los 8 años que la iniciativa lleva en el laboratorio de pruebas municipal. Ahora, hasta las camas tienen sus sábanas y las mesas de las cocinas sus hules puestos. Larga vida. El pleno ordinario de abril acordó dos mociones que deberían poner a trabajar al PP en mejoras concretas en Cañero y el casco histórico, y otras tres mociones más de esas que suplican a instancias superiores algún milagro tipo conversión de la N-432 en autovía. Además, la Corporación se puso fantástica hablando de aranceles y geopolítica y se solidarizó con las trabajadoras de la limpieza afectadas por los impagos de una empresa en paradero desconocido, Mabraser, que tirando los precios del servicio logró quedarse con los contratos de la limpieza de los IES, el tanatorio municipal y la Gerencia de Urbanismo. El Ayuntamiento ya ha rescindido el contrato de sus servicios y se está a la espera de que la Junta haga lo mismo y busque una alternativa para limpiar los institutos (en pie de guerra) mientras se saca el nuevo pliego. El Pleno concluyó con una buena tanda de ruegos y preguntas que recibieron poco más que el silencio por respuesta. Con un lacónico «contestaremos por escrito» despachó el PP las 69 preguntas planteadas por la oposición. Que lo permite el reglamento, sí; que está regular, también. Un día después de su destitución pudimos ver en el salón de plenos al exportavoz de la Diputación, José Antonio Romero, que defendió con eficacia una moción sobre financiación mientras despachaba en su Instagram algunas cuitas internas con su secretaria provincial. Al PSOE, como ven, también se le queda corta la manta. Suscríbete para seguir leyendo
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