15/04/2025 06:37
15/04/2025 06:36
15/04/2025 06:34
15/04/2025 06:34
15/04/2025 06:33
15/04/2025 06:32
15/04/2025 06:32
15/04/2025 06:31
15/04/2025 06:31
15/04/2025 06:30
» Diario Cordoba
Fecha: 13/04/2025 18:44
Hoy, Domingo de Ramos, se alza el telón de la Semana Santa, con la bendición y procesión de las palmas y ramos de olivo, en la solemnidad de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén. Para nuestro pregonero, Santiago Muñoz Machado, la Semana Santa es «un formidable recordatorio de la Pasión, con imágenes de conmovedora belleza, levitando sobre los hombros de los costaleros...». Este domingo de estrenos nos ofrece el argumento central de la Semana Santa, proclamado en la lectura de la pasión de cada Eucaristía: «Que Dios ha amado tanto al mundo que nos ha entregado a su único Hijo; que Él ha querido compartir con nosotros toda la dureza de nuestra existencia, que no hay situación en nuestra vida, por cruel que sea, en la que no podamos sentir la cercanía de Aquel que se hizo en todo, semejante a nosotros, menos en el pecado». Para el obispo Demetrio Fernández, Administrador Apostólico de la Diócesis: «El amor es el motor de la redención del mundo. El amor en la Cruz de Cristo como la gran potencia recicladora de todos nuestros egoísmos y contradicciones. El amor ha triunfado sobre el pecado, y desde la Cruz, el amor se extiende como misericordia para todo el que quiere recibirla». El obispo electo de Córdoba, Jesús Fernández, pronunció el año pasado el pregón de la Semana Santa, en su diócesis de Astorga, en el que subrayó con fuerza su gran riqueza: «La Semana Santa es la historia de amor que se vivió en algún momento por parte del Señor hace dos mil años y que cada año repetimos, revivimos, y hacemos nuestra, identificándonos con Él, en la subida a la Cruz y también en la alegría de la resurrección». Describió tambien en sus palabras la vertiente responsable que todos tenemos en el drama de la pasión: «La Semana Santa no es solo un acto cultural y social, sino sobre todo, un acontecimiento religioso que nos lleve a reconocer que hemos sido nosotros los que, por ignorancia, hemos condenado y ajusticiado al Señor y que ya es hora de arrepentirse y convertirse en Él para que vuelva a resucitar en nosotros. Su muerte en cruz, a los ojos del mundo, fue una derrota, pero a los ojos de Dios y de sus fieles, ha supuesto la victoria definitiva sobre el pecado y sobre la muerte. En Cristo resucitado todos volvemos a la vida y vemos renacer los vínculos de la fraternidad. Con Cristo resucitado siempre nace y renace la alegría. ¡Feliz y Santa Semana!». Así finalizó el pregón pronunciado el pasado año 2024, por el nuevo obispo de Córdoba, en su diócesis de Astorga, entrelazando en dos palabras, «felicidad y santidad», el vivísimo y palpitante argumento de la Semana Santa. Algún teólogo se ha preguntado con furor, «¿qué hace Dios en una cruz?», ofreciéndonos inmediatamente su respuesta: «Un Dios crucificado constituye una revolución y un escándalo que nos obliga a cuestionar todas las ideas que los seres humanos nos hacemos de la divinidad. Ante el Crucificado empezamos a intuir que Dios, en su último misterio, es alguien que sufre con nosotros. Nuestra miseria le afecta. Nuestro sufrimiento le salpica. Él está en todos los Calvarios de nuestro mundo». El Domingo de Ramos se abren de par en par las puertas de la parroquia de san Lorenzo, comenzando así, las «Estaciones de penitencia» de nuestras hermandades y cofradías, ofreciendo en sus imágenes el colorido celeste de las «mediaciones de la humanidad de Cristo y de su Madre santísima». Es la hora de la religiosidad popular que puede y debe ser un paso importante en el descubrimiento de la verdadera vocación cristiana como «tránsito por este mundo haciendo el bien». Cada imagen será para nosotros un «destello vivísimo de amor y de redención», mientras colocamos en nuestros labios los versos entrañables, con brisa de plegaria, de Blas de Otero: «Salva al hombre, Señor, / en esta hora horrorosa / de trágico destino: / no sabe a dónde va, de dónde vino / tanto dolor, que en sauce roto llora. / Ponlo de pie, Señor, clava tu aurora / en su costado…». *Sacerdote y periodista
Ver noticia original